ISRAEL ✏️ Diarios de Viajes de IsraelIsrael (octubre 2008) Mi nombre es Romina y el compañero de mi vida y de este viaje Javier. Este diario nace con la idea de poder ayudar a los viajeros independientes que quieran visitar Israel. Es la primera vez que escribo un diario, mi...Diario: ISRAEL POR LIBRE (OCTUBRE 2008)⭐ Puntos: 4.6 (15 Votos) Etapas: 7 Localización: IsraelIsrael (octubre 2008) Mi nombre es Romina y el compañero de mi vida y de este viaje Javier. Este diario nace con la idea de poder ayudar a los viajeros independientes que quieran visitar Israel. Es la primera vez que escribo un diario, mi intención es que los próximos viajeros que elijan por destino Israel tengan un poco más de información de la que tuvimos nosotros cuando nos planteamos este destino. Quiero dejar claro que nosotros somos una pareja de aventureros, dos personas que nos gusta disfrutar de otras culturas, que no practicamos ninguna religión, por tanto no es un viaje religioso como la mayoría de los viajes que transcurren en este territorio. El destino fue elegido por la curiosidad que despertaba en nosotros, sobre todo en mí, este territorio tantas veces disputado por personas de culturas y pensamientos tan diferentes. Queríamos pisar y recorrer el lugar donde acontecieron hechos históricos y de gran importancia para distintos pueblos y religiones. La herramienta principal para organizar el viaje fue la guía “Lonely Planet” de Israel y territorios palestinos, la guía está escrita en ingles, al principio es un poco pesada de leer, sobre todo si tu ingles no es muy bueno, como es mi caso, pero con tiempo y paciencia puede ser de gran ayuda. El viaje comienza un sábado 11 de octubre, salimos desde Santiago de Compostela e hicimos escala en Madrid desde donde salio el vuelo a Tel-Aviv. Después de un viaje horrible de cinco horas de duración de la compañía Iberia, digo horrible porque el avión no era el adecuado para un viaje de esa duración, no tenia ni televisión, ni radio, era súper pequeño, había 50 almohadas para 200 pasajeros (el viaje era nocturno) y hasta tenía el menú de pago que tienen en los vuelos internos, de hecho el avión era igual que el que nos llevo desde Santiago a Madrid. Llegamos a Tel-Aviv a las 4:30 horas de la mañana y nos dispusimos a pasar el control de pasaportes y ya tuvimos nuestra primera experiencia flipante cuando la policía que nos atendió nos empezó a hacer preguntas del tipo: ¿cuál es el motivo de su visita?, ¿qué tienen pensado hacer en Israel?, ¿a dónde van ahora?, ¿y luego?, ¿dónde se alojaran en Tel-Aviv? Y ahí es cuando nos pilló, nosotros no teníamos reserva en ningún hotel, la idea era ir a algunos que habíamos seleccionado en la “lonely” y queríamos tantear el terreno antes de contratar alguna habitación, entonces le explicamos como pudimos a la poli de nuestras intenciones y la poli nos dijo lo que no está escrito, parecía mi madre cuando se enfada, ¡que como no teníamos reserva en ningún hotel, que eran las cinco de la mañana y que en Israel eran vacaciones y que todo estaría completo!, nos preguntó entonces si conocíamos a alguien en Israel, le respondimos que no y puso una cara que parecía que nos mataba, yo ya me veía en un avión de vuelta a España, al final nos puso el sello en el pasaporte y nos dejo entrar en su intocable Israel, nuestra intención era pedir que no nos sellaran el pasaporte por si se nos daba por viajar a algún país árabe que no tenga relaciones con Israel, pero cualquiera se lo pide a la loca esa. Nos dirigimos a recoger las maletas, cambiar algo de dinero (es mejor cambiar muy poco dinero en el aeropuerto ya que cobran un 6% de comisión, en el centro de Tel-Aviv hay muchas casas de cambio que no cobran comisión). El cambio lo tuvimos a una media de 4,75 0 4,80 INS por euro. Luego nos dirigimos a información para preguntar por la mejor manera de llegar a Tel-Aviv, y nos dijo que lo mejor era el tren y nos dijo cuando salía el próximo tren. La estación está a la izquierda de la salida del aeropuerto, prácticamente puerta con puerta. Enseguida puedes ver las maquinas expendedoras de los ticket para el tren. Un operario nos ayudo a comprar los billetes y nos indico donde bajarnos, es importante conservar los ticket ya que los tienes que pasar para acceder a los andenes y para salir de la estación, igual que en el Sky Line de Bangkok. Como nosotros somos tan listos, sobre todo yo, decidimos bajarnos una estación antes de la que nos indico el operario de la estación de tren, cuando nos bajamos, me dí cuenta que aunque esa estación parecía más cercana a nuestro destino en la siguiente parada había una estación de bus y por tanto más fácil la conexión, pero ya había metido la pata y teníamos que buscarnos la vida, justo en la salida de la estación había una parada de buses y allí nos pusimos a esperar, un taxista se acerca a nosotros y nos ofrece llevarnos y regateaba el precio el sólo ante nuestra negativa, preferíamos ir en bus, justo cuando casi nos tiene convencidos llega un bus y el taxista decía que ese bus no nos dejaba en la calle que nosotros queríamos, el chofer del bus nos pregunta que a donde vamos, le decimos “a la calle Ben Yehuda” y el nos dice, “yo los puedo dejar cerca”, y ahí nos vamos, el mismo chofer nos indicó donde bajar y con el mapa que venía en la guía nos fuimos orientando, bueno el que se orientaba era Javi porque yo estaba perdidísima, tuvimos que caminar bastante pero no nos importaba porque aún era muy temprano y de paso íbamos conociendo la ciudad, cuando llegamos al Momo’s hostel ya eran las 7:30 horas, nos ofrecieron una habitación por 220 INS, pero no nos dejaron hacer el check in porque era muy temprano, nos permitieron dejar las mochilas en un cuarto y volver más tarde, como nosotros ya nos imaginábamos que algo así pasaría ya íbamos preparados con otra mochila pequeña donde teníamos la toalla de la playa y los bañadores para ir directos a pasar la mañana en las blancas playas de Tel-Aviv, de camino a la playa (la cual esta muy cerca del hotel) paramos a desayunar, cuando llegamos a la playa ya había gente corriendo, nadando, montando en bicicleta a lo largo del paseo que delimita la playa de ciudad y allí nos dispusimos a disfrutar del mar mediterráneo. Cuando nos cansamos de tanto sol y playa (ya eran las 13:00 horas) fuimos a ver nuestra habitación, era muy pequeña pero estaba limpia, tenía un baño bastante pequeño pero con todo lo que necesitábamos y TV por cable. Una ves que dejamos nuestras mochilas en la habitación, nos fuimos a comer, a lo largo de la calle Ben Yehuda y a lo largo de Allenbi hay muchos lugares donde comer. Luego tomamos el bus 10 hacia Yafo, un pueblo de estilo medieval y musulmán que está al final de la playa de Tel-Aviv. Después de callejear por esta pequeñísima ciudad bulliciosa y de gran encanto empezaba a caer el sol, en esta época a las 17:30 horas ya es noche, así que decidimos volver caminando a Tel-Aviv, volvimos dando un paseo por la playa mientras el sol se escondía entre las olas del mar que estaba invadida por surfistas y en las playas había muchísima gente practicando deporte. Una ves que llegamos a el centro de Tel-Aviv fuimos paseando hasta el barrio Yemeni, atravesamos el mercado del Carmel y cenamos unas pizzas, ya cansados decidimos terminar el día, así que toco ducha y a dormir. Día 13/10/2008: hoy es lunes pero aquí es como si fuera viernes de sabbat, tienen una fiesta que se llama Sukkot y es mañana, pero aquí los festivos empiezan a las dos de la tarde del día anterior y terminan a eso de las 18:00 horas del propio festivo (como sabbat, sólo que sabbat es vienes desde la 14:00 horas hasta sábado a las 18:00 horas, hora arriba, hora abajo). Durante sabbat o los festivos todo se paraliza, nos hay ningún medio de transporte disponible, solo taxis o sherut que son unas furgonetas taxis que van muy bien de precio, pero en algunas ciudades este servicio tampoco está disponible, incluso cierran la mayoría de restaurantes y cafeterías, por lo cual es importante