Hoy no ha habido contratiempos para empezar el día, asi que bien temprano estamos en lo alto del monte de los olivos, para bajarlo andando hasta el huerto de Getsemaní, o "de los olivos".
La vista desde la calle de bajada es espectacular. La típica foto turística de Jerusalen, pues muestra la cara más antigua de esta, siempre con la llamativa cúpula dorada de la mezquita de la Roca. Impresionante el cementerio judio de la ladera (todos los judios quieren ser enterrados allí!), e impresionantes los troncos de los olivos del huerto. También la iglesia de las Naciones!
Subimos a la ciudad vieja para recorrer la Via Dolorosa, empezando bajo el arco del Ecce Homo y tras la visita a la iglesia de la flagelación, hasta llegar a la iglesia del Santo Sepulcro. Ya habiamos pateado la primera tarde, por nuestra cuenta, toda la ciudad vieja, y ya no es nueva para nosotros, por lo que la vamos saboreando mejor. Agobiante las cola para ver el Gólgota y entrar al Santo Sepulcro; hoy es sábado y como ayer estuvo cerrado, tenemos que entrar juntos los de hoy, y los de ayer!
De ahí al Muro de las Lamentaciones, que ya conocemos también de la primera tarde, y tras salir por la puerta que ellos llaman de la "basura", pasmos frente a una curiosa abertura que hay en la muralla, tras la cual un mural representa a Jesucristo arrojando a los mercaderes del templo, para subir después al monte Sión, para visitar el Cenáculo, la tumba del Rey David y la iglesia de la dormición de la Virgen María. Ya había visto donde dicen que murió la virgen María, en un monte junto a Efeso, allá en Turquía, otra tumba de la Virgen esta misma mañana, al salir del huerto de los olivos, y ahora dicen que nunca murió, que se quedó dormida aquí y así subió a los cielos!
Y nosotros subimos al autobús, tristes pero contentos de todo lo que llevamos dentro, acumulado durante toda la semana. El grupo de los 16 volvemos a Jordania, por el mismo camino que vinimos. Nos lleva un conductor en su superautobús, sin guía ni acompañante, hasta la frontera israelí, donde a la espera de acceder al recinto, se nos adelantan a pié un grupo de alemanes que bajan de 2 atobuses que venían tras nosotros. Esto provoca una tremenda bronca entre nuestro conductor y las niñas soldado israelies, cuyo sentido en principio no entendemos... hasta que cruzamos. Vamos a llevar esos 85 alemanes delante de nosotros para comprar la visa de salida, sellar los pasaportes y pasar los correspondientes controles fronterizos, y lo que es PEOR: subir al único autobús (es sabat!) que cruza el río Jordan de la orilla israelí a la jordana. Y todo sin que nadie nos guíe, defienda o ayude. Asi que la previsión inicial, viendo la frecuencia de viajes que hace ese único autobús es de tardar como 2 horas en cruzar el río! Y así... ¡no llegamos!
Empezamos con la buena educación, pidiendo permiso para subir los 16, porque tenemos que viajar a Amman para coger un avión y... no llegamos. Pero la respuesta no es educada, ni la adecuada. ¡Nos mienten! pues nos niegan pasar delante alegando que ellos también tienen el mismo problema, el de coger un avión... sin equipaje! Ellos componen la típica excursión de un día a Jerusalen y su única obligación es volver a Amman, a descansar a su hotel.
Nosotros, tras lo vivido durante toda la semana... venimos crecidos! ...y no nos vamos a dejar avasallar. En cuanto el autobús vuelve de la orilla jordana, lo tomamos al asalto. Una persona de nuestro grupo, que habala inglés, se camela al conductor para que le venda los 16 tikets del grupo, mientras los maridos metemos las maletas en la bodega, las mujeres se colocan estratégicamente para colarse y pillar sitio, los alemanes protestan desaforados, las niñas soldado se ponen nerviosas y no controlan, nosotros no las quitamos ojo, porque aunque no van armadas, si están pidiendoo refuerzos, que cuando llegan, el autobús está a reventar, pasillo incluído. Comprenden lo de nuestro grupo (que ya estamos todos arriba) y tan solo bajan a algunos espabilados que se colaron sin ser ni de los alemanes ni de los nuestros.
El autobús se pone en marcha, en medio minuto cruza el río Jordan y... por fin estamos en Jordania, o lo que es mejor: hemos salido de Israel. Y aquí si nos espera el guía que nos trajo el otro día y nos ayuda en los trámites de entrada. Comienzan registrando concienzudamente las maletas, para verguenza de alguna compañera que como muy limpia que es, lleva una bolsa ya llena de las mudas cambiadas a diario, hasta que un oficial nos reconoce como grupo de turistas españoles y cesa el registro. En menos de 2 horas estamos en el restaurante Don Quixote en Amman; tipiquísimo y chulísimo, lleno a reventar y con un ambientazo. Con una cena de lujo nos despedimos para partir a las 00:30 (ya es domingo, dia 9 del viaje) hacia el aeropuerto internacional de la princesa Alía.
El vuelo debe salir a las 2:50, pero allí no saben nada del avión que tiene que llegar con otro grupo de turistas desde España. Son las cosas de los vuelos charter, que aunque los viajes no son baratos, gracias a estos vuelos, no son mas caros. Pero por fin llega, aunque las 2 horas que llevamos de retraso a la salida, las recuperamos de inmediato, una que nos regala Jordania (la que nos quitó al llegar) y otra el cambio oficial de hora en España.
