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Vannes-Rochefort in Terre: 40 kilómetros.
Rochefort In Terre-Malestroit:20 kilómetros
Malestroit-Josselin:25 kilómetros
Josselin-Vannes:50 kilómetros
Después de desayunar en nuestro apartamento y sin prisas por hacer la maleta, a las ocho estamos saliendo de Vannes en dirección a Rochefort in Terre, uno de los muchos pueblos más bonitos de Francia.
Se disfruta conduciendo por la Bretaña, la gente es muy respetuosa, no agobia, no atosiga, no protesta, vamos por carreteras secundarias y apenas hay tráfico, Dejamos el coche en el aparcamiento de pago habilitado para ello a la entrada del pueblo y nos disponemos a verlo.
Entramos por la calle peatonal, el pueblo promete, lo primero que nos encontramos es la librería Saint-Hortense, en las antiguas caballerizas.
Avanzamos por la calle principal, todo está muy cuidado, hay flores por todas las ventanas, en macetas, calles adoquinadas, rótulos sacados de la época, aquí una de las casas más conocidas de la villa.
El pueblo, que parece que te teletransporta al pasado, se ve que está enfocado y preparado para el turismo y eso siempre resta algo de autenticidad, pero es que es tan ideal!!. Llegamos a la Place du Puits
Es una villa pequeña, así que lo mejor es perderse por sus calles e ir descubriendo rincones, transitamos por las rue Saint Michel, rue Du Porche, Place du Puits, Place les Halles, damos un paseo al pie de las murallas, visitamos la colegiata Notre Dame de la Trochaye, que destaca por su tamaño y que como todos los templos religiosos, la visita es gratuita.
Nos vamos a ver ahora el Castillo, construido en un espolón rocoso, que data del siglo XII, aunque fue reconstruido en el siglo XVII. No está permitida la visita al interior del castillo, pero se puede dar un bonito paseo por los jardines.
Este castillo fue adquirido a principios del siglo XX por el pintor norteamericano Alfred Klots, quien parece que organizó un concurso para premiar a quien tuviera la casa con mejores y más bonitas flores, esto arraigó y desde entonces se mantiene esta tradición floral dentro de la villa
Su capilla
Unas dos horas después de llegar, nos damos satisfecho con lo visto en Rochefort, además a medida que avanza el día empiezan a llegar más turistas y éste en un sitio que merece mucho la pena visitar cuando sus callejuelas y plazas no están a rebosar.
Nos ha gustado mucho, no sé si influiría que era el primero de los llamados “pequeños pueblos con carácter”, que lo visitamos prácticamente solos o qué, el caso es que Rochefort in Terre se convirtió en mi pueblo preferido de la Bretaña Francesa…………….hasta que conocí Dinan.
Nuestro siguiente destino es Malestroit, otra pintoresca población de la Bretaña, es jueves así que nos encontramos que el mercadillo semanal ocupa toda la plaza, así como las calles aledañas-
Encontramos aparcamiento gratuito muy cerca del centro del pueblo, no en el parking público que estaba a rebosar, pero sí en las calles cercanas a éste.
La plaza Boufay, centro neurálgico del pueblo, cuenta con la Iglesia de Saint Gilles, con su parte románica y su parte gótica, el Ayuntamiento y un pozo, que se encuentra oculto entre varios puestos.
Callejeamos un poco por el pueblo que es pequeñito, así que terminamos rápido. Es un pueblo bonito, pero no nos aporta gran cosa. Para nosotros es una parada prescindible.
Recogemos el coche y continuamos por carreteras secundarias hasta llegar a la próxima parada, Josselin, de camino paramos en una de las muchas áreas preparadas con mesas y bancos (siempre en impecable estado) para prepararnos nuestros bocatas con pan francés y jamón ibérico, hay que aprovechas el tiempo tan magnífico que nos acompaña.
Aparcamos en un parking público y gratuito cercano al centro histórico y rápidamente llegamos a la Basílica Notre Dame du Roncier, que se encontraba cerrada y no pudimos visitar
Recorremos sin rumbo las callejuelas llenas de encanto mientras bajamos hacia el río.
Desde aquí tenemos la imagen más icónica de la ciudad, el castillo gótico de los duques de Rohan con sus tres torres (de las ocho iniciales) reflejadas en las aguas del rio Oust
Volvemos hacia el coche, paseando de nuevo por calles medievales y sus características casas con entramado de madera.
Nos ha gustado mucho Josselin, habremos echado dos horas largas en visitar este pueblo, que nos parece uno de los imprescindibles de la Bretaña francesa, sólo las vistas del castillo desde el puente, justifican una parada.
Ya sólo nos queda regresar a Vannes, aparcamos el coche cerca del apartamento, nos toca pagar, ya que hasta las 19:00 no es gratuito. Ha sido un día relajado de kilómetros de coche y de visitas, así que nos lanzamos a seguir descubriendo, nos gusta esta ciudad.
Nos encaminamos a la plaza Valencia, donde se encuentra en una esquina de una casa con entramado de madera la figura de “Vannes et sa femme”, de esas tallas que se hacen famosas y nadie sabe muy bien el porqué.
Y nos vamos a cenar, hoy como es un día especial, toca cena especial, vamos al restaurante “Le Sous soul”, muy cercano al Ayuntamiento en el que cenamos muy bien a precio francés.
Hace una noche muy agradable, así que vamos dando un paseo sin prisas, disfrutando de la ciudad, que a estas horas ya parece dormir
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Lo de las mareas y el coeficiente ya lo había mirado y tengo localizada esa información tuya y todo lo relacionado con la importancia de la marea para visitar MSM. Aquí:
