noveno día
Vamos a coger el ferry Superjet. Es un como un supercatamarán, cerrado (y mareante) que nos acercará a Folégandros en aproximadamente una hora.
Llega puntual y nos acomodamos en los asientos reservados. El ferry venía lleno en su mayoría con destino Santorini. Muchos griegos compran billetes sin derecho a asiento porque es más barato y van dando vueltas a ver si hay alguno libre.
Llegamos a Folégandros y desembarcamos rápido en el pueblo del puerto karavostassi, donde hay también un camping.
Acostumbrados como estábamos a los buses nos acercamos a la parada a esperar. No teníamos ni idea que nuestro hotel tenía servicio de transfer al puerto, y cuando ya se habían ido todas las furgonetas de recogida, me fijo en que queda una con 4 nombres de hoteles escritos en la puerta y el pobre chófer preguntando por nosotros

Nuestro hotel estaba en Chora (pronunciado Jóra) y había unos 5 Kilómetros hasta allí.

Estábamos en Folégandros y no teníamos mucha idea de lo que íbamos a encontrarnos allí. La información sobre esta isla es escasa o nula en español y aunque había estado leyendo cosas no contaba con testimonios vividos de nadie.

Lo que yo no sabía es que me acabaría enamorando perdidamente de esta islita

Empezamos con el hotel www.folegandros-apartments.com/ ...tAod5wcAlA
Situado a un paso en la plaza central del Chora nos sorprendió gratamente.
Este era nuestro estudio

y esto lo que veíamos al abrir la puerta

Todo está envuelto en esa luz del sur del mediterráneo que muchos llaman la luz de los pintores, pero para mi siempre será la luz de Andalucía.
Dejamos las cosas y vamos a dar una vuelta a localizar tiendas y demás.
Os comento: NO hay bancos, solo 2 cajeros automáticos y en muchos sitios no se puede pagar con tarjeta, asi que imprescindible llevar efectivo.
Hay un par de colmados pequeños, una panadería que abre por la noche y una frutería/verdurería con unos melocotones de color naranja intenso que estaban deliciosos.
Hacemos una ensalada de pasta en la cocina del estudio y comemos en la terraza con vistas a la ermita.
A media tarde vamos a fotografiar el pueblo. Dicen que está poblado desde tiempos muy remotos y la población local vive casi toda en la zona del Castro (castillo) en las casas típicas.

En esta foto podéis ver la ropa tendida y las antenas como prueba fehaciente de que las casas están habitadas

Ese día no fuimos a ninguna playa, solo piscina y fotos, muchas fotos, también de noche.
Como cada día de los que estuvimos allí subimos a la ermita a ver la puesta de sol y el juego de colores naranjas rojos morados... fue una preciosidad.
Junto a la plaza donde dejan los autobuses hay 2 más protegidas del sol por los árboles y con filas de bombillas a modo de carpa que le dan un encanto especial. En esta plaza se agrupan la mayoría de restaurantes, todos con mesas en la calle. Nosotros fuimos a uno que estaba un poco más lejos, junto a la panadería nocturna y cenamos muy bien(sólo comida griega, no hay demasiada variedad).
En la plaza de los restaurantes y las bombillas hay un curioso bar-librería con libros usados que puedes tomar prestados (ojo, también tiene wi-fi) y es un local muy frecuentado.
Estas son algunas de las fotos que hicimos por la noche


décimo día
Siguiendo las indicaciones de Kostas, el dueño del aparthotel (muy majo como la mayoría de griegos) vamos a coger el bus de Agali para ir a la playa de Agios Nikolaos.
Hay bastante frecuencia de buses y los horarios están escritos con tiza en una pizarra en mitad de la plaza (en serio) Solo hay 3 posibles destinos: Karavostasi (puerto para coger ferry o barquitas de excursiones) Agali (playa) o Ano Meria (pueblo del interior de donde parten senderos ).
Cogemos el de Agali, hay sitio de sobras para todos. La carretera cruza la espina dorsal de la isla y a mitad de camino (su parte más estrecha de solo 1 KM) se desvía a la izquierda en ángulo recto y empieza a bajar por la pendiente en línea recta. Se hace el silencio absoluto en el bus cuando el conductor sin soltar el freno va bajando poco a poco a trompicones hasta que la pendiente se estabiliza y llegamos a Agali.