Son las 8:30 hora española cuando estamos pasando frío en el aeropuerto de Barajas!
La vista desde la calle de bajada es espectacular. La típica foto turística de Jerusalen, pues muestra la cara más antigua de esta, siempre con la llamativa cúpula dorada de la mezquita de la Roca. Impresionante el cementerio judio de la ladera (todos los judios quieren ser enterrados allí!), e impresionantes los troncos de los olivos del huerto. También la iglesia de las Naciones!
Subimos a la ciudad vieja para recorrer la Via Dolorosa, empezando bajo el arco del Ecce Homo y tras la visita a la iglesia de la flagelación, hasta llegar a la iglesia del Santo Sepulcro. Ya habiamos pateado la primera tarde, por nuestra cuenta, toda la ciudad vieja, y ya no es nueva para nosotros, por lo que la vamos saboreando mejor. Agobiante las cola para ver el Gólgota y entrar al Santo Sepulcro; hoy es sábado y como ayer estuvo cerrado, tenemos que entrar juntos los de hoy, y los de ayer!
De ahí al Muro de las Lamentaciones, que ya conocemos también de la primera tarde, y tras salir por la puerta que ellos llaman de la "basura", pasmos frente a una curiosa abertura que hay en la muralla, tras la cual un mural representa a Jesucristo arrojando a los mercaderes del templo, para subir después al monte Sión, para visitar el Cenáculo, la tumba del Rey David y la iglesia de la dormición de la Virgen María. Ya había visto donde dicen que murió la virgen María, en un monte junto a Efeso, allá en Turquía, otra tumba de la Virgen esta misma mañana, al salir del huerto de los olivos, y ahora dicen que nunca murió, que se quedó dormida aquí y así subió a los cielos!
Y nosotros subimos al autobús, tristes pero contentos de todo lo que llevamos dentro, acumulado durante toda la semana. El grupo de los 16 volvemos a Jordania, por el mismo camino que vinimos. Nos lleva un conductor en su superautobús, sin guía ni acompañante, hasta la frontera israelí, donde a la espera de acceder al recinto, se nos adelantan a pié un grupo de alemanes que bajan de 2 atobuses que venían tras nosotros. Esto provoca una tremenda bronca entre nuestro conductor y las niñas soldado israelies, cuyo sentido en principio no entendemos... hasta que cruzamos. Vamos a llevar esos 85 alemanes delante de nosotros para comprar la visa de salida, sellar los pasaportes y pasar los correspondientes controles fronterizos, y lo que es PEOR: subir al único autobús (es sabat!) que cruza el río Jordan de la orilla israelí a la jordana. Y todo sin que nadie nos guíe, defienda o ayude. Asi que la previsión inicial, viendo la frecuencia de viajes que hace ese único autobús es de tardar como 2 horas en cruzar el río! Y así... ¡no llegamos!
Empezamos con la buena educación, pidiendo permiso para subir los 16, porque tenemos que viajar a Amman para coger un avión y... no llegamos. Pero la respuesta no es educada, ni la adecuada. ¡Nos mienten! pues nos niegan pasar delante alegando que ellos también tienen el mismo problema, el de coger un avión... sin equipaje! Ellos componen la típica excursión de un día a Jerusalen y su única obligación es volver a Amman, a descansar a su hotel.
Nosotros, tras lo vivido durante toda la semana... venimos crecidos! ...y no nos vamos a dejar avasallar. En cuanto el autobús vuelve de la orilla jordana, lo tomamos al asalto. Una persona de nuestro grupo, que habala inglés, se camela al conductor para que le venda los 16 tikets del grupo, mientras los maridos metemos las maletas en la bodega, las mujeres se colocan estratégicamente para colarse y pillar sitio, los alemanes protestan desaforados, las niñas soldado se ponen nerviosas y no controlan, nosotros no las quitamos ojo, porque aunque no van armadas, si están pidiendoo refuerzos, que cuando llegan, el autobús está a reventar, pasillo incluído. Comprenden lo de nuestro grupo (que ya estamos todos arriba) y tan solo bajan a algunos espabilados que se colaron sin ser ni de los alemanes ni de los nuestros.
El autobús se pone en marcha, en medio minuto cruza el río Jordan y... por fin estamos en Jordania, o lo que es mejor: hemos salido de Israel. Y aquí si nos espera el guía que nos trajo el otro día y nos ayuda en los trámites de entrada. Comienzan registrando concienzudamente las maletas, para verguenza de alguna compañera que como muy limpia que es, lleva una bolsa ya llena de las mudas cambiadas a diario, hasta que un oficial nos reconoce como grupo de turistas españoles y cesa el registro. En menos de 2 horas estamos en el restaurante Don Quixote en Amman; tipiquísimo y chulísimo, lleno a reventar y con un ambientazo. Con una cena de lujo nos despedimos para partir a las 00:30 (ya es domingo, dia 9 del viaje) hacia el aeropuerto internacional de la princesa Alía.
El vuelo debe salir a las 2:50, pero allí no saben nada del avión que tiene que llegar con otro grupo de turistas desde España. Son las cosas de los vuelos charter, que aunque los viajes no son baratos, gracias a estos vuelos, no son mas caros. Pero por fin llega, aunque las 2 horas que llevamos de retraso a la salida, las recuperamos de inmediato, una que nos regala Jordania (la que nos quitó al llegar) y otra el cambio oficial de hora en España.
Son las 8:30 hora española cuando estamos pasando frío en el aeropuerto de Barajas!