Quinto capítulo, Tierra de Cañones
Salimos temprano del hotel, los madrugones y los kilómetros empezaban a pesarnos y todavía teníamos unos días duros por delante antes de la etapa de descanso que suponíamos que sería Las Vegas . Por suerte, nos encontrábamos rodeados del increíble desierto de Utah!!!
Paramos a desayunar en un pequeño restaurante muy chulo que hay antes de cruzar el puente para salir de Mexican Hat, los camareros eran navajos y el bar tenía una ambiente y una decoración bastante curiosa.
Nuestro camino nos obligaba a repetir parte de la ruta que hicimos anoche, pero esto nos permitía hacer un rato el ganso en el “Forrest Gump point”, el lugar donde Forrest dejó de correr en la peli, Que por cierto, es un paisaje de primer orden.
Paramos a desayunar en un pequeño restaurante muy chulo que hay antes de cruzar el puente para salir de Mexican Hat, los camareros eran navajos y el bar tenía una ambiente y una decoración bastante curiosa.
Nuestro camino nos obligaba a repetir parte de la ruta que hicimos anoche, pero esto nos permitía hacer un rato el ganso en el “Forrest Gump point”, el lugar donde Forrest dejó de correr en la peli, Que por cierto, es un paisaje de primer orden.
Continuamos desandando nuestros pasos de ayer sin dejar de disfrutar de los preciosos paisajes, en algunos momentos surrealistas, que forman la tierra y las rocas en esta zona.
Nuestro destino era Page, todavía en territorio navajo, y queríamos llegar temprano para poder aprovechar la tarde en Bryce Canyon .
Nuestra idea, ya que habíamos intentando reservar en el Upper Antylope Canyon con antelación por email y la respuesta había sido negativa (completo en los horarios con mejor luz), era visitar el Lower, para el que no hace falta reserva y esta menos masificado. Cuando estábamos muy cerca de Page vimos unas casetas en las que señalaba Antelope Canyon Tours, y allí que nos fuimos.
Nos atendió una chica, por el momento muy simpática, nos dijo que podíamos visitar el Upper a las 11, aunque no tuviésemos reserva (eran las 10h.), el horario nos encajaba y puede que a la salida pilláramos algún efecto de luz…así que no nos lo pensamos y lo contratamos con ellos.
Le preguntamos a la chica si nos daba tiempo de visitar Horseshoe Bend, y nos dijo que debíamos correr…así que no nos lo pensamos y salimos pitando para allá. Es muy fácil de encontrar y el parking esta marcado muy claramente (Además hay un mogollón de coches ).
Nos costó 15 minutos de incomodo paseo por arena llegar hasta una de las vistas más espectaculares de todo el viaje , juzguen ustedes:
Nuestro destino era Page, todavía en territorio navajo, y queríamos llegar temprano para poder aprovechar la tarde en Bryce Canyon .
Nuestra idea, ya que habíamos intentando reservar en el Upper Antylope Canyon con antelación por email y la respuesta había sido negativa (completo en los horarios con mejor luz), era visitar el Lower, para el que no hace falta reserva y esta menos masificado. Cuando estábamos muy cerca de Page vimos unas casetas en las que señalaba Antelope Canyon Tours, y allí que nos fuimos.
Nos atendió una chica, por el momento muy simpática, nos dijo que podíamos visitar el Upper a las 11, aunque no tuviésemos reserva (eran las 10h.), el horario nos encajaba y puede que a la salida pilláramos algún efecto de luz…así que no nos lo pensamos y lo contratamos con ellos.
Le preguntamos a la chica si nos daba tiempo de visitar Horseshoe Bend, y nos dijo que debíamos correr…así que no nos lo pensamos y salimos pitando para allá. Es muy fácil de encontrar y el parking esta marcado muy claramente (Además hay un mogollón de coches ).