abastecerse de comida en algún supermercado, sobre todo para el desayuno del sábado). En el Momo’s hotel nos dieron un café y un bollo que esta incluido en el precio de la habitación, tienen habitaciones más caras que la nuestra y también otras más baratas, todas incluyen este pequeño desayuno. Nuestro siguiente destino era Haifa, así que después del check out, tomamos el bus 10 hasta la estación de tren, el billete de los buses cuesta 5,30 INS por persona, una ves llegados a la estación (el bus te deja en la puerta y es su última parada así que no tienes perdida) compramos los billetes a 52 INS por los dos, nos indican que esperemos el tren en la plataforma número 2, al cabo de un rato por los altavoces dicen algo que no entendemos, porque lo dicen en hebreo, la gente que esperaba en la plataforma 2 sale corriendo y se mete a toda prisa en el tren que estaba en la plataforma 1, nosotros instintivamente vamos detrás de la gente y hacemos lo mismo, una vez en el tren las puertas se cierran rápidamente y teníamos la duda de si habíamos hecho lo correcto, preguntamos a otros viajeros israelitas y nos confirman que íbamos en el tren correcto, directos a Haifa, una ves que llegamos a la estación de Haifa Merkaz, nos dispusimos a buscar alojamiento, nuestra idea era alojarnos en el Port Inn hostel, que estaba muy cerca de la estación, pero estaba completo, preguntamos a la señora de recepción si sabía de algún hostel en la zona y nos dijo que probáramos suerte en un convento de monjas cercano, pero nos advirtió de que si no estábamos casados no nos dejarían alojarnos allí (nosotros no estamos casados), decidimos probar suerte igualmente, Javi estaba animado en probar suerte en el convento, a mi no me hacia ninguna gracia, yo y la iglesia no somos compatibles, pero decidí arriesgar y hacerle caso a Javi, al llegar las monjitas nos recibieron muy bien, nos ofrecieron una habitación amplia con camitas separadas, con un buen baño e incluía un desayuno buffet por 260 INS y no nos pregunto nada sobre nuestro estado civil. El convento se llama ST CHARLES HOSPICE. Inmediatamente después de dejar las mochilas en la habitación, le preguntamos a las monjitas como podíamos y a Caesarea, nos dijo que tomáramos el bus 910 en frente a la estación de tren, pero nos advirtió que el día de hoy era como viernes de sabbat y que sobre las dos de la tarde el servicio de bus no estaría disponible para regresar. El bus 910 te lleva directamente a la estación central de bus y el mismo chofer te vende el billete para Caesarea y te indica donde esperar el bus con el que tienen que hacer conexión. Esperamos donde nos indico el chofer anterior y una ves que llego el bus a Caesarea subimos, le pedimos a este chofer que nos avisara donde debíamos bajar, y así lo hizo, bajamos en Caesarea, al parecer es un lugar bastante grande y desolado, cuando bajamos del bus nos encontramos en medio de la nada, para llegar a la ciudadela tienes que andar 3 Km. desde donde te deja el bus, así que nos pusimos en marcha, pero no caminamos ni 20 metros cuando un coche nos para, el señor nos dice “suban que los llevo, ¿a donde quieren ir a la ciudadela o al acueducto?”, le pedimos que nos acercara a la ciudadela, al parecer el acueducto está a otros 2 Km. de distancia, el señor era simpatiquísimo y cuando le quise pagar por llevarnos, me dice que el era millonario, nos reímos un rato y al despedirnos nos dice que el estuvo con su mujer viajando por muchas ciudades españolas, que lo habíamos tratado muy bien en España y que el quería tratarnos bien a nosotros, que estaba encantado de ayudarnos y así sin pedirnos nada a cambio nos dejo en la entrada de la ciudadela donde compramos la entrada por 23 INS cada uno. Una ves en el interior de la ciudadela nos dispusimos a recorrerla, nosotros no entendemos nada de arqueología y supongo que por eso nos decepcionó un poco el lugar, me lo esperaba en mejor estado de conservación, lo único que allí está en pie es un pequeño teatro romano al que se lo ve bastante restaurado, me esperaba algo grandioso como la impresionante Gerasa en Jordania o Efeso en Turquía. La verdad es teníamos que ponerle mucha imaginación al recinto para imaginarlo en su época de esplendor. Una vez recorrido el recinto decidimos volver a Haifa ya que teníamos miedo de quedarnos colgados sin medios de transporte. En la entrada de la ciudadela la chica que vende los ticket nos dice que la única forma de volver es en un taxi por 40 INS que nos lleve hasta una parada de bus o hacia la estación de tren o caminar los 3 Km. hasta una parada de bus, decidimos caminar, pero a Javi ya le gustó esto de que te lleven en coche por la cara y se pone hacer auto stop, el primer coche que viene nos para y nos dice que el nos acerca hasta una gasolinera y que ahí volvamos a hacer auto stop y así lo hicimos, en la gasolinera nos despedimos del chico y volvemos a hacer auto stop, esta vez nos para una señora que nos deja en frente de una para de bus, nadie nos pidió nada a cambio y fueron súper amables, nosotros alucinábamos. A los pocos minutos llega el bus nº 910 y nos lleva hasta la estación central de bus de Haifa desde donde tomamos el bus 115 hacia Baha’i Garden, tuvimos que subir un montón de escaleras hasta llegar a la entrada y cuando nos disponemos a entrar le dicen a Javi que no está permitido entrar en camiseta de tiras que necesita una camiseta que le tape los hombros. Como ya habíamos subido unas cuantas escaleras para llegar hasta allí decidimos seguir subiendo y subiendo miles de escalones que te llevan hasta el barrio del Carmel, desde lo alto de este barrio se pueden quitar unas buenas fotos de la ciudad aunque la subida cansa bastante, cuando ya estábamos muy cansados y caía la noche tuvimos que bajar todas las escaleras que antes subimos parando por el camino para cenar y reponer fuerzas y nos fuimos directos al convento porque a las 22:00 hs cierran las puertas, nos pegamos una ducha en agua fría porque como dos tontos no nos dimos cuenta que un botón que había en la pared accionaba el agua caliente, como siempre nos dimos cuenta cuando ya no la necesitábamos. Y a dormir que mañana es fiesta y ya veremos como llegamos y volvemos de Akko (nuestra próxima parada). 14/1072008: nada más levantarnos, en el convento nos esperaba un buen desayuno, con sus tostaditas, huevos, bizcochos, quesos, café, zumitos, la verdad que muy bueno todo. Con mucha energía nos disponíamos para viajar hasta Akko, cuando le preguntamos a las monjitas sobre como podíamos llegar hasta allí, nos dicen que no podemos ir a Akko, que allí están en guerra los árabes y judíos (palabras literales de las monjas), a nosotros ya se nos quedó cara de tontos, nos dice que lo mejor es tomar un bus hacia Nazaret, entonces resignados le pedimos que nos guarde las mochilas, que intentaríamos visitar Baha'i Gardens antes de irnos. Esta vez con la ropa apropiada entramos pero antes tuvimos que escuchar unas cuantas normas de comportamiento que debíamos seguir en nuestra visita: no coman chicle, no beban, no coman, no toquen nada y después de los consejos viene el cacheo, una vez que comprueban que no somos terroristas nos dejar entrar, es todo muy bonito con fuentes de agua, un jardín milimétricamente cuidado y un santuario. Como yo soy tan cabezona no me podía creer que a tan pocos kilómetros de allí, en Akko, se estuviera llevando a cabo una guerra como nos habían dicho las monjitas, por otro lado pensábamos que las monjas no nos iban a mentir así que antes de irnos de Baha’i Gardens le preguntamos a uno de los guardias de seguridad si sabía algo sobre la seguridad en Akko y el también nos comento que había conflicto y que era mejor no acercase por allí, yo no quería entrar en razón, es que tenía muchas ganas de ver Akko y además mi intención era llegar más allá, quería ir a Rosh HaNikra en la frontera con el Líbano, así que en nuestro empeño por saber más, más bien de que alguien nos dijera ¡vallan!, le preguntamos a unos turistas con los que nos cruzamos si habían