Tras el típico y abundante desayuno escocés salimos sobre las 9.00 con dirección Skye. En Shiel Bridge nos desviamos por una carretera secundaria hacia Glenelg y el Broch Dun Troddan. Los "brochs" son construcciones de la Edad del Hierro, formadas de piedra sin mortero y formando dos muros paralelos con una especie de pasadizo en medio y que son típicas del norte de Escocia. Se cree que eran torres de defensa.


Retrocedemos para hacer una breve parada en Eilean Donan Castle, que ya fue visitado convenientemente en un viaje anterior. El tiempo nos acompaña bastante bien. En Kyle of Lochalsh volvemos a cambiar moneda, esta vez en una oficina del RBS, y por 500 euros nos dan 391.02 libras. Craso error, porque pagando con tarjeta el banco nos "sopla" un 3% de comisión y aún así pensamos que es mejor que cambiar efectivo.
En Sligachan giramos a la izquierda con el objetivo de hacer una visita cultural a la destilería Talisker, pero ya están todas las plazas cubiertas para ese día, así que nos quedamos con las ganas. Decidimos acercarnos a la bahía de Talisker y realmente vale la pena. Hay una playa de rocas y con ovejas por todas partes (no en las rocas, obviamente). Lástima que el cielo está completamente cubierto. También pasamos por Fairy Glen, con sus diminutas colinas en forma cónica, antes de tomar rumbo hacia Uig, para alojarnos dos noches en el Woodbine Guest House, regentado por una joven pareja muy simpática. Ninguna pega aparte del cuarto de baño, realmente minúsculo. En Uig, aunque todavía llevamos gasolina, decidimos llenar el depósito. El litro de sin plomo va alrededor de las 1.40 libras/litro, dependiendo de la gasolinera.
Uig no es precisamente un lugar nocturno muy animado. Para cenar no vemos absolutamente ningún sitio, solo un restaurante en el puerto junto el acceso al ferry. El fish and chips es enorme y muy bueno (desde luego no es congelado). Al salir llueve, y no queda otra cosa que hacer que irse al hotel.
Millas/día: 186