Nos costó 15 minutos de incomodo paseo por arena llegar hasta una de las vistas más espectaculares de todo el viaje , juzguen ustedes:
No hay barandillas, así que puedes acercarte al acantilado todo lo que tu vértigo resista… la verdad es que el sitio es muy fotogénico…aunque hay que hacer alguna que otra acrobacia para coger la herradura completa esquivando además a los chinos que se tiran al suelo con sus toallas...
No pudimos estar todo el tiempo que nos habría gustado, el reloj jugaba de nuevo en nuestra contra y teníamos que regresar a la agencia de tours para visitar Antelope Canyon.
Aquí llegó uno de los momentos de despolarización del viaje...
Llegamos a las 11 menos dos minutos y vemos que los 4x4 que tenían preparados están llenos y a punto de marcharse. Cuando la chica nos ve aparecer le cambia la cara, y cuando le preguntamos que donde nos ponemos nos dice que es tarde y que ya no tenemos sitio…¿cómorrrrr?
Nuestro cabreo fue mayúsculo, porque nuestros tours estaban pagados, los coches aun no se habían marchado y ellos no habían respetado nuestra reserva...¡que ya estaba pagada!…otra pareja llegó detrás de nosotros con idéntico resultado y con idéntico cabreo.
La chica se desentendió del problema y dijo que no se podía hacer nada, le exigimos que nos devolviese el dinero y nos fuimos de allí echando pestes…
Yo había perdido toda esperanza de visitar el Upper, pero cuando llegamos al “parking oficial” de Antelope Canyon y entramos a preguntar, nos dijeron que podíamos visitarlo a las 11:30h. ¡¡¡perfecto!!!
El precio era exactamente el mismo que nos cobraban en la otra empresa… moraleja: no pareis en el primer descampado en el que leáis “Antelope Canyon”.
Aquí llegó uno de los momentos de despolarización del viaje...
Llegamos a las 11 menos dos minutos y vemos que los 4x4 que tenían preparados están llenos y a punto de marcharse. Cuando la chica nos ve aparecer le cambia la cara, y cuando le preguntamos que donde nos ponemos nos dice que es tarde y que ya no tenemos sitio…¿cómorrrrr?
Nuestro cabreo fue mayúsculo, porque nuestros tours estaban pagados, los coches aun no se habían marchado y ellos no habían respetado nuestra reserva...¡que ya estaba pagada!…otra pareja llegó detrás de nosotros con idéntico resultado y con idéntico cabreo.
La chica se desentendió del problema y dijo que no se podía hacer nada, le exigimos que nos devolviese el dinero y nos fuimos de allí echando pestes…
Yo había perdido toda esperanza de visitar el Upper, pero cuando llegamos al “parking oficial” de Antelope Canyon y entramos a preguntar, nos dijeron que podíamos visitarlo a las 11:30h. ¡¡¡perfecto!!!
El precio era exactamente el mismo que nos cobraban en la otra empresa… moraleja: no pareis en el primer descampado en el que leáis “Antelope Canyon”.
La visita consiste en un trayecto corto en “camiones monstruo” por el desierto de arena, hasta que llegas a la estrecha entrada del cañón. Allí nuestra conductora nos explico el proceso de formación de los cañones muy claramente, con un poquito de arena y un chorrito de agua. ¡Muy curioso!
No se si tuvimos suerte con el tiempo, sol y un calor soportable, con la gente, que aunque había mucha no conseguía ser un agobio, pero nos encanto Antelope Canyon…pudimos ver las luces penetrando en el cañón y la piedra naranja brillando…espectacular. Para nosotros mereció totalmente la pena pese a todas las penurias y nervios que pasamos para poder visitarlo.
Estados Unidos no es para pusilánimes, hay tanto que ver que los tiempos muertos, los descansos, son lugares maravillosos que quedan por el camino…y yo tenía clarísimo que Bryce no se podía quedar por el camino.