estado en Akko, nos dicen que sí, le preguntamos sobre la situación allí y otra vez con la misma cantinela, que no era seguro ir por allí, que ante la duda mejor no ir, así que como siempre nosotros decidimos no hacer caso e ir a Akko. En la calle le preguntamos a una chica musulmana sobre donde podíamos encontrar los sherut que van a Akko y ella nos dice que la sigamos, después de caminar algunas calles la chica para a un sherut en el que viajaban solo árabes, habla con el conductor y todo contento nos pide que subamos, la gente nos preguntaba de donde éramos e incluso había un señor que había estado en Ferrol en tiempos de Franco, Francisco Franco le llamaba él. El sherut nos lleva hasta otro sherut, que era el que finalmente nos llevaría a Akko, no nos cobraron nada por el trayecto y lo pasamos bien, nos sentimos muy a gusto en ese momento, la sensación de que te ayudan con toda la bondad del mundo sin esperar nada, fue maravilloso. El chico que conducía el sherut a Akko no hablaba nada de inglés, así que una chica que viajaba en el sherut nos traducía, el billete nos costó a los dos 28 INS. Cuando llegamos hasta nuestro destino una señora que estaba en el sherut nos indicó como llegar a la vieja Akko, así que caminamos unas cuantas calles hasta llegar. Durante el trayecto nos cruzamos con muchos soldados y policías, pero la verdad es que nos pareció ver un pueblo tan tranquilo. Los soldados estaban bastante relajados e incluso algunos jugaban al futbol con latas de refrescos, la verdad es que no se respiraba tensión alguna, nosotros estábamos bastante acojonados porque con la guerra que nos habían descrito las monjas pensábamos que habría controles en la carretera y yo me dejé los pasaportes en las mochilas y las mochilas en el convento, pero por suerte no vimos ni un triste control de nada, si esto es la guerra como será cuando están en paz. Una vez que llegamos a la vieja Akko preguntamos en información turística si sería peligroso acércanos hasta Rosh HaNikra y nos dice que no, pero como era fiesta que no habría autobús para ir. Justo al lado de información turística esta el kiosco donde se compran las entradas para visitar la ciudadela, te dan varias opciones para elegir con varios sitios para visitar e incluso tienen una entrada combinada para Akko y Rosh HaNikra aunque creo que no conviene mucho ya que hice cálculos y te sale lo mismo si lo compras por separado. La entrada a Akko incluye una radio-guía sin coste adicional, esta muy bien porque además de contarte la historia te invita a hacer un recorrido y así no te pierdes nada. En esta ciudadela conocimos a un trío de viajeros españoles y alemanes, unos chicos muy simpáticos que también estaban haciendo el viaje por su cuenta pero en coche de alquiler. Es muy buena idea alquilar un coche en este país sobre todo en sabbat donde todo se paraliza. Eso sí, la gasolina es carísima a 6,48 INS el litro, que al cambio serian alrededor de 1,40 €. Esta antigua ciudad de los cruzados es muy interesante, entre sus callejuelas además de una mezquita, un mercado turco y la propia ciudadela, hay un baño turco, una pequeñísima sinagoga y la ciudad subterranea de los cruzados, hay unos túneles, uno dentro de la ciudadela y otro más largo casi al final de la visita en el otro extremo de la ciudad (aunque Akko vieja es muy pequeñita). Una vez terminada nuestra visita fuimos caminando hasta la carretera general, en el camino vimos un restaurante lleno de polis y nos pareció un buen sitio para comer. Le preguntamos al camarero como podíamos ir a Rhos HaNikra y él nos indicó donde tomar un sherut a Nahariya y nos aconsejó tomar un taxi desde esta ciudad y así lo hicimos, el sherut nos cobró 11 INS por los dos y desde Nahariya tomamos un taxi por 40 INS hasta Rosh HaNikra, nosotros intentamos negociar el precio con el taxista para que nos cobrara menos pero no hubo manera, prefieren no llevarte a bajarte el precio. Después de 10 km el taxi nos dejó en la entrada de Rosh HaNikra donde compramos los tickets por 42 INS por persona, luego tienes que dirigirte hacia los teleféricos y esperar tu turno para subir, una vez en el teleférico desciendes hasta llegar al nivel del mar y comienza la aventura de adentrarte entre las blancas montañas y el mar y donde hay unas grutas algo resbaladizas, estas grutas se corresponden con una antigua ruta ferroviaria construida por los británicos que enlazaba Israel con Damasco pasando por el Líbano, claro que hoy en día dicha línea férrea no existe. Después de esta interesante aventura necesitábamos volver a Nahariya y no había ningún taxi, tendríamos que haber negociado la vuelta con el que nos trajo pero en ese momento no nos dimos cuenta, así que decidimos preguntar a la gente que se iba si nos podían llevar, un chico nos dijo que él solo iba hasta un cruce a pocos metros de allí, así que le dijimos que no se preocupe que probaríamos suerte con otras personas y entonces nos dice “ suban, los llevo igual”, no lo podíamos creer, el chico se desvió 10 km solo para hacernos un favor, hablaba un poquito de español ya que había vivido 2 años en Colombia, el pobre no paraba de disculparse porque su camioneta estaba algo llena tierra, nos contó que era jardinero, y nosotros no parábamos de agradecerle el favor que nos hizo, nos dejó justo en la estación de bus donde tomamos otro sherut a Haifa que nos salió por 14 INS a cada uno. Cuando llegamos a Haifa fuimos directos al convento con la intención de recoger las mochilas y seguir a Nazaret pero Javi estaba muy cansado así que le sugerí quedarnos en el convento esa noche, si tenían habitación, claro. Cuando llegamos al convento la monjita nos pregunta si fuimos a Akko, le dijimos que si y asombrada nos pregunta por la situación allí, nosotros le contamos nuestras impresiones y luego ella misma nos ofreció una habitación para pasar la noche así que después de cenar en un Mc Donalds cercano y de sacar unas cuantas fotos a Baha’i Gardens iluminada en la oscuridad de la noche nos fuimos a descansar. 15/10/2008: hoy partimos hacia Nazaret, para ello tomamos el bus 331 en frente a la estación de tren, cuando llega el bus y le vimos la cara de perro que tenía el chofer intuimos que no iba a ser un día muy bueno, en Nazaret no hay estación de bus así que el bus te deja en frente de la iglesia de la anunciación, el pueblo es muy pequeño (por lo menos la zona vieja) así que pronto te haces con el lugar. Lo primero que vimos fue la oficina de turismo en donde pedimos un mapa mas detallado porque el de la guía no estaba nada claro, luego nos dispusimos a buscar alojamiento y todos estaban completos, mientras buscábamos alojamiento nos metíamos por todas las callejuelas y bazares, así que de paso íbamos conociendo el lugar. Encontramos algunos hostales que tenían habitación libre pero eran carísimos, nos pedía 470 INS y eran súper cutres, así que pensamos que con lo que ya habíamos caminado, el pueblo ya lo habíamos visto y lo único que quedaba era entrar en las iglesias, así que decidimos dejar las mochilas en algún lugar, visitar lo que nos faltaba de Nazaret y seguir rumbo a Tiberias, en la oficina de turismo nos dijeron que en un puesto cercano de falafel te permitían dejar las mochilas, nos cobraron 10 INS por mochila y allí las dejamos. Lo primero que visitamos fue la iglesia de la anunciación, donde supuestamente el ángel Gabriel le propuso a María concebir al hijo de Dios, es la iglesia más grande de oriente medio y tiene un aire misterioso ya que en su interior hay unas ruinas tenuemente iluminadas que se suponen que son los restos de la casa donde vivía María, hay que vestir con discreción y con los hombros tapados (mujeres y hombres). Luego visitamos otras iglesias por ejemplo la que sitúa a la carpintería de José y otra donde hay una fuente que se supone que su agua da salud, pero para nosotros no eran nada del otro mundo solo eran iglesias, supongo que las personas muy creyentes lo verán con otros ojos. Para nosotros lo mejor de Nazaret fue perdernos por sus