Estuve planteándome si hacer esta etapa o no, porque la verdad que vimos bien poco y no sabía si merecería la pena colgarla, pero bueno, por si puedo ayudar a alguien pongo lo que hicimos.
Este viaje es del domingo 1 de septiembre, con un amigo a Santander para ver jugar a mi Real Avilés en El Sardinero, un partidazo, el Racing-Avilés, una pena que el equipo cántabro haya bajado de Primera a Segunda B tan rápido. Bueno, que no tuvimos mucho tiempo, apenas un par de horas, para ver la ciudad antes de comer y enfilar al campo (una vergüenza que solo hubiera una taquilla abierta, lo que originó una cola de más de media hora). Esta fue nuestra visita express a Santander. Y perdonar por la calidad de las fotos, pero con el madrugón dominical me olvidé de coger la Reflex y están hechas con el móvil.
El autobus nos dejó en Puerto Chico a esto de la 1 y cuarto, y ahí nos recogería a las 5 para acercarnos al estadio. Lo primero que hicimos fue caminar un poco por el puerto, bastante bonito, ayudado también por el paisaje de fondo, y es que la Bahía de Santander es bastante pintoresca.
Preguntamos como ir a La Magdalena, y es que era lo que tenemos entendido que es lo más típico y bonito de Santander, y nos indicaron que debíamos caminar a lo largo de la costa y que ya nos la encontraríamos, pero que íbamos a tardar un ratillo. Pues eso hicimos, nos pusimos en marcha bajo el sol, que pese a estar en Septiembre pegaba bastante fuerte. Dejamos el puerto y se nos abrió la vista a la bahía y pasamos por el Museo Oceanográfico, que estaba cerrado
Llegamos a la Playa del Peligro, desde donde empezamos a ver la Península de La Magdalena, bastante arriba, lo que nos desanimó un poco. Caminamos por unas tablas antes de subir (seguimos a rajatabla lo de ir por la costa) y nos encontramos con muchos palacetes, la verdad es que es bastante pijilla Santander.
Y por fin llegamos a La Magdalena, una península muy bien cuidada que es un parque de acceso gratuito. Me recuerda mucho a Cimadevilla en Gijón, solo que muy cuidado. Bueno, realmente Santander se parece bastante a Gijón solo que en versión cuidada y pija. Esta península tiene un importantísimo valor estratégico, puesto que se controla todo Santander, sobre todo la entrada y salida de la bahía, y fue un regalo de Santander al monarca Alfonso XIII, que estableció aquí su residencia de verano y construyó el palacio y las caballerizas.
Nada más entrar nos encontramos con un zoo marino gratuito, que tiene patos, pingüinos y leones marinos, es bastante curioso pasearse un rato por aquí y ver a los animales nadando y tomando el sol; los pingüinos se veían pasar, pero había un león echado panza arriba tomando el sol que nos hizo mucha gracia. Las mejores horas para ir es las 12 y las 18, cuando dan de comer a los animales y se les ve perfectamente.
Desde este parque marino las vistas del Sardinero son muy bonitas, y estuvimos un rato echando fotos. La verdad es que tiene razón lo de "que bonito es Santander"
Empezamos a subir hacia el palacio, y nos encontramos con tres galeones, que rememoran el viaje del navegante cántabro Vital Alsar en pleno siglo XX siguiendo la ruta que hizo Francisco de Orellana y con la que se descubrió el Oceáno Pacífico.
Y llegamos al Palacio de la Magdalena, última parada de nuestra breve incursión por Santander. Este palacio se construyó entre 1909 y 1911 por el Ayuntamiento de Santander y pagada por los santanderinos. Actualmente es la sede de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y lugar de grabación de la serie Gran Hotel
Desde el palacio, la cima de esta península, se tienen unas espectaculares vistas de la acantilada costa cántabra y de la Isla de Mouro, muy apreciada por los submarinistas y desde donde los ingleses liberaron la ciudad de Santander en la Guerra de Independencia (1812)
Eran casi las 3 y el hambre pesaba mucho, así que fuimos a coger un bus urbano (1'30€ por persona) que nos dejara en Puerto Chico, desde La Magdalena hay como 6 o 7 líneas que van a nuestro destino (todas las que pasan por esa parada), así que no hay que esperar apenas. Llegamos y nos sentamos a tapear en una terraza, y entre la comida y los cafés nos dieron las 5 y nos encaminamos al campo, donde mi Avilés rascó un empate (1-1) que supo bastante bien.
Vimos que Santander es una ciudad preciosa y nos quedamos con ganas de más, la verdad, seguro que volvemos para verla un poco más a fondo, que bien se merece un día entero.
Un saludo viajeros!
Volver al índice de rutas: www.losviajeros.com/ ...hp?e=33305
Este viaje es del domingo 1 de septiembre, con un amigo a Santander para ver jugar a mi Real Avilés en El Sardinero, un partidazo, el Racing-Avilés, una pena que el equipo cántabro haya bajado de Primera a Segunda B tan rápido. Bueno, que no tuvimos mucho tiempo, apenas un par de horas, para ver la ciudad antes de comer y enfilar al campo (una vergüenza que solo hubiera una taquilla abierta, lo que originó una cola de más de media hora). Esta fue nuestra visita express a Santander. Y perdonar por la calidad de las fotos, pero con el madrugón dominical me olvidé de coger la Reflex y están hechas con el móvil.

