Tras la noche, muy tranquila, decidimos despertarnos a las 8, ya que no íbamos a Hellesylt. Llegamos al Panorama y descubrimos que ya habíamos llegado y teníamos unas estupendas vistas de la cascada (allí nos arrepentimos un poco de no haber bajado para verla de cerca, pero al menos habíamos descansado un rato más!). La gente aún no había bajado y nosotros no teníamos la excursión hasta llegar a Geiranger, así que nos tomamos la mañana con calma. Desayunamos tranquilos y fuimos a la cubierta 10 proa para ver como zarpaba el barco.
No fui a ver el glacial, la excursión estrella, de la que no puedo opinar, pero yo solo os digo que el recorrido de Hellesylt a Geiranger por el fiordo es PRECIOSO. Naturaleza en estado puro, lo recomiendo al 100%. No os podéis imaginar lo bien que se está en una tumbona viendo el paisaje a tu alrededor. Después también se puede ver, claro, pero os aseguro que realmente si no os llama la atención el glacial vale mucho la pena.
Así, poco a poco, llegamos a Geiranger, donde estaba el espectáculo del muelle que se desplaza hasta el barco. La verdad es que es mucho más lento que mover el barco, por lo que desembarcamos más tarde de lo previsto.
Era el día que teníamos nuestra primera excursión con pullmantur este año. El año pasado llevábamos un pack de excursiones económico y nos salía a 99€ cada uno todas las excursiones. Este año con 99€ no puedes comprar ni 2.
La excursión se llama "Panoramas de Geiranger" y cuesta 69€. Es MUY CARA. Pero a dos días del crucero nos daba miedo empezar a mirar otras agencias. A nuestra hora estábamos en el salón Broadway y salimos bien de tiempo.
Llegamos al autobús y conocimos al guía. Era un chico italiano al que se le entendía perfectamente y fue muy simpático con todos todo el viaje, incluso buscando un ticket de excursión perdido, ya que sin él no podíamos empezar la excursión. En general, como ya habréis adivinado, un GRAN guía.
Cuando se encontró el ticket, se presentó y comenzó la excursión. Nos explicó lo que íbamos a hacer y al ver que íbamos a subir a 1500 metros casi me da algo, porque tengo pánico a las carreteras de montaña. Me temía algo así, pero la descripción de la excursión con decir "bonito mirador" ya tiene bastante.
Empezamos a subir y el guía nos contó más sobre la región donde estábamos, paramos en el lago y hicimos varias fotos y seguimos subiendo. Os aseguro que cuando llegamos arriba me volví loca al ver la nieve. Tanto miedo para subir había valido la pena, ya que sólo he visto nevar una vez en mi vida y ir a jugar con la nieve fue un gran regalo para mi. Nos tomamos las fotos con la vista, hice mi monumento de 5 piedras para volver y un gran muñeco de nieve :). Me lo pasé genial.
Tras los minutos de descanso allí, bajamos a otro mirador desde donde se veía nuestro barco más de cerca. En el camino nos siguió contando curiosidades y hasta chistes. El autobús siguió su parada hasta el último mirador, donde podías ver las siete hermanas y donde había una cascada allí mismo. En general la excursión fue bien, pero es muy cara. La queja de siempre de Pullmantur. Subimos al barco y comimos.
Por la tarde, nos fuimos a la cubierta 7 proa, que pone una puerta de salida de emergencia pero en realidad sales a la punta de la cubierta desde donde ves todas las máquinas del barco, y por tanto, también el paisaje. El viaje por el fiordo lo vimos desde allí y la verdad es que estuvo muy bien (en la cubierta 10 había mucha más gente que antes y no podías ver nada, allí estábamos nosotros solos!).
Mis padres se quedaron allí y yo como todas las tardes me fui al club, y cuando volví... Parecía que iba andando sola. Fue el día que más se movió el barco, y se nota mucho cuando sales del fiordo al mar. El barco iba dando bandazos y cuando por fin me acostumbré al balanceo llegué a mi camarote y encontré a mis padres un poco mareados.

Tras un rato allí, se tomaron una biodramina y fuimos al espéctaculo y la visión desoladora: señoras con tacones sentadas por los pasillos, gente en el espectáculo tumbada y mareada... Vimos el espectáculo (y vaya mérito que tienen los bailarines manteniendo el equilibrio así!) y nos fuimos a la cena, aunque yo tenía el estómago un poco revuelto.
La cena como siempre, buen servicio, y aunque en nuestra mesa los platos tardaban un poco en llegar fue bien, y cené ligerito para no marearme más. Me fui al club y luego a dormir (aunque mis compañeros siempre se iban de juerga, soy más de descansar..!)

Os dejo un vídeo sobre el fiordo Geirangerfjord, para situaros más o menos en lo que veréis: