Bien... empezamos el día...
Nos levantamos muy temprano, tanto, que no habían abierto el bufet del desayuno aún. El día anterior habíamos cogido del bufet de la cena unos panecillos y un poco de mantequilla. En las habitaciones hay café por si alguien quiere hacerse uno. A nosotros no nos gusta el café.
Vino nuestro guía, Andrés de la Mora (por si a alguien le interesa está en el foro), a por nosotros sobre las 7 (o 7:30 ya no me acuerdo :P). En total ibamos a hacer la excursión 5 parejas. A 2 las había recogido un poco antes en el Riu Yucatán (conocimos a una en el avión, aprovechad que son muchas horas de vuelo para charlar y encontrar gente con quien hacer las excursiones). Las otras 3 eramos del Xcaret. Al llegar a la furgoneta (bastante espaciosa, sobraba algún asiento y todo) Andrés nos presentó al conductor y a su hijo de 10 años que se vino con nosotros.
Comenzamos el viaje hacia Chichén-Itzá y Andrés empezó a explicarnos ya cosillas de la zona y de lo que íbamos a visitar. Como organicé yo toda la excursión me preguntó varias cosillas que se habian quedado pendientes en plan si al final ibamos a ir a Valladolid o no. Nos contó el planing del día y poco después paramos en un 7-11 a comprar cosillas para el camino, para desayunar algo y tal.
Después de algo más de 2 horas de camino llegamos a Chichén. Como era muy temprano no había demasiada gente. Compramos las entradas y comenzó la visita!. Andrés es muy eficiente y explica las cosas muy bien. Además, teníamos al mini-guia para matizar las cosillas que decía su padre en su idioma infantil, jejeje. Recorrimos lo más fundamental del recinto y luego nos dejó unos 45 minutos libres por si queríamos hacer compras, ir la cenote de los sacrificios y cotillear. Nosotros vimos el cenote y compramos un par de imanes. Eso se ha vuelto peor que el rastro en Madrid, hay muuuuuuuuuchos puestos. Yo no lo recordaba así. Cuando llegamos estaban empezando a montar los tenderetes. Eso sí, si queréis comprar algo allí, regatear. Aunque yo os aconsejo que compreis las cosas en Ek-Balam, os saldrá más barato! Lo mejor, que nos fuimos de Chichén cuando empezaban a llegar todos los autobuses de las excursiones!! Hacia las 11...
Siguiente parada Cenote. No recuerdo cómo se llama, sólo que no es el Ik-kil y que está al lado de Ek-Balam. Si hacéis la excursión con Andrés sólo tenéis que decirle que queréis ir al cenote que hay al lado de Ek-Balam. ¡Fue nuestra mejor elección! Llegamos con todo el calor del mediodia y nos fuimos directos al agua. ¡Qué delicia! ¡Por fín agua fria! Yo no soy mucho de agua fría, pero es que allí el agua del mar parece caldo. Estuvimos más de lo que habíamos planeado en el agua pero es que es una delicia con el calor de fuera. Es como una cueva con un agujero en medio por el que entra la luz. Salimos y comimos allí. Hay un bufet que está muy bien. Incluso nos hicieron algún que otro baile. (Si alguien quiere saber precios que me mande un mp). Salimos del cenote un poco apurados para llegar a Ek-Balam porque el complejo arqueológico cierra a las 17h y a partir de las 16:15 ya no deja entrar a nadie.
Llegamos a Ek-Balam pasadas las cuatro. ¡Es impresionante!

De vuelta al hotel paramos en Valladolid porque algunos del grupo querían verlo. Estuvimos poco más de media hora allí y de regreso al hotel. Agradecimos muuuuuuuuucho el aire acondicionado de la furgoneta y los asientos tan cómodos! Me parece que estábamos todos muy cansados, pero muy contentos de la experiencia.
Algunos no estaban muy seguros de eso de hacer las excursiones por nuestra cuenta contratando a alguien con el que sólo habíamos hablado por internet, pero resultó un éxito. Es más, ese mismo día se pusieron de acuerdo con Andrés para hacer otra excursión. Mi chico y yo no queríamos ir a esa así que serían sólo 8. Hicieron un combinado para el jueves: 4 querían ir a Xel-Há y otros 4 a Akumal. Y todos querían ir a Tulum. Así que Andrés les recogió a todos, dejó en Xel-Há a las 2 parejas que querían y se llevó al resto a Akumal. Después de comer recogieron a los de Xel-Há y se fueron todos a Tulum. Nos contaron que la excursión había sido genial. ¡Gracias Andrés por todo!

Bueno, llegamos de Valladolid al hotel. Todos cansados pero contentos. Pero ahí no acabó nuestro día. Fuimos a recepción otra pareja y nosotros para ver si nos podían cambiar de habitación y de bloque (estábamos en el 12 que está al lado del lobby y queríamos uno al lado de la piscina y con cama doble y no dos camas como teníamos). Nos dijeron que verían qué podían hacer y que volvieramos al día siguiente para tramitarlo. ¡Menuda sorpresa nos esperaba al día siguiente!

Después de eso, ducha, cena, algún cocktail y a la camita!