Sin más dudas salimos de nuevo en dirección a Bryce, de donde nos separaban 4 horas de coche (3 y el cambio…Utah de nuevo)…pero ya estábamos muy rodados a estas alturas de viaje.
Paramos a comprar unas hamburguesas en Kanab, una ciudad en la que habría estado muy bien haber pasado una noche…por desgracia solo pasamos allí el tiempo que tardaron en preparar 4 hamburguesas para llevar…si nos hubiese tocado plaza para el sorteo de “The Wave” snif snif …
En el camino a Bryce pasamos el desvío hacia Zion NP, que tomaríamos más tarde, y disfrutamos de los cambios de paisaje tan habituales ya…pasamos por frondoso bosque de pinos, valles de montaña y verdes praderas surcadas por ríos, Dixie National Forest, Red Rock Canyon…hasta llegar a uno de los paisajes más curiosos de todo el viaje a la costa Oeste, el Parque Nacional del cañón de Bryce.
Disponíamos de poco tiempo, para variar, así que nos dirigimos primero a Bryce Point, probablemente la mejor vista sobre el anfiteatro principal de Bryce:
Sin más dudas salimos de nuevo en dirección a Bryce, de donde nos separaban 4 horas de coche (3 y el cambio…Utah de nuevo)…pero ya estábamos muy rodados a estas alturas de viaje.
Paramos a comprar unas hamburguesas en Kanab, una ciudad en la que habría estado muy bien haber pasado una noche…por desgracia solo pasamos allí el tiempo que tardaron en preparar 4 hamburguesas para llevar…si nos hubiese tocado plaza para el sorteo de “The Wave” snif snif …
En el camino a Bryce pasamos el desvío hacia Zion NP, que tomaríamos más tarde, y disfrutamos de los cambios de paisaje tan habituales ya…pasamos por frondoso bosque de pinos, valles de montaña y verdes praderas surcadas por ríos, Dixie National Forest, Red Rock Canyon…hasta llegar a uno de los paisajes más curiosos de todo el viaje a la costa Oeste, el Parque Nacional del cañón de Bryce.
Disponíamos de poco tiempo, para variar, así que nos dirigimos primero a Bryce Point, probablemente la mejor vista sobre el anfiteatro principal de Bryce:
Alucinados con las vistas y con el sitio nos metimos de nuevo en el coche para disfrutar de las vistas del cercano Inspiration Point, otra atalaya espectacular sobre el cañón. (Estos miradores están muy cerca unos de otros)
Nuestra siguiente parada fue “Sunset Point”, desde allí sale el trek que queríamos hacer, el “Navajo Loop” y “Queen´s Garden”, que nos llevaría a recorrer las zonas más bonitas del cañón, Park Avenue y Queens Garden.
Es un trekking muy sencillo, perfectamente indicado y todo el tiempo por caminos bien marcados 8) , y a cambio ofrece un recorrido precioso por bosque, gargantas, estrechas sendas entre “hoodos” (así se llaman esos curiosos pináculos) y bonitas vistas panorámicas. En resumen 100% recomendable . A nosotros nos costó una hora y media, parando a hacer muchas fotos…
El camino termino en “Sunrise Point”, pero un sendero recorre el borde del cañón hasta nuestro punto de partida, “Sunset Point” (15 minutos más), que es donde habíamos dejado el coche, con lo que completamos un gran recorrido circular que nos sirvió para quedarnos más que satisfechos con nuestra visita a Bryce Canyon, una de las mejores sorpresas de toda la Costa Oeste.
El anfiteatro principal estaba empezando a quedar en sombra cuando partimos de nuevo en el que sería nuestro último trayecto de un día que habíamos exprimido al máximo.