callejuelas medievales y sentir como que estábamos en otro tiempo. Ya a las 12:30 hs decidimos tomar rumbo a Tiberias, en la oficina de turismo nos indicaron donde estaba la parada del bus 431, después de esperar 40 minutos y ya algo mosqueados vemos que el bus 431 viene pero de la mano contraria, decidimos correr tras él y preguntar al conductor por si ese era el bus, no dice que subamos pero no nos quiere cobrar, algo que nos pareció un poco raro, al rato el chofer para el bus y nos dice que tenemos que cruzar la calle y esperar el bus 431 que vendrá en 40 minutos, la verdad es que no entendíamos nada, en un momento pensamos que nos había hecho retroceder y que volveríamos a pasar delante de la parada en la que estuvimos anteriormente, pero no fue así, en 40 minutos vino el bus y siguió camino hasta Tiberias sin entrar a Nazaret para nada, suponemos que el bus ya no hace aquel recorrido. Cuando por fin llegamos a Tiberias eran como la 16:00 hs, habíamos perdido mucho tiempo con el maldito bus 431, ya estábamos un poco desesperados, sin comer y con la incertidumbre de si podríamos conseguir una habitación en este pueblo, así que nos dirigimos rápidamente al Aviv hostel, que en la guía lo ponían muy bien, cuando llegamos en recepción nos dicen que tienen habitaciones libres, las del hostel con baño y TV por 200 INS o 250 INS con desayuno o que también nos ofrecía las habitaciones del hotel por 370 INS, sin vacilar decidimos pagar tres noches, elegimos la de 250 INS con desayuno (fuimos unos pardillos por cogen tantas noches en este antro y sobre todo por no pedir ver las habitaciones antes de pagar). La habitación era cutre, cutre y la limpieza no era precisamente una virtud de ella, pero para el rato que íbamos a estar en ella (pensamos), mi consejo es buscar otro hotel o negociar por menos dinero la habitación del hotel pero en el edificio del hotel ya que el lugar se compone de dos edificios y en el del hostel tienen habitaciones mejores pero la clientela es insoportable, nenitos borrachos que no te dejaran dormir y donde nadie pone orden, además en recepción son idiotas, al niño que está allí te dan ganas de matarlo, parece que su teléfono móvil es una extensión de su cuerpo y si necesitas algo parece que le molestas (claro, es que no puede seguir hablando por el telefonito). Te digo que la habitación en la que estábamos no vale ni 6 € y nos cobraron casi 60 €. La verdad es que después de tanto esperar aquel autobús, de ver esa habitación tan cutre, de ver que el día estaba acabando, que la oficina de turismos estaba cerrada y que no teníamos un plan para los próximos días estábamos bastante deprimidos. Decidimos dar una vuelta por el Mar de Galilea para levantar los ánimos pero nos tuvimos que conformar con ver el lago desde un pequeño paseo marítimo ya que las playas son privadas y rodean al lago con grandes muros ¡que porquería!, la depresión crecía, pero estábamos allí y algo había que hacer así que decidimos volver al cuchitril y preguntar en recepción por la mejor manera de llegar a las reservas naturales de los altos del Golán, sobre todo a la de Banias, pero en recepción nos dice que sin coche es imposible, entonces le pregunto donde podemos alquilar uno y nos dice que a esa hora en ningún lado que las agencias están cerradas, yo no me lo podía creer, que poco te ayuda el personal de este antro, la depresión era tal que me quería volver a casa, es que Tiberias me hacía mucha ilusión por la cantidad de reservas naturales que la rodean y por el mar de Galilea del que me había hecho falsas ilusiones y el día se terminaba y todo parecía indicar nos quedaríamos atrapados en esta ciudad sin hacer más que estar en esa habitación cutre y con ese personal con cara de amargados. En la pensión de mala muerte lo único que nos animan a hacer es alquilarle una bicicleta pora bordear el Mar de Galilea, cosa que ya teníamos pensado hacer, pero para tres días que estaríamos allí queríamos organizar algo más. Le dije a Javi que preguntando a esa gente del hostel no íbamos a ningún lado, necesitábamos información más fiable, así que al salir del hotel vi una agencia de viajes y le dije “vamos a preguntar que nos pueden ofrecer allí”. Cuando entramos en la agencia nos dicen que hay una señora que podía hablar en español con nosotros (parecía que nuestra suerte volvía a cambiar para mejor). La señora era argentina y estaba contentísima de podernos ayudar, le preguntamos por la manera de llegar a las reservas naturales de los altos del Golán y nos recomendó el alquiler de un coche porque los autobuses no iban por esa zona, nos dijo donde podíamos alquilarlo y que fuéramos ahora que seguramente estaría abierto, nos cansamos de darle las gracias, la verdad es que nos levantó el ánimo un montón. La agencia que nos recomendó se llama “El Dan”, llegamos en dos minutos y estaba abierta (no cerrada como dijo el bobo del hostel Aviv mientas seguía pegado a su teléfono móvil), así que reservamos el coche más barato que tuviesen para el día siguiente, la depresión había desaparecido así que después de comer unos súper shwarma nos fuimos a dormir al cuchitril y a ver como va la noche. 16/10/2008: dormimos más o menos bien y como habíamos pagado el desayuno fuimos al edificio del hotel que es donde está el comedor y la verdad es que el desayuno nos sorprendió gratamente, era bastante completo y delicioso, con el estómago bien cargado fuimos a buscar nuestro coche, nos cobraron por el 154 INS que te dan derecho a conducir durante 200 Km. al día si te pasas tienes que pagar 1,90 INS por Km. Nos pidieron el carnet de conducir, el pasaporte y una tarjeta visa en donde te cargan un depósito de 3000 INS por si le destrozas el coche. El coche que nos esperaba era un 4 puertas ¡con cambio automático!, yo me quería morir, yo no sabía ni que botón tocar, en mi vida vi un coche con cambio automático, así que empezamos a experimentar a ver en que posición de la palanquita el coche iba para adelante y en que posición iba hacia atrás. Al principio cuando quería frenar el coche se clavaba en seco, si venían coches detrás me iban a destrozar el automóvil, pero poco a poco le fui tomando el pulso y a los pocos kilómetros estaba encantada con el coche, no tenía que hacer nada y se conducía prácticamente solo y ahí nos fuimos bordeando el mar de Galilea. Como la carretera está más bastante alta puedes contemplar el lago desde arriba. Llegamos a la reserva natural de Yehudiya, apenas entras y compras la entrada te dan un mapa con diferentes rutas de trekking, hay un puesto de información donde te recomiendan los mejores senderos para hacer según tu forma física y tus expectativas, nosotros elegimos el sendero más largo y más duro en el que después de una caminata por encima de unas rocas puntiagudas llegas hasta un río donde cae una cascada y donde los más intrépidos pueden hacer rappel, el equipo lo alquilan en la reserva, luego sigues caminando a la par del río cuando de repente llegas a una especie de piscina natural donde tienes que sumergirte y nadar 30 metros (una bolsa estanca para la cámara y la ropa es imprescindible), luego sigues por el río hasta llegar a un desvío (camino largo o camino corto), el camino rojo (el largo) te obliga a sumergirte otra vez en otra piscina y requiere de otras dos horas como mínimo, el camino verde (el corto) te devolverá de regreso a la reserva sin mojarte más y te llevará en una hora, como nosotros queríamos aprovechar el tiempo para ir a otra reserva volvimos por el corto (a todo esto el trekking nos llevó cuatro horas), la experiencia vale la pena, es bastante Light comparada con la que vivimos en Jordania en la reserva de Wadi Mujib donde el río pasa por unos acantilados rojos e imponentes y donde la fuerza del río te obliga a seguir amarrándote con fuerza a unas cuerdas hasta llegar a una súper cascada, pero esta experiencia también estuvo bien. Una vez en nuestro coche seguimos carretera arriba, nuestro destino – los altos del Golán- más concretamente la reserva natural de Banias cerca de la frontera con Siria. En una hora nos pusimos allí, la entrada a la reserva nos costó 23 INS por persona (todas las reservas cuestan lo mismo). Cuando entras te encuentras con unas ruinas antiguas y como con unas especie de tumbas talladas en la montaña, luego sigues por un sendero (el de color rojo) que te llevará directamente a una cascada, en esta reserva no te dejan bañar y es muy suave el sendero, es más bien para realizar en familia, da igual la condición física que tengas es muy suave. Aquí en Banias volvimos a coincidir con el trío de viajeros españoles-germanos (el mundo del turista es muy pequeño). En la cercanías de la reserva hay un castillo la entrada cuesta 13 INS, aunque se ve que está un poco destruido y como ya caía la noche nosotros decidimos volver a Tiberias. La vuelta fue muy tranquila aunque en la entrada de Tiberias había mucho trafico, aparcamos el coche en el parking del hotel (algo bueno nos tenía que ofrecer el cuchitril además del desayuno), cenamos y a dormir. 