El autobus nos dejó en Puerto Chico a esto de la 1 y cuarto, y ahí nos recogería a las 5 para acercarnos al estadio. Lo primero que hicimos fue caminar un poco por el puerto, bastante bonito, ayudado también por el paisaje de fondo, y es que la Bahía de Santander es bastante pintoresca.

Preguntamos como ir a La Magdalena, y es que era lo que tenemos entendido que es lo más típico y bonito de Santander, y nos indicaron que debíamos caminar a lo largo de la costa y que ya nos la encontraríamos, pero que íbamos a tardar un ratillo. Pues eso hicimos, nos pusimos en marcha bajo el sol, que pese a estar en Septiembre pegaba bastante fuerte. Dejamos el puerto y se nos abrió la vista a la bahía y pasamos por el Museo Oceanográfico, que estaba cerrado

Llegamos a la Playa del Peligro, desde donde empezamos a ver la Península de La Magdalena, bastante arriba, lo que nos desanimó un poco. Caminamos por unas tablas antes de subir (seguimos a rajatabla lo de ir por la costa) y nos encontramos con muchos palacetes, la verdad es que es bastante pijilla Santander.

Y por fin llegamos a La Magdalena, una península muy bien cuidada que es un parque de acceso gratuito. Me recuerda mucho a Cimadevilla en Gijón, solo que muy cuidado. Bueno, realmente Santander se parece bastante a Gijón solo que en versión cuidada y pija. Esta península tiene un importantísimo valor estratégico, puesto que se controla todo Santander, sobre todo la entrada y salida de la bahía, y fue un regalo de Santander al monarca Alfonso XIII, que estableció aquí su residencia de verano y construyó el palacio y las caballerizas.
Nada más entrar nos encontramos con un zoo marino gratuito, que tiene patos, pingüinos y leones marinos, es bastante curioso pasearse un rato por aquí y ver a los animales nadando y tomando el sol; los pingüinos se veían pasar, pero había un león echado panza arriba tomando el sol que nos hizo mucha gracia. Las mejores horas para ir es las 12 y las 18, cuando dan de comer a los animales y se les ve perfectamente.


Desde este parque marino las vistas del Sardinero son muy bonitas, y estuvimos un rato echando fotos. La verdad es que tiene razón lo de "que bonito es Santander"

Empezamos a subir hacia el palacio, y nos encontramos con tres galeones, que rememoran el viaje del navegante cántabro Vital Alsar en pleno siglo XX siguiendo la ruta que hizo Francisco de Orellana y con la que se descubrió el Oceáno Pacífico.

Y llegamos al Palacio de la Magdalena, última parada de nuestra breve incursión por Santander. Este palacio se construyó entre 1909 y 1911 por el Ayuntamiento de Santander y pagada por los santanderinos. Actualmente es la sede de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y lugar de grabación de la serie Gran Hotel

Desde el palacio, la cima de esta península, se tienen unas espectaculares vistas de la acantilada costa cántabra y de la Isla de Mouro, muy apreciada por los submarinistas y desde donde los ingleses liberaron la ciudad de Santander en la Guerra de Independencia (1812)

Eran casi las 3 y el hambre pesaba mucho, así que fuimos a coger un bus urbano (1'30€ por persona) que nos dejara en Puerto Chico, desde La Magdalena hay como 6 o 7 líneas que van a nuestro destino (todas las que pasan por esa parada), así que no hay que esperar apenas. Llegamos y nos sentamos a tapear en una terraza, y entre la comida y los cafés nos dieron las 5 y nos encaminamos al campo, donde mi Avilés rascó un empate (1-1) que supo bastante bien.

Vimos que Santander es una ciudad preciosa y nos quedamos con ganas de más, la verdad, seguro que volvemos para verla un poco más a fondo, que bien se merece un día entero.
Un saludo viajeros!
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