Los dos últimos días de nuestro periplo por el sudeste asiático los pasamos en Luang Prabang. De hecho, hay mucho que se puede hacer en esta ciudad, además de relajarse y descansar, algo casi obligado en Laos.
Templos de Luang Prabang.
Durante los casi 4 días que estuvimos en total en Luang Prabang visitamos muchos templos. aquí os detallo los que considero más interesantes:
- Wat Xieng Thong: es el de mayor tamaño de Luang Prabang y el más famoso. Hay que pagar entrada (creo que unos 30.000 kips)
- Wat Sene: ubicado en la calle principal de Luang Prabang, cerca de Wat Xieng Thong. No hay que pagar entrada, y a mi fue el que más me gustó, por su ambiente y su ubicación. Por las mañanas, es un muy buen lugar para ver la ceremonia de los monjes.
- Wat Mai: destaca el frontal dorado, profusamente decorado. Entrada de unos 20.000 kips.
- Haw Pha Bang: es el templo al lado del palacio real. Me pareció más bonito que el propio Wat Xieng Thong, y las vistas de este templo desde la terraza encima del mercado nocturno son impresionantes.
Hay muchos otros templos interesantes de ver, pero al final todos son bastante parecidos. Recomiendo visitar estos 4 "obligatoriamente", pero también el resto de templos que nos vayamos encontrando y que nos llamen la atención.
No me gustó que en otros templos, como son Wat Aham y Wat visoun, exigiesen pagar una entrada por pasar. No creo que sean templos que merezcan pagar una entrada, y sin embrgo te la piden. Allá ellos, no creo que tengan muchas visitas.
Cascada Kouang Si.
Creo que merece la pena tomarse una mañana para acercarse a las cascadas Kouang Si, a unos 30 km de Louang Prabang. Para ir conviene alquilar un tuk-tuk o unirse a alguna excursión compartida, para reducir el precio del traslado. Yo recomiendo la primera opción para poder salir a primera hora y ver las cascadas prácticamente solos. Hay gente que va en bici, pero me parece una locura, por la distancia (64 km ida y vuelta), y porque el trayecto no aporta nada, salvo los últimos 3-4 Km.
Para pasar al recinto hay que pagar una entrada (20.000 kips), y ya dentro pueden ver la zona de recuperación de osos laosianos, bañarte en las piscinas naturales que forma la cascada (el agua está muy fresca), ver el salto principal de agua, o incluso subir al salto principal (no lo recomiendo, no se ve nada). El entorno de las cascadas es bastante bonito y el baño muy refrescante. Es muy divertido subir a un árbol donde hay una cuerda que te permite lanzarte al agua.
Campamento de elefantes.
Otro de los días nos permitimos el capricho de hacer un "curso Mahout" de un día en un campamento de elefantes. Más que un curso de Mahout, lo que te permiten es montar "a pelo" al elefante, y tratar de guiarlo con órdenes básicas, además de bañarlo en el río. La verdad es que la experiencia fue muy divertida, sobre todo la parte del baño con el elefante.
Después, te llevan en bote a las cascadas Tad Sae, que aunque están algo masificadas, son muy divertidas.
Es una excursión muy recomendable, pero no se trata de una actividad de día completo, sino de algo más de medio día, y el precio no es barato en absoluto.
Terrazas y restaurantes.
Una de las actividades que más se disfrutan en Luang Prabang es pasar las horas muertas tomando una Beer Lao, un Fruit Shake o un dulce en cualquiera de sus múltiples puestos, terrazas y restaurantes. En la calle principal (Sisavanvong Rd.) hay muchas opciones, y probablemente todas sean buenas. Comimos, cenamos y tomamos refrescos en muchas de ellas, pero por nombrar una, las pizzas de Luang Prabang Pizza son deliciosas.
Cereminia de los monjes (Giving Alms Ceremony).
venir a Luang Prabang y no ver, al menos una vez, la ceremonia de los monjes, debería estar castigado con multa y retirada de 6 puntos. Para mi, fue lo más especial de Luang Prabang sin duda.
Todas las mañanas, sobre las 05:30, los monjes abandonan sus monasterios y recorren las calles de la ciudad (sobre todo, por Sakkaline Rd. y Kounxoau Rd.). Allí, la gente de la ciudad sale a la calle a ofrecer, de forma desinteresada, comida para que los monjes pasen el día. Todo ello se hace en un silencio respetuoso casi sepulcral. Se llegan a formar largas colas de monjes todo lo largas que son las calles, y el ambiente resulta bastante espiritual.Yo acudí a la ceremonia tres veces, y hubiese ido más veces de haber estado más días en la ciudad.
Sin embargo, no me gustó que algunos turistas no muestren un mínimo respeto a esta tradición, y lleguen a participar de la ofrenda como si de una atracción más se tratase, disparen los flashes de sus cámaras en la cara de los monjes, corten o interrumpan las filas, etc. (He de decir que este comportamiento sólo lo ví en el caso de grupos de turistas japoneses o chinos).
Otras actividades.
También se puede visitar el museo ubicado en el Palacio Real, hacer cursos de cocina, contratar algún trekking por la zona es las distintas agencias que los ofertan, it en bote a las cuevas Pak Ou, etc. No os puedo decir mi opinión sobre estas otras actividades, porque decidimos no hacerlas por diferentes motivos.
...Y lo bueno se acabó.
Con todo ello, y casi sin darnos cuenta, se terminaron nuestros días en Laos, un país del que no sabíamos muy bien qué esperar, pero que nos ha sorprendido muy gratamente. Nos habría gustado contar con más días para conocer más lugares de Laos (Vang Vieng, Vientiane, la meseta Bolaven, etc.), pero nos quedamos con lo vivido y con el buenísimo sabor de boca que nos ha dejado.
Abandonamos Laos, otra vez con bastante pena, y nos dirigimos de nuevo a Bangkok, para pasar las últimas horas antes de volver a España.
Rincones de Luang Prabang.
Templos de Luang Prabang: Wat Sene, Wat Mai, Haw Pa Bang, y templo cuyo nombre no recuerdo.
Cascadas Kuang Si. Observen cómo salta la chica al agua en la primera foto.
Campamento de elefantes y cascadas Tas Sae. El que guía al elefante en la segunda foto es un servidor.
Giving Alms Ceremony.