Normalmente como preparamos el viaje con antelación, tenemos claro lo que queremos ver. Ya os aviso que somos tranquilas, nos gusta pasear y recrearnos en los sitios así que donde nosotros vemos una cosa, probablemente otra persona puede ver tres. Somos lentas y nos hemos resignado, no nos van las prisas y si en lugar de cinco castillos en un día vemos tres porque nos hemos parado a sentarnos en el césped de Chambord o nos hemos entretenido viendo los jardines de Chenonceau y haciendo cien mil fotos, pues así sea.
Nos levantamos para salir a las 9:30, después de desayunar. Las que estábamos despiertas antes aprovechamos para dar una vueltecita por los bosques que rodeaban nuestro hogar temporal y cuando os he dicho lo de los animales no bromeaba. El chateau tiene un pequeño recinto con animales muy variados, caballos, ciervos, llamas... al parecer fueron un regalo que le hicieron a la dueña. Alguno de ellos los podréis ver sueltos por la zona.
Este cerdo había encontrado una cama estupenda.
Nos levantamos para salir a las 9:30, después de desayunar. Las que estábamos despiertas antes aprovechamos para dar una vueltecita por los bosques que rodeaban nuestro hogar temporal y cuando os he dicho lo de los animales no bromeaba. El chateau tiene un pequeño recinto con animales muy variados, caballos, ciervos, llamas... al parecer fueron un regalo que le hicieron a la dueña. Alguno de ellos los podréis ver sueltos por la zona.
Este cerdo había encontrado una cama estupenda.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Los jardines son increibles, tienen un bosque rodeando el castillo y en alguno de los arboles han construido casas que son habitaciones. Merece la pena
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Después del desayuno, cogimos el coche dirección Chambord, que se encontraba a una hora y media por carreteras que circulaban entre pueblos y bosques. En el foro nos habían aconsejado no verlo por dentro porque estaba bastante vacío, así que paramos en el enorme parking (4 euros por día el coche) y entramos en los jardines (que son gratis).
La imagen de Chambord impresiona, es un castillo inmenso, y su historia puede no ser tan interesante como la de Chenonoceau pero no está mal y uno no puede irse del Loira sin verlo. Antes de entrar y en el camino del aparcamiento al castillo os encontrareis una pequeña calle con tiendas de recuerdos y de comida, pero también podéis optar por llevar comida y hacer un picnic en sus jardines.
La imagen de Chambord impresiona, es un castillo inmenso, y su historia puede no ser tan interesante como la de Chenonoceau pero no está mal y uno no puede irse del Loira sin verlo. Antes de entrar y en el camino del aparcamiento al castillo os encontrareis una pequeña calle con tiendas de recuerdos y de comida, pero también podéis optar por llevar comida y hacer un picnic en sus jardines.
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cerca de la entrada del castillo (y me refiero al castillo y no al recinto que es inmenso) hay una especie de kiosko para alquilar bicicletas, teníamos previsto una ruta por los bosques de Chambord. Una bicicleta nos costó diez euros y dos horas. Tenéis un recorrido circular que da la vuelta al lago del castillo y que os deja ver el Chateau desde lejos, pero es más entretenido ir hacía el otro lado y hacer alguna de las rutas que tienen entre los árboles. Es divertido y los jardines de Chambord son tan grandes como Paris y tiene muchísimos kilómetros de caminos, así que merece la pena. Han habilitado incluso zonas para parar y ver animales (si tenéis suerte) Como fuimos temprano no hizo mucho calor.
Si sois más arriesgados hay compañías que te alquilan la bici para que puedas hacer el recorrido Chambord-Cheverny y luego te recogen allí, son opciones interesantes si tenéis tiempo.*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de comer cerca de Chambord, más concretamente en el pueblo de Cour-Cheverny, en un restaurante bastante mono y con comida asequible y buena, que se llamaba Hotel des Trois Marchands, nos encaminamos a nuestra siguiente parada: Cheverny, el castillo del capitán Haddock en los comic de Tintín y uno que me gusto especialmente, tanto por fuera,
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como por dentro, (es uno de los mejores amueblados junto con Chenonoceau). La entrada son 9 euros, aunque si os gusta Tintín podéis pagar un poco más para ver la exposición.
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Es también famoso por sus perros de caza, que son preciosos. Como hacía calor les regaban de vez en cuando con chorritos de agua, no veas como lo disfrutaban Nos dieron hasta envidia. Creo que Cheverny es un castillo que no os podéis perder.
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A media tarde, nos dirigimos a Amboise haciendo una breve parada para ver Chaumont sur Loira desde el otro lado del río, queda pendiente para otro año.
Amboise es una ciudad pequeña con una parte histórica definida por dos castillos, el de Amboise que esta cerca del centro (aunque subiendo) y el de Clos Luce algo más apartado. Aparcamos cerca del río (sin problemas) y nos fuimos a ver ambos. Los castillos son preciosos, (Clos Luce un poco caro)
Amboise es una ciudad pequeña con una parte histórica definida por dos castillos, el de Amboise que esta cerca del centro (aunque subiendo) y el de Clos Luce algo más apartado. Aparcamos cerca del río (sin problemas) y nos fuimos a ver ambos. Los castillos son preciosos, (Clos Luce un poco caro)
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Luego nos dimos una vuelta por la ciudad, son muy curiosas las casas excavadas en la roca similares a las cuevas. Cenamos en la plaza, unas galettes que nos salieron a 10 euros por persona con bebida incluida.
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Por cierto, en la plaza principal hay una tienda de galletas que ofrece pruebas gratis (podéis imaginad como nos pusimos, aunque en nuestro favor diremos que al menos yo compré unas galletas de pistachos que estaban de vicio )
La vuelta al hotel fue impresionante con una tormenta de verano que dibujaba los rayos en el cielo y conduciendo por bosques, menos mal que estamos experimentados y que, cuando estas de vacaciones, hasta las cosas más habituales parecen magia. Un broche bonito para un día excelente.
La vuelta al hotel fue impresionante con una tormenta de verano que dibujaba los rayos en el cielo y conduciendo por bosques, menos mal que estamos experimentados y que, cuando estas de vacaciones, hasta las cosas más habituales parecen magia. Un broche bonito para un día excelente.