16/10/2008: hoy después de otro buen desayuno fuimos a devolver el coche, como estaba todo bien y no les destrocé el coche me cancelaron el depósito de 3000 INS. Decidimos que era hora de pedalear, así que alquilamos las bicis en el hostel, por suerte en recepción había otro chico muy amable que nos explico un poco el recorrido, nos dijo que eran 59 Km., que no eran fáciles, que necesitábamos mucha agua y nos dio un plano donde nos marcó algunos lugares interesantes donde se pueden hacer algunas paraditas, así que ahí nos vamos con nuestras bicis, el trayecto transcurre por carretera, hay algunos tramos de carril para bici pero es más bonito el paisaje desde la carretera ya que está a más altura y así puedes ver el lago, en el camino hay unas cuantas iglesias para ver que sitúan el lugar donde Jesús hizo algunos de sus famosos milagros y también hay algunos kibbutz y Capernaúm que sitúa la casa de Jesús durante su estancia en Tiberias. El trayecto lo estábamos llevando de maravilla aunque con bastante calor por los que a las 12:30 de la mañana y cuando quedaban 28 Km. para concluir nuestro viaje decidimos que era hora de refrescarnos en el mar de Galilea, el problema es que todas las playas que pasamos eran privadas y por tanto de pago, y como solo queríamos darnos un chapuzón y seguir no nos compensaba pagar. Decidimos preguntar en una de esas playas si cerca había alguna playa pública y la chica de la entrada nos dice “no hay problema, entren en esta”, nosotros alucinábamos, nos abrió la verja y pudimos disfrutar de un baño refrescante, había mucha gente de acampada, familias enteras o grandes grupos de amigos, era viernes de sabbat y aquí la costumbre es pasar el viernes y sábado acampando cerca del lago, durante todo el día podíamos ver a gente acercarse a estos complejos y también a las playas publicas donde también dejan acampar y tienen baños y duchas, la mayoría de la gente llegaba en coche, otros haciendo auto stop y otros simplemente caminando y cargando con grandes mochilas, recordemos que en sabbat no hay bus y las personas muy religiosas no pueden usar el coche. Después de refrescarnos pudimos continuar y pasamos por un campo de minas antipersonas (por fuera, claro), dos horas después pasamos por la playas públicas y nos dimos otro chapuzón en el agua dulce de este lago, cuando el sol cayó casi por completo, a eso de las 17:30 horas llegamos a Tiberias, concretamente al hotel conde devolvimos las bicis sanas y salvas, el trayecto no fue excesivamente duro y hubiese estado mejor si se pudiera bordear el lago más de cerca pero eso es imposible por culpa de las playas privadas. Luego nos fuimos a cenar a donde pudimos porque estaba todo cerrado, muy pocos restaurantes no hacen sabbat, encontramos un restaurante italiano abierto en el que no había ni una rata pero comimos muy bien y barato. Después de una duchita y de tanto pedalear durante el día solo queríamos dormir, pero a las tantas de la madrugada escuchamos como un chico borracho gritaba como un loco, no se le entendía nada porque hablaba en hebreo, nosotros le gritamos desde la habitación que se callara y el muy imbécil se puso a golpearnos la puerta mientras gritaba como un marrano, quería abrirnos la puerta. Javi se levantó, abrió la puerta y casi le rompe la cara, pero el idiota no le tenía miedo y se quería meter en la habitación, al final lo empujó y le cerró la puerta en la cara, la verdad es que yo me asusté un poco, mas que nada porque aquí la gente va armada por la calle y quien sabe si ese chaval podría tener un arma también y hacernos daño, la cosa es que nos molestó durante toda la noche, cada dos por tres intentaba abrirnos la puerta, esa es una gran diferencia entre musulmanes y judíos – el alcohol- nunca nos pasó nada parecido en ninguno de nuestros viajes, aquí la gente, sobre todo la juventud, son bastante borrachines y si encima te alojas en un antro como este en el que nadie pone orden el cabreo lo tienes asegurado. 17/10/2008: después de una noche movidita, solo queríamos irnos de ese hotel de mala muerte y ya no queríamos saber nada de esta ciudad, así que nos fuimos a desayunar temprano y ya empezamos bien el día, en el desayuno ya no había para hacer tostadas porque era sabbat, yo pensé y a mi que me importa si yo no hago sabbat, tampoco omelet por culpa del sabbat, la verdad es que no sé ni como había café porque por esa regla de tres si no puedes hacer huevos ni tostadas tampoco deberías poder calentar el agua para el café, me parece a mi que estos tienen un cuento….podrían habernos informado que en sabbat el desayuno no sería como siempre y no lo pagábamos y lo tomábamos en otro lado, así que ya saben que en sabbat en este hotel no hay que pagar el desayuno, eso sí hay que asegurarse el día anterior si hay algún lugar abierto en el que se pueda desayunar o en su defecto comprar algo en algún supermercado. Con ganas de largarnos de allí le pedimos información al de recepción de como podíamos ir a Jerusalén y el tipo se cachondea de nosotros, nos dice que si queremos ir en avión o mejor en taxi por 600 INS, nosotros le decimos que estamos hablando en serio y nos dice que esto es Israel y hoy estamos en el loco sabbat, el nos aconsejaba pasar otra noche en su porquería de hotel y salir para Jerusalén por la mañana, nosotros pensamos “NI MUERTOS”, otra noche más allí y mejor que nos volvemos para casa que estamos mejor. Decidimos dejarle las mochilas allí e ir a averiguar algo sobre los buses a Jerusalén, la estación de bus estaba cerrada y para colmo mientras íbamos hacia ella unos policías nos paran y después de preguntarle a Javi si lleva lago ilegal o si tomaba drogas, lo cachearon de arriba a bajo y nos pidieron la documentación, va a ser que en este pueblo caminar en sabbat es delito. Después de nuestra experiencia policial preguntamos en un hotel cercano a la estación de bus si sabía algo sobre los buses y el señor de la recepción nos dijo que no sabía a que hora salían los buses a Jerusalén pero que la estación abría a las 15:30 hs. Como estaríamos atrapados hasta la tarde en Tiberias decidimos pasar el día en un parque acuático que vimos el día anterior mientras hacíamos nuestro Tour de bicicletas, en 10 minutos ya estábamos allí, pagamos por la entrada 70 INS cada uno y allí pasamos el día tirándonos por unos toboganes suicidas con un ángulo de casi 90º. Al principio Javi tenía miedo de tirarse por ellos y la verdad es que yo también, pero una vez que te animas después no puedes parar, también había una súper piscina que en determinados momentos simulaba las olas del mar, este país es así, de repente te parece que estás en el tercer mundo como de repente estás en un país de lo más moderno. Así pasamos el día, lo que se dice…. ¡vacaciones!. A las 15:30 hs fuimos a buscar las mochilas y nos fuimos a la estación de bus, los buses a Tel-Aviv parten cada 15 minutos desde las 16:00 hs (en sábado de sabbat) pero el primero para Jerusalén sale a las 17:30 hs, cuando fue la hora subimos al bus que nos cobró 74,80 INS los dos billetes, este bus hace una pequeña parada en Afula, como había mucho tráfico el bus tardó 3 horas y media en llegar, en el bus coincidimos con una señora bastante habladora que nos contó que su hermano había muerto en un atentado terrorista en Jerusalén, nos quedamos mudos, ¿Qué se dice cuando de repente te cuentan algo así?. Cuando llegamos a Jerusalén la señora habladora nos indicó donde tomar los buses que te llevan a la ciudad vieja, tomamos el bus 6 que te deja en la puerta de Damasco, pero también se puede tomar en la misma parada el bus nº 20 que te deja en la puerta de Jaffa (aunque este bus siempre va lleno de gente y si el chofer dice que ya no suba más gente te quedas abajo), los trayectos en estos buses cuestan 5,70 INS. Cuando llegamos a la puerta de Damasco y atravesamos las murallas para entrar en la vieja Jerusalén empezamos a buscar alojamiento, yo en principio quería ir al hostel Hebrón pero en la guía lo ponen fatal y Javi no quería, así que aunque fue el primero que vimos pasamos de largo sin preguntar, llegamos al Cidadel Young Hostel. Para llegar aquí necesitamos la ayuda de algunos viandantes musulmanes que nos preguntaban si necesitábamos ayuda al ver que no nos aclarábamos con el mapa y tantas callejuelas, el hostel estaba completo así que seguimos caminando hasta llegar a la puerta de Jaffa y en el Petra hostel también estaban full, justo al lado metido en una callejuela estaba el New Imperial Hotel que si tenía una habitación libre pero solo por esa noche, nos cobró 315 INS por la habitación y el desayuno o podíamos pagar 280 solo por la habitación (el desayuno es una cutrada así que es mejor no pagarlo y desayunar en otro lado). Una vez que dejamos las mochilas decidimos movernos por distintos hostales para ver si encontrábamos habitación para los siguientes días, preguntamos en el Gloria hotel que la guía lo pone muy bien pero se equivocaron totalmente en el precio, de hecho cuando nos acercamos a preguntar ya nos pareció raro porque era bastante lujoso y el de recepción cuando vió la guía Lonely Planet en nuestras manos no dijo – cierren el libro- La habitación aquí cuesta 180 dólares, nada que ver con los 60 $ de la guía, fuimos entonces hasta el Cidadel y el chico súper amable nos dijo que para mañana también estaba full, nos recomendó preguntar en Petra y en Jaffa Gate hostel, fuimos hasta Petra y nos dice que seguramente tenga habitaciones libres pero que mejor fuéramos mañana a las 10:00 hs, lo mismo nos dijeron en Jaffa Gate Hostel, así que como ya eran las 24:00 hs cenamos y nos fuimos a dormir, la habitación que teníamos era sencilla pero una de las mejores que habíamos tenido hasta ahora, estaba muy limpia y era muy amplia, pero bastante carilla para lo que realmente era, pero aquí en Israel por ese precio no puedes conseguir una buena habitación de hotel como sucedería en España o en otros muchos países. 19/10/2008: a las 6:00 hs de la mañana empieza a haber un barullo impresionante y ya no se puede dormir, gente caminando por los pasillos, se escucha el tráfico de la calle, mucho ruido, nos levantamos y vamos a probar nuestro desayuno, nos cobraron por él 5$ por persona, en un principio nos pareció un buen precio para un desayuno buffet y teniendo en cuenta que por un café y un croissant te cobran más de 4 € en cualquier cafetería era lo mejor que podíamos hacer, pero la verdad es que pasamos un hambre impresionante, no había nada calentito para comer todo eran salsitas orientales tipo humus para untar en pan, el café tenia un gusto asqueroso, no sabemos si era el café o los vasos, el café era soluble (aquí es el que más se consume) a mi eso no me importa porque estoy acostumbrada a tomarlo así, pero no había tazas te lo tenías que servir en unos vasos desechables, como los térmicos, pero que asco de café, no se tragaba, así que me hice un té y también tenía un gusto raro así que creemos que eran los vasos, no tendría porque saber mal el café en esos vasos pero a lo mejor los guardaron cerca de algún producto que los contaminó, ese material del que están hechos es muy poroso. Una vez que recogimos nuestras cosas vamos a buscar un alojamiento más económico. En el Jaffa Gate Hostel no tenían habitaciones pero en el Petra sí, nos mostró varias habitaciones y nos quedamos con una de 150 INS, en este hotel te puedes preparar gratis todo el té y café que quieras, es una buena opción para desayunar en sabbat. Una veZ que teníamos alojamiento cambiamos algo de dinero, Jerusalén es una de las mejores ciudades para conseguir un buen cambio, también para chatear ya que aquí puedes usar Internet por 3 INS durante 15 minutos y en el resto del país te piden 10, 20 o 25 INS la hora y una hora es lo mínimo que te obligan a usar, que estás menos tiempo pues pagas una hora igual (eso es un robo). Lo primero que hicimos fue ir directamente a la oficina de turismo que está es Jaffa Gate y allí preguntamos por el festivo que había en esa semana, nos dijo que volvía a ser como sabbat que empezaría el lunes a las 14:00 hs y terminaría el martes por la noche así que nos recomendó alquilar un coche, nos dio la dirección de varios sitios donde podíamos alquilarlos y le preguntamos donde podríamos aparcarlo por la noche y nos señaló en el mapa varios parking abiertos que no cierran en sabbat (hasta los parking cierran en sabbat, así que cuidado). Entonces fuimos directamente a reservar un coche. Para ello tuvimos que salir de la zona vieja pasando por la puerta de Jaffa donde hay unos chicos con camisetas rojas que te ofrecen un Tour de 3 horas completamente gratis por Jerusalén, el Tour comienza todos los días a las 11:00 horas de la mañana y es de lo poco que queda gratis en Jerusalén, creo que es una iniciativa del ministerio de turismo israelí, como nosotros teníamos como prioridad reservar el coche para mañana que es cuando empieza el festivo no hicimos el Tour porque cuando volvimos ya pasaban de las 11:00 horas. Reservamos el coche en Shlomom Sixt, nos cobrarán por el 35$ por día solo cobran en dólares pero si no tienes te lo cargan en la tarjeta y la verdad es que al cambio te sale bastante bien porque a mi me cargaron 27,34 € por día. Bueno, con la tranquilidad de que ya tendríamos coche para los dos días de loco festivo en Israel nos dispusimos a recorrer la ciudad vieja, empezamos por el santo sepulcro, es una iglesia bastante grande y con cosas interesantes para ver , lo peor que tiene es la gente fanática que la visita, apenas entras hay como una piedra en el suelo con unos farolitos encima, esta piedra se supone que es aquella donde depositaron el cuerpo muerto de Jesús cuando lo bajaron de la cruz, pues bien sobre esta piedra la gente frotaba y frotaba pañuelos de papel, fulares o alguna prenda de ropa que luego se frotaba por la cara, nosotros no entendíamos nada, luego había otras personas llorando porque hacía más de 2000 años que Jesús se murió y lo más penoso fueron las peleas, gritos, empujones y demás actos lamentables que presenciamos cuando la gente se desesperaba por entrar a un sepulcro artificial y demasiado extravagante que se encuentra en medio de la iglesia. Se supone que allí hay un trozo de la piedra del santo sepulcro original y además al parecer hay una piedra que es en la que supuestamente estaba sentado un ángel o el alma de Jesús (no estoy segura de cómo es la historia) cuando las mujeres entraron en el sepulcro y el cuerpo de Jesús había desaparecido, ¡¡menuda estupidez!! y la gente matándose por ver eso, la verdad es que nos entró un bajón de moral después de ver todo aquello (como podemos ser, los humanos, de mentes tan simples, no lo entiendo). Salimos de allí y seguimos rumbo por la vía dolorosa es aquí donde se supone que sucedió el calvario de Jesús, a lo largo de esta calle que atraviesa tiendas y bazares se encuentran las estaciones, se llama estación a un lugar concreto y señalizado en donde sucedió algún acontecimiento durante el calvario, por ejemplo la iglesia del