Parecía mentira que ya hubiera llegado el día en que saldríamos para RM. Casi no pude dormir de los nervios. Ya había estado antes, hace 12 años con mis padres. Este viaje no sería igual porque iba con mi pareja y porque no queríamos cansarnos en hacer excursiones todos los días. Queríamos disfrutar del hotel, el Grand Xcaret, que yo recordaba con cariño.
Pues bien, nos despertamos pronto. Mi chico no había terminado la maleta y yo estaba desesperada porque pensaba que no ibamos a llegar al vuelo. Al final salimos con tiempo para el aeropuerto. Nuestro vuelo era a las 13:00 y estábamos en el aeropuerto sobre las 11:30. Vale, algunos dirán que no íbamos bien de tiempo y tendrán razón. Pero no teniamos ni idea de que Pullmantur cerrara sus vuelos con más de una hora de antelación. Llegamos a la facturación cuando ya no quedaba nadie y fuimos los últimos en facturar. Pasamos los controles y de ahí embarcamos sin problemas.
Si casi perdemos el avión cuando nos sentamos casi nos comemos a la azafata. Habíamos reservado asientos en la web de Pullmantur y resulta que no se podían abatir y en la web no ponía nada. ¡Imagináos 10 horas sin poder tumbarnos un poco! y lo peor ¡encajonados entre nuestros asientos y los de delante porque se echaron para atrás todo lo que podían y más!
Lo bueno, conocimos a una pareja, que se sentó a nuestro lado, y que le había pasado lo mismo. Digo lo bueno porque son majísimos. Hicimos migas con ellos y, aunque estabamos en distintos hoteles, quedamos para hacer las excursiones juntos.
Bueno, después del vuelo, recogemos las maletas y derechos al semáforo... Eramos 4 así que, por fuerza, a uno tenía que salirle rojo... y así fue...

El lobby del hotel estaba como lo recordaba. El hotel está igual solo que más grande. Las habitaciones están bastante bien. A nosotros nos tocó una con dos camas (y eso que yo había pedido cama king) y en el edificio 12, el del lobby

Hora de cenar. Cenamos con una pareja que conocimos en el bus y que habíamos reclutado para hacer nuestras excursiones por libre. Dimos una vuelta por el hotel después y a la cama que andabamos muertos...