Al día siguiente nos levantamos a las 06:00 para poder estar a las 07:00 en el Restaurante Buffet “Jalisco” desayunando. Después de desayunar, nos fuimos al “Sports Bar” que está a la derecha del Bar Salón “Maguey”, para coger sándwiches, hamburguesas y botellas de agua para tomar por el camino. El “Sports Bar” está abierto las 24 horas, y en el podéis encontrar aparte de varias pantallas con diferentes canales de deportes de todo el mundo, todo tipo de comida rápida y bebidas, para poder tomarlas en el bar o para llevártelas.
Antes de salir, guardamos cada uno 20 pesos y 100 pesos en cada bolsillo. Esto era por si nos paraba la policía, podíamos pagar la "multa" que ellos quisieran ponernos. Normalmente, por lo que pude leer en foros, unos 100 pesos la policía local, y unos 500 pesos la policía militar.
A las 08:00 ya estábamos montándonos en el coche para comenzar el camino.
El primer trayecto era hasta Chichen-Itzá, a 275 km desde el hotel. (4:15h)
Al principio la carretera es la autovía 307, de dos carriles para cada sentido. Con muchos badenes de diferentes tipos, hundidos, elevados, etc. Unos 65 km. (0:56 h.) Cuando llegamos a Tulum, nos desviamos en la intersección a la derecha para coger la carretera 109, dirección Coba - Pacchén.
La carretera 109 es de un solo carril para cada sentido, sin curvas pero con badenes de cemento. En ella encontramos algunas casas y tiendas que vendían recuerdos para los turistas. Unos 43 km. (0:37 h.) Llegamos a una rotonda y cogemos dirección Valladolid - Chichen-Itzá. Unos 31 km. (0:30 h.) Era curioso ver como todas las carreteras eran líneas rectas, sin curvas.
Después llegamos a una intersección, cogiendo la carretera de la izquierda, la 180, dirección Mérida – Valladolid. Seguían apareciendo pequeñas zonas pobladas de 2,3 o 4 casas y tiendas por la carretera.
Recorremos la carretera 180 hasta llegar a Valladolid. Unos 24 km. (0:18 h.)
Cruzamos Valladolid, siguiendo los carteles de Chichen-Itza. Unos 4,4 km. (0:20 h.)
A la salida de Valladolid, seguimos por la carretera 180, dirección Mérida Libre – Chichen-Itza. Unos 41,5 km. (0:30 h.) Este segundo tramo de la 180 nos lleva hasta el cruce de Chichen-Itza, girando a la izquierda.
Después de girar, recorremos unos 700 metros hasta la entrada del Parking. El estacionamiento vale 10 pesos (0,60€), y se abona a la entrada.
Después de comprar alguna bebida fresca, fuimos a la taquilla a pagar la entrada que salía 48 pesos (3,00€). Nos dieron un ticket y una pulsera.
Al final del camino de entrada, nos encontramos con “La Pirámide de Kukulkán” o también llamada “El Castillo”. No se puede subir a la Pirámide ni entrar a ver la pirámide interior.
Luego recorrimos el lugar viendo “la plataforma de Venus”,
“el Templo de los Guerreros”,
“el grupo de las mil columnas”,
“los baños de vapor”,
“el Mercado”,
“la casa Maya”,
"el camino Maya"
“el Osario”,
“el Chichanchob”,
“el Observatorio”,
“el conjunto de las Monjas”,
"el Templo de los tableros esculpidos",
“el Juego de Pelota”,
“el Templo del Norte”, “plataforma de Águilas y Jaguares”,
“Tzompantli”,
y por ultimo “el Cenote Sagrado”.
Se nos paso por ver algunos sitios, pero el calor que hacía era horrible, infernal. Paramos para comprar bebida fresca varias veces en los puestos que hay por el interior, pero se calentaba rápidamente. En alguna ocasión, me eche agua fría por la cabeza y en la gorra, y en cuestión de dos minutos ya estaba seco. ¡¡¡Fue Horrible!!!
Estuvimos regateando en los puestos que están en el camino que hay hacia “el Cenote Sagrado”. Compramos algunas cosas después de mucho regatear, pero en el último intento de regateo en uno de los puestos, perdí los papales. Estaba intentando regatear una figura de madera, y cuando me di cuanta estaba saliendo por la puerta de Chichen-Itza, con mi novia y mis amigos. Por lo que contaron, perdí la cabeza durante unos instantes por un golpe de calor, ya que me puse a buscar por todos los puestos una figura de madera por un euro (15,88 pesos). Mi novia y mis amigos me llevaron hasta la salida y no me dejaron acercarme a ningún puesto en el camino. A mi novia le salieron ampollas en los hombros por el calor.
Volvimos al coche y antes de continuar la ruta, almorzamos lo que habíamos traído del Sports Bar del hotel, y de camino descansamos un poco.