Hay dos calas adyacentes, a una de las cuales se accede con los pies en el agua pero vamos a ir a Agios Nikolaos. Mirando al mar a la derecha parte un sendero que hay que hacer a paso ligero para llegar antes que la gente que va en barquita y coger uno de los tamariscos que hay en la playa, si no lleváis sombrilla.

Por este sendero vemos calitas y alguna ermita y finaliza a la altura de una kantina (Hay que pasar por en medio)
Hemos ido tan rápidos que hemos sorprendido a unos chicos de una especie de comunidad naturista que siempre abandonan la playa a la llegada del primer barquito de turistas.
Oh, qué pasada de playa!!!! Nos ha encantado y nos hemos comido 2 kilos de melocotones como si nada...
Desde allí cogimos un barquito a otra playa que no consigo recordar el nombre (han pasado 2 años y ya tengo memoria de pez) pero se podía acceder también desde Karavostassi.
Tras un relajante día playero volvemos al apartamento, picamos algo y descansamos.
Al anochecer volvemos a subir a la ermita, esta vez mi marido con los trípodes y demás chismes fotográficos. El camino en zigzag pasa por el cementerio y arriba hay ya gente cogiendo sitio para las fotos.
Esa noche estuvimos mucho rato y hay unas 60 fotos (sin exagerar) con varios momentos del día.

vista de Chora desde la ermita

detalle de la ermita

casi de noche

noche cerrada.
undécimo día
Hoy cogeremos el bus de Ano Meria para buscar las calas pequeñas y caminar un poco.
La carretera es la misma pero en lugar de girar hacia Agali se sigue recto hasta el pueblo. Es mucho más rural, si cabe, que Chora.

iglesia del pueblo

nos viene a saludar este burrito
Cogemos uno de los senderos señalizados, este parte de detrás de los molinos y su estado de conservación es muy bueno, porque lo utilizan los paisanos. y nos llevará a Agios Georgios

un pequeño baño y retrocedemos hasta Ano Meria para coger el camino de Ampeli y ¿adivináis quién había en mitad del camino? pues los burros otra vez (al fondo se ve la playa)

A las 17,00h pasa el bus que nos devolverá a Chora. Estamos tristes porque mañana nos vamos.
Fuimos a cenar y hacer más fotos

Ermita desde el cementerio. No son estrellas fugaces, es el movimiento de la tierra mientras tuvo el objetivo abierto (2 minutos, creo)
Aún no sabíamos lo que nos depararía el amanecer.
duodécimo día
Nuestro plan es desayunar, preparar las cosas y esperar en la piscina que sea la hora de coger el ferry.
Nos vienen a avisar que el Superjet no ha salido del Pireo por el fuerte viento
- Pero mañana tenemos que coger un avión en Atenas! ¿Qué vamos a hacer?
La gente que lo tenía que coger en dirección Santorini, negocia con el establecimiento una noche más e intenta anular una de Santorini. Lo de quedarse en Folégandros es más fácil porque hoy no llegarán nuevos huéspedes.
El chico del hotel nos sonríe y yo empiezo a mosquearme
- No sé qué gracia le ve este tío a que nos hayamos quedado aislados y vayamos a perder el avión?
- Hakuna matata. Hoy es jueves y hay un ferry nocturno por el que podréis cambiar los billetes.
Efectivamente. vamos a la agencia de viajes de la plaza y nos reintegran en efectivo la diferencia.
Yo no las tengo todas conmigo, pero vamos a ser optimistas y a aprovechar el día. Nos dejan guardar las cosas y, si queremos, podemos utilizar las duchas de la piscina a la vuelta de la playa.
Volvemos a Agali que tanto nos gustó. Hoy es más tarde y cuando llegamos a Agios Niklolaos ya no quedan tamariscos libres. Bueno, estaremos más rato en el agua.

Chora en el acantilado y la isla de Sikinos a la izquierda
Comemos una especie de empanada que hemos comprado y volvemos al hotel a media tarde. Nos duchamos, cenamos y a eso de las 23,30h nos transfieren al puerto en la furgoneta para coger el ferry que llegó pasada la medianoche.
Intento dormir y no puedo. Llegaremos al Pireo a las 3,30 de la madrugada y hay que localizar el bus del aeropuerto porque el vuelo a Barcelona sale a las 8,45h.
Todo acabó bien y llegamos con tiempo de sobra.
Ha sido un viaje genial, muy muy muy relajante, con las excepciones del primer y último día,
Por todos los momentos vividos en mis tres viajes a Grecia
Efjaristó Polý ευχαριστώ πολύ