santo sepulcro es la última estación porque aquí murió y fue enterrado Jesús, pero hay otras estaciones como la que señaliza el lugar donde Jesús calló por primera vez, otra donde Verónica le limpió la cara, otra donde Jesús vio a su madre entre la multitud, otra en donde un hombre, ¿Simón?, le ayudo a cargar con la cruz, otra donde fue golpeado y torturado, otra donde le dieron la cruz y otras más, creo que son 13, la mayoría son iglesias o una especie de puertas entre los bazares que se encuentran a lo largo de esta calle. A mi me pareció un poco aburrido, pero había gente que lo vivía con gran emoción. Por fin llegó el momento de contemplar el muro de las lamentaciones ya eran las 14:30 horas cuando atravesamos un túnel de piedra, le llaman el túnel del muro occidental, aquí se pueden ver judíos rezando. Para entrar a la plaza donde se encuentra el muro tienes que pasar unos controles de seguridad, había muchísima gente y hacía un calor de muerte, el muro está dividido en dos, en un lado rezan los hombres y en el otro las mujeres, cuando los judíos terminan de rezar salen del muro caminando hacia atrás, se debe vestir modestamente, con los hombros y piernas cubiertos, aunque esta norma la exigen en cualquier lugar religioso. El muro nos pareció bastante pequeño, por la televisión parece más grande, aquí puedes ver a los judíos más religiosos con sus trajes y peinados típicos, los hombres deben llevar la cabeza cubierta (con una visera es suficiente), a las mujeres solo se les pide que vistan discretas. Justo al lado del muro hay como y puente-túnel de madera que es el acceso para no musulmanes al monte del templo o explanada de las mezquitas donde se encuentera la cúpula de la roca que es donde Mahoma realizó su maravilloso viaje desde Medina y también donde Abraham preparó el sacrificio de su hijo y donde también está la mezquita Al-Aqsa, pero aquí solo se puede entrar de 7:00 a 11:00 horas de la mañana. Una vez que nos acercamos al muro, riñeron a Javi por no tener la cabeza cubierta y disfrutamos del fanatismo religioso de los judíos (es que estamos en fiestas Sukkot). Luego fuimos a la ciudad de David que está muy cerquita, pero es una ruina, no hay nada interesante para ver eso sí los judíos la recorrían con gran entusiasmo, claro, es la ciudad de su rey. Luego visitamos el barrio judío donde hay otras iglesias como donde descansa María, la tumba de David donde los judío rezan con pasión frente a un ataúd donde no hay nada dentro, pasamos por el cardo Maximus (que esta hecho una ruina), también encontramos el museo del holocausto y después de tanta caminata cuando el sol empezaba a caer y a hacer frío (en Jerusalén hay muchísima humedad, por la tarde hace mucho calor y por la noche bastante frío), yo me empecé a sentir mal, suponemos que fue de no comer nada, es que con la impaciencia de verlo todo y de andar de aquí para allá se nos fue el día y ni nos acordamos de la comida, cuando por fin nos sentamos en un restaurante para comer yo ya estaba fatal, la cabeza me explotaba del dolor, tenía la camisa empapada y tenía mucho frío, después empezaron las nauseas y vómitos, no pude probar bocado así que nos fuimos al hostel y me quedé frita con dos mantas gordas encima, tenía tanto frío. El día terminó para mí. 20/10/2008: hoy nos levantamos temprano, normal después de acostarnos tan pronto por culpa de mi mal estado pero hoy estaba como nueva así que a la 7:30 horas salimos del hostel hacia el monte del templo, como nos quedaba de camino entramos en el santo sepulcro para ver si podíamos entrar en el falso sepulcro ya que teníamos curiosidad por ver que había dentro y por saber por que la gente se mataba por entrar allí, pero aquello estaba lleno de gente, ya estaban haciendo cola para entrar entonces seguimos camino hacia el muro de las lamentaciones, todavía no eran la 8:00 hs de la mañana y en el muro había más gente que ayer por la tarde, nos dirigimos directamente a la entrada para no musulmanes del monte del templo y cuando entramos pudimos contemplar la belleza de la cúpula de la roca, si no eres musulmán no se puede entrar dentro, por fuera es muy bonita pero he leído que el interior también es espectacular, la mezquita de cúpula negra está en frente pero tampoco puedes entrar (aquí mataron al rey de Jordania en el año 1951 y el ex rey Husein se salvó de milagro, también aquí un turista australiano la prendió fuego). Aquí volvimos a coincidir con el trío de españoles-germanos con los que intercambiamos impresiones del país, parecía que se lo estaban pasando bien y que les gustaba mucho todo lo que Israel les ofrecía, aunque nos contaron que tuvieron problemas en algunos restaurantes por culpa de las propinas, al parecer los camareros querían más y se lo decían a la cara, con todo el morro del mundo. Luego fuimos a recoger nuestro coche, nos dieron uno con cambio automático igualito al que alquilamos en Tiberias, cuando me hice con el coche cogimos la carretera hacia el mar muerto, después de 30 Km. llegamos pero nosotros seguimos unos 40 Km. más hasta la reserva natural de En Gedi, donde hicimos un trekking por el wadi David. Es un río que tiene unas cuantas cascadas donde te puedes bañar, mientras atraviesas el desierto de Judea, te encuentras con cuevas donde atraviesa el río y forma cascadas, es una experiencia muy buena. Después de 3 horas de caminata y baños decidimos ir hasta Masada que está a 20 Km. pero cuando llegamos estaba cerrada, el último teleférico parte a las 15:00 horas y ya pasaban, entonces dimos marcha atrás y volvimos a En Gedi pero esta vez a la playa pública del mar muerto, como hoy es fiesta las familias y amigos vienen a acampar cerca del agua como hacían en Tiberias, disfrutamos otra vez de la experiencia de flotar en estas saladísimas aguas, aunque a mi me parecía que flotaba más del lado Jordano, a lo mejor es que la primera vez te impacta más. A Javi le ofrecieron barro del mar, se embarró todo, se secó al sol y luego se metió en el mar para limpiarse. Cuando ya cayó la noche volvimos a Jerusalén, aparcamos el coche en un parking abierto de la puerta de Damasco, nos cobraron 10 INS toda la noche hasta la 8:00 horas de la mañana, como la puerta de Damasco está en el barrio musulmán y hoy era fiesta Sukkot había muchísimo ejército, pero solo en esta puerta, cenamos y nos pasó lo de la propina que nuestros coleguitas nos habían contado, luego fuimos al hostel a intentar dormir, digo intentar porque hay muchísimo ruido en el Petra hostel, tanto de huéspedes (las habitaciones dan a un hall con sillones a modo de sala de reuniones y además cerca hay un colegio y a las 6:00 de la mañana ya no hay quien duerma). 21/10/2008: hoy es fiesta y está todo cerrado, no hay ni una triste cafetería para poder desayunar, decidimos ponernos en marcha temprano, hoy queremos visitar las cuevas Sorek que están cerca de Jerusalén aunque no tenemos ni idea de donde están realmente, empezamos dando unas vueltas con el coche para ver si había alguna cafetería para tomar un café, es entonces cuando un taxista nos pregunta que buscábamos, le decimos que queremos comer y nos dice que lo sigamos, para en una esquina y le indica a Javi donde hay un hotel donde se puede desayunar por 100 dólares, todavía no sé como Javi no lo mandó a la mierda, cuando Javi viene y me dice eso ya me empecé a cabrear y pasé del taxista, arranqué a toda mecha y que se olvidara de mi el tipo tonto ese, esta gente creo que tiene una idea bastante equivocada de Europa, se deben de pensar que somos todos multimillonarios, pero lo peor es que no usan el cerebro, si yo me pudiera pagar un desayuno de 100 dólares no me tendría que guiar el taxista hasta ese hotel porque ya estaría alojada en él y además no nos moveríamos en el coche más barato que te puedan alquilar en una agencia. Como habíamos comprado unas galletitas el día anterior decidimos ir tirando con eso e ir localizando las cuevas Sorek, después de dar muchas vueltas y preguntar a bastante gente dimos con el lugar, es súper fácil