Antes de montarnos en el coche, paso por el lado un coche de la policía, y cuando nos vio, dio la vuelta y se dirigió hacia nosotros. Cuando vi que daban la vuelta, les dije a mis amigos que se metieran en el coche. Después de saludarnos y preguntar de donde eramos, me preguntaron que ha donde nos dirigíamos, contestándole que nos dirigíamos a Valladolid. En ese momento ellos se ofrecieron acompañarnos, para que no nos perdiéramos. Yo les conteste que no hacia falta, ya que yo ya conocía muy bien el Yucatan por las mucha visitas, y me consideraba medio mejicano. ¡¡¡RISAS!!! Se despidieron y se marcharon.
Cuando ya estaba llegando a la puerta de salida del parking, apareció el coche de la policía a toda velocidad por el lado derecho, y se nos puso delante. Antes de salir, saco el brazo el policía, para que le siguiéramos, ya que nos querían acompañar a nuestro destino.
Cuando salimos de Chichen-Itza, giramos a la derecha, cogiendo el camino de vuelta a Valladolid, con el coche de la policía delante nuestra. Cuando llevamos unos 4 km, y dejando que el coche de policía se distanciara de nosotros, gire en el primer carril que había a mano derecha, que es la entrada al cenote Ik-Kil.
Cuando los policías me preguntaros en Chichen-Itza, yo les dije que nos dirigíamos a Valladolid, aunque la verdad es que nos marchavamos al Cenote Il-Kil, que esta ha unos 4,5 Km. (0:05 h.) volviendo por el camino que habíamos cogido a la ida. Esta a la derecha y cuando entras en el carril te encuentras la taquilla. La entrada costo 60 pesos (3,80€).
Aparcamos en un parking de tierra, entre varios autobuses, y salimos rápidamente del coche. De allí nos dirigimos a donde se veía alguna construcción, que eran las taquillas, aseos y los cambiadores. Cuando ya estábamos en la instalación, vimos de lejos, como el coche de la policía estaba dando vueltas por el parking.
Nos cambiamos en los vestidores y dejamos la ropa en las taquillas que se encuentran en el exterior.
Nos asomamos desde arriba, y la vista era impresionante.
Cogimos las escaleras y desde un pequeño balcón, nos quedamos sorprendidos del lugar.
Las escaleras están húmedas y hay que bajar con cuidado para no resbalar. Cuando llegas abajo te quedas con la boca abierta, al ver lo grande que es el cenote, el contraste de las plantas y las pequeñas cascadas de agua cayendo hacia el cenote, con el reflejo de la luz entrando por la cavidad del techo.
Nos tiramos al agua y estaba muy fresquita. Agua cristalina en la que se veía algunos pequeños peces. Después del calor que pasamos en Chichen-Itza, esto nos revitalizo. Hay otra escalera hacia una superficie un poco más elevada, para poder tirarse desde unos 5 metros. Desde abajo se ve poca cosa, pero cuando te ves en el sitio te parece el doble de altura.
Al final nos tiramos un par de veces. Una hora después, no nos queríamos ir, pero teníamos que continuar la ruta. Al salir nos mojamos en unas duchas que están en el exterior. Nos cambiamos, y de nuevo a la carretera, volviendo por el camino de ida hacia Valladolid, que se encuentra a unos 35 Km. (0:30h.).
Paramos en el Parque Francisco Cantón, en la cual se encuentra los bancos de los enamorados.
En uno de los laterales la Iglesia de San Servacio, en otro la oficina de Turismo, y en el otro lado varias tiendas de suvenires.
Después nos dirigimos hacia Coba por el mismo camino de la ida, que estaba a unos 60 Km. (0:55h).
Cuando llegamos a la rotonda de la carretera 180, nos desviamos a la derecha, después de un corto camino llegamos al pueblo Monte Carmelo, lo cruzamos y giramos a la izquierda, dejando a la derecha el Lago Coba.
Al final del camino encontramos el parking de la zona arqueológica de Coba. Llegamos a las 18:30 y ya estaba cerrado. Su horario es 08:00 a 18:00. Dimos una vuelta por el lago de Coba y nos dirigimos de vuelta al hotel.
Cuando queda poco para llegar al hotel, paramos en una gasolinera para rellenar el depósito que estaba casi vacío. Pagamos 380 pesos (24,00€) y lo llenamos. Nos quedamos muertos, 6,70 pesos (0,42€) el litro.
Llegamos a las 20:00 al hotel y nos fuimos directos a la ducha para después irnos a cenar. Cenamos otra vez en el restaurante buffet “Jalisco”. Nos tomamos unas copas en el bar “el Kiosko” y después nos fuimos directos a dormir, que al día siguiente volvíamos a la carretera.
Por el camino a la habitación nos encontramos con unos animales que no habíamos visto antes y no pudimos saber su nombre.