Fez el Jedid.- Antiguo barrio judío, ahora ya no viven aquí.
Recorrido mucho mas corto y menos interesante. Además, al ser justo el día de la fiesta, nos ocurrió lo contrario que el día anterior. Practicamente todo cerrado, apenas nadie por las calles. Mucho mas tranquilo, aunque perdía casi todo su encanto.
Desde la puerta azul se atraviesa la explanada donde teníamos aparcado el coche, y se pasa por los jardines Boujould, cerrados, se llega a la Grand rue de Fez el Jedid, llena de tiendas ídem, o sea cerradas, se ven un par de minaretes de mezquitas, la roja y la blanca, alguna puerta, y la rue des Merinides. Aquí se aprecian las diferencias con el barrio musulmán, las casas tienen ventanas y balcones, los judíos no esconden a sus mujeres.

Aquí nos sale otro guía espontáneo, nos asegura que la sinagoga está abierta, nos lleva hasta ella, le damos su propina, y, oh sorpresa, está cerrada.
Volviendo hacia Fez el Bali está el museo Batha, por desgracia tampoco está abierto .
Las calles están llenas de chiquillos haciendo fuego sobre somieres viejos, o parrillas, donde asan la cabeza del cordero, y le cortan los cuernos. Es digno de ver el trajín que llevan, transportando las cabezas en un cubo de aquí para allá, seguro que se lo están pasando pipa.

Una tarde estuvimos en la ciudad nueva, av. Hassan II y alrededores. No hay mucho que contar, amplias avenidas y calles a la europea, tomamos un té en una terraza, donde muchos hombres parecen pasarse horas enteras.
Intentamos hacer un recorrido por fuera de las murallas, indicado en la guia, en coche. Lo empezamos en el bulevar Allal el Fassi, pasamos al lado de un cementerio, pero no soy capaz de seguir, la carretera se bifurca varias veces y no encuentro el camino.
Volvemos por Bab Bajould, hacia el N, subimos hacias las tumbas merinides, paramos un par de veces, una al lado del museo de armas, desde donde hay buenas vistas de la medina, desde lo alto.