30 de junio de 2012: Nairobi - Naivasha - Nakuru.
El día 29 de junio lo empleamos en llegar desde Albacete a Nairobi, vía Madrid y Amsterdam.
El vuelo de KLM desde Marid, con larga escala en Amsterdam, fue bastante plácido y confortable, es una compañía que recomiendo para volar a Kenia. Llegamos a Nairobi a las 06:30 de la mañana del 30 de junio, y tras recoger las maletas nos dirigimos a realizar el visado (50$).
En la terminal de llegadas nos esperaba nuestro guía - conductor en Kenia, un señor llamado Martín. A lo largo de nuestra estancia en Kenia se mostro muy poco hablador, pero enormemente profesional y dispuesto a todo. Se trata más bien de un conductor que de un guía, pero que maneja el coche fenomenalmente y se mueve por los parques como por su casa.
Nos montamos en la furgoneta que será nuestro transporte durante toda nuestra estancia en Kenia. Se trata de una furgoneta de unas 8 plazas con el techo desplegable, muy común en los safaris por Kenia. No era muy nueva, pero suficientemente confortable.
La típica furgoneta que usan casi todas las compañías de safaris en Kenia.
Tardamos un rato bastante largo en salir del aeropuerto, las colas son tremendas. Por la ventanilla de la furgo empezamos a descubrir el típico paisaje africano, caracterizado por llanuras cuajadas de acacias (el típico árbol delgado de copa achatada). Tras un abreve parada técnica en Nairobi para repostar y comprar bebidas, continuamos camino del lago Nakuru.
En un punto determinado del trayecto llegamos al famoso valle del Rift, donde hacemos una breve parada para admirar las espléndidas vistas. Alrededor hay muchas tiendas de artesanía con los típicos productos que son comunes en todas ellas, sobre todos figuritas de madera ¿de ébano? de animales, y demás.
El valle del Rift
Continuando hacia el lago Nakuru, Martín nos ofreció la posibilidad de visitar el lago Naivasha, que quedaba muy cerca. Acabamos aceptando y esa fue nuestra primera experiencia animal del viaje. El lago Naivasha es una pequeñita reserva donde te das una vueltecita en una barca, y observas los hipopótamos del lago, y la gran cantidad de aves que viven en la zona. Después, desembarcas en una zona donde puedes caminar entre cebras y ñus. Realmente no creo que valga demasiado laa pena la visita, ya que el punto fuerte del parque es la observación de pájaros, de la que no somos demasiado aficionados. De haber sabido que la fauna selimitaba a lo que vimos, habría preferido invertir ese tiempo en el lago Nakuru.
Pescadores en el lago Naivasha.
Continuamos hacia el lago Nakuru, donde llegamos sobre el medio día justo para alojarnos en el hotel y comer. El hotel del lago Nakuru que elegimos fue el Nakuru Lodge, un hotel con cabañas individuales en torno a la psicina y al edificio principal en el que se sirven las comidas. Se trata de un hotel muy bonito y cómodo, del que destaco las vistas del lago desde la terraza del edificio principal. Lo recomiendo totalmente, volvería sin duda.
Nuestra cabaña en el Nakuru Lodge.
Vistas del lago Nakuru desde la terraza del edificio central del Nakuru Lodge. Observen las jirafas y los babuinos.
Tras la comida, partimos a hacer nuestro primer safari por el parque del lago Nakuru.
Dos son los reclamos principales para visitar el lago Nakuru: en primer lugar, la densidad de rinocerontes blancos existente, lo que casi asegura su encuentro; en segundo lugar, las enormes bandadas de flamencos presentes en las alcalinas aguas del lago.
Desgraciadamente, parece que este año la temporada de lluvias se ha alargado, y el lago está excesivamente lleno de agua, lo que ha provocado que los flamencos no hayan acudido a estas alturas de la temporada. A falta de flamencos, durante nuestro safari en Nakuru pudimos observar los rinocerontes, así como otros herbívoros, como cebras, gacelas, búfalos, etc. Al menos, podemos tachar de nuestra lista dos de los cinco grandes (a saber, Lepardo, León, Elefante, Búfalo y Rinoceronte). Desgraciadamente, el cielo empezó a cubrirse y antes de que nos diésemos cuenta se puso a diluviar, lo que nos obligó a cerrar la compuerta superior de la furgoneta. A la vista de que no paraba, tuvimos que regresar al hotel antes de lo deseado.