llegar hay que ir hasta Ein Kerem y tomar esa carretera todo recto hasta llegar a un cruce en el que hay un cartel señalizando la entrada a la reserva, pero nosotros no teníamos ni idea de a donde estaban y por eso nos costó tanto dar con el lugar hasta que le preguntamos a un excursionista que hacía una ruta de senderismo y a un motero, ambos nos guiaron estupendamente. Mientras conducíamos pudimos comprobar lo mucho que les gusta el deporte y la naturaleza a los israelitas, como era festivo la gente aprovechaba y montaba en bicicleta por unas cuestas que ni aquí en Galicia vi algo igual, además había un montón de parques naturales en la zona y se veía a familias enteras haciendo las rutas de senderismo por dichos parques, eso me gustó mucho del país está muy bien organizado para disfrutar de la naturaleza. Cuando por fin entramos a la reserva y compramos la entrada (23 INS por persona) nos asignaron un grupo, a la cueva solo se puede entrar con un guía, en primer lugar el guía conduce al grupo a la entrada de la cueva y te muestran una película, está en hebreo pero se entiende bien por las imágenes, te muestra como se descubrió la cueva, como se forman las estalactitas y estalagmitas y las formaciones que veremos dentro, cuando por fin entras en la cueva te quedas tonto de tanta belleza, la verdad es que no me imaginaba algo así, la cueva es pequeña pero con una cantidad de formaciones que nunca habíamos visto algo igual, además le ponen una iluminación tenue que le aporta un encanto especial, sin duda valió la pena todas las vueltas que dimos en el coche, esta cueva es alucinante. Después volvimos a Jerusalén y aprovechamos que teníamos coche para subir al monte de los olivos y sacar unas cuantas fotos panorámicas de la ciudad, luego tomamos ruta y nos fuimos al mar muerto, esta vez nos quedamos en la primera playa que encontramos se llama Kalia Beach es privada, como todas las que allí hay, la única pública es En Gedi que para llegar hay que recorrer 40 Km. más, en esta playa nos cobraron 35 INS por persona, es un poco caro para lo que ofrece pero también es una de las más económicas que hay en la zona, allí nos quedamos hasta que cayó el sol, luego volvimos a Jerusalén y como ya eran las 19:00 horas los restaurantes y tiendas empezaban a abrir, así que cenamos y nos fuimos a descansar. 22/10/2008: hoy nos levantamos con la duda de devolver el coche o quedarnos con el dos días más, al final decidimos devolverlo ya que la gasolina está carísima y ayer por medio depósito nos clavaron 30 € (sale más barato el alquiler del coche que medio depósito de gasolina), desayunamos, le pedimos en el hotel que nos guardaran las mochilas (no queríamos pasar más noches en Jerusalén) y nos fuimos a la estación central de bus, para ello tomamos el bus 20 en la puerta de Jaffa, una vez en la estación de bus compramos los billetes para ir a Masada y cuando no dice el precio de los billetes de ida y vuelta a Masada nos dimos cuenta de que lo de devolver el coche fue un error, el alquiler te sale a menos de 154 INS y el billete nos salió por 140 INS (los dos) a los que hay que agregar 5,70 INS por cada trayecto en los buses interinos, o sea que somos unos atontados y más atontados somos cuando en la guía vienen bien claritos los precios de todo, resignados compramos los billetes y tomamos el bus, nos esperan dos horas y media de camino. Cuando por fin llegamos, el bus te deja a la entrada de la reserva, compramos la entrada, si decides subir y bajar a pie la entrada cuesta 23 INS, por el contrario si quieres subir en teleférico y bajar a pie cuesta 48 INS y si decides subir y bajar en teleférico te cobran 61 INS, para nosotros lo mejor fue el teleférico ya que dependíamos de los buses de regreso a Jerusalén y caminando lleva mucho tiempo, si se va temprano o “en coche” puede ser una experiencia matadora pero entretenida y divertida si te gusta mucho caminar. En la reserva antes de subir al teleférico te muestran una película muy interesante, te cuenta la historia de Masada, una historia llena de acción e intrigas. Luego subes al teleférico y comienzas tu ruta por Masada. Las ruinas están un poco hechas polvo, pero ya nos lo imaginábamos, los lugares arqueológicos en Israel no están tan bien conservados comos en otros países, pero seguro que habrá países en que los lugares con el mismo interés cultural está en peor estado, por los años, el clima, las guerras, terremotos, saqueos, por mil motivos. Después de nuestra visita esperamos el bus en la entrada de la reserva, estuvimos un rato esperando por él, los buses y trenes siempre van con retraso en este país. El bus hace varias paradas en su trayecto y en una de esas paradas sube una señora que hace levantar a una chica del asiento para sentarse ella, a todo esto, el bus iba casi vacío, a medida que el bus paraba y subía gente se terminó por llenar, en una de esas paradas sube una chica y la señora anteriormente mencionada estaba sentada del lado del pasillo del bus y su bolsa la tenía en el asiento que da a la ventanilla, la chica que subió le pide que la deje sentar pero la señora como estaba leyendo la Torá (ese librito que leen los judíos) no le hizo ni caso. Yo al ver la situación y como estaba sentada justo detrás de ella, le toqué los hombros (bueno en realidad la sacudí bastante) y la llamé pero no me hacía caso, la tipa estaba como en trance, había unos soldados en el bus con sus metralletas y no le dijeron nada a la señora, la chica estaba colorada porque la situación era muy fea, la indiferencia era total por parte de todo el mundo y la señora que ocupaba los dos asientos ni se inmutada, al final Javi le hecho una ojeada al bus y le consiguió un asiento a la chica y la señora mala siguió todo el viaje ocupando sus dos asientos y leyendo el librito ese que debe de poner que seas una hija de p…. con todos tus semejantes, la verdad es que en Jerusalén encontramos a la gente más perra que conocimos en toda nuestra vida. Cuando llegamos a Jerusalén y mientras esperábamos otro bus para ir a la zona vieja coincidimos con la chica que lo pasó tan mal en el bus por culpa de la señora aquella y en perfecto español nos pregunta ¿de dónde son?, la chica es marroquí pero desde pequeña vive en Bruselas, con ella intercambiamos muchas opiniones de este país, nos contó que ya no aguantaba más actitudes como la que acababa de padecer, también nos contó que el día anterior había estado en Palestina, concretamente en Nablus, Ramallah y Belén y que en el check point la retuvieron durante una hora, la hicieron desnudar de cintura para arriba y que se sintió humillada solo por ser de origen marroquí, también nos contó que se encontró con otros viajeros y que a nadie le gustaba la gente de Israel y que Palestina era como respirar aire fresco, que la gente era súper amable, nosotros le dijimos que en un principio queríamos ir a Belén pero ya estábamos un poco cansados de la gente y del ruido de Jerusalén, es una ciudad difícil o por lo menos lo fue para nosotros, no se descansa bien porque es demasiado ruidosa, la gente está a la defensiva todo el rato y siempre está llena (demasiado llena) de turistas, y pasar otra noche más aquí era una tortura para nosotros además pronto se acercaba, otra vez, el sabbat y si no te quieres quedar tirado tienes que espabilar, por otro lado este país era muy caro para nosotros y la calidad y el precio no guardaban una buena relación así que ya teníamos decidido pasar nuestros últimos días de viaje en el Sinaí (con gente normal), que de solo pensar en la cara de perro de los polis del check point ya me ponía de mala leche. Nos despedimos de nuestra amiga y nos fuimos a recoger las mochilas, luego volvimos a coger el bus a la estación central y compramos unos billetes para Be’er Sheva (nos cobró 50 INS por los dos), en el bus no había asientos para todos así que nos tocó ir sentados en el pasillo del bus durante hora y media. Índice del Diario: ISRAEL POR LIBRE (OCTUBRE 2008)
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