Desandamos nuestros pasos hasta el desvío hacia Zion, el paisaje cambio de nuevo, habíamos entrada en las tierras altas del Parque Nacional del Cañón de Zion, un autentico espectáculo de praderas y montañas. Nuestro destino: el Zion Mountain Ranch, uno de los caprichos del viaje. Es un hotel precioso, rodeado de praderas y con una reserva de búfalos a los que puedes ver desde el restaurante…del que, como era de esperar, también disfrutamos. Allí probamos el solomillo de búfalo , que nos pareció una carne sabrosísima, tan solo medio punto por debajo de Mexican Hat Lodge.
Levantarse en medio de las tierras altas del Parque Nacional de Zion frente a una manada de búfalos y con un plato de tortitas y huevos revueltos humeantes esperando en la mesa...¡si esto es guerra...! . No nos cortamos con el desayuno y nos metimos un buen chute de energía (con buena ración de grasas...) queríamos cargar pilas por que hoy nos tocaba un día duro de subir y bajar cañones…
Estábamos muy cerca de la entrada del parque, en 15 minutos llegamos al parking del “Canyon Overlook trail”, estaba completo (era sábado) así que tuvimos que aparcar un par de curvas antes.
Todo el que visite Zion debería hacer al menos este trail, muy sencillo y perfectamente indicado. En menos de media hora llegas a un bonito balcón sobre el valle de Zion, uno de los paseos más agradecidos que pueden hacerse en este viaje.
Todo el que visite Zion debería hacer al menos este trail, muy sencillo y perfectamente indicado. En menos de media hora llegas a un bonito balcón sobre el valle de Zion, uno de los paseos más agradecidos que pueden hacerse en este viaje.
De nuevo en el coche, enfilamos por la roja carretera de Zion, nos costo un poquito entrar, había mucha gente en el parque y hay varios túneles con tráfico alternativo…
Conseguimos aparcar en uno de los aparcamientos del centro de visitantes, y entramos a comprar algunas provisiones para el trail que teníamos pensado. Frutos secos, chocolate…
Una vez aprovisionados cogimos el shuttle del parque (los coches no pueden circular por él) hasta la parada en la que comenzaba nuestro trail: “Wepping Rock”.
Habíamos valorado diferentes posibilidades para este parque…pensamos en los famosos “Narrows”, pero la primera quincena de mayo las crecidas del rio pueden ser peligrosas…y el agua baja muy fresquita, además el trekking completo lleva dos días.
Otra opción era el también archiconocido “Angel´s Landing”, una ruta hasta la cima de uno de los peñones que sobresalen en el cañón, con un largo tramo de cresta equipada con cadenas, que tiene pasos algo expuestos y que recompensa con unas buenas vistas desde la cima.
Finalmente, después de investigar en webs y foros de senderismo de USA nos decidimos por el “Observation Point trail”, un recorrido duro, con 1000 m. de desnivel y marcado con 5-6 horas de duración, que recorre uno de los barrancos laterales del cañón (Echo Canyon), trepa por infinidad de zetas hasta la parte alta de Zion, para llegar al que dicen es el mejor balcón sobre el cañón: Observation point .
Conseguimos aparcar en uno de los aparcamientos del centro de visitantes, y entramos a comprar algunas provisiones para el trail que teníamos pensado. Frutos secos, chocolate…
Una vez aprovisionados cogimos el shuttle del parque (los coches no pueden circular por él) hasta la parada en la que comenzaba nuestro trail: “Wepping Rock”.
Habíamos valorado diferentes posibilidades para este parque…pensamos en los famosos “Narrows”, pero la primera quincena de mayo las crecidas del rio pueden ser peligrosas…y el agua baja muy fresquita, además el trekking completo lleva dos días.
Otra opción era el también archiconocido “Angel´s Landing”, una ruta hasta la cima de uno de los peñones que sobresalen en el cañón, con un largo tramo de cresta equipada con cadenas, que tiene pasos algo expuestos y que recompensa con unas buenas vistas desde la cima.
Finalmente, después de investigar en webs y foros de senderismo de USA nos decidimos por el “Observation Point trail”, un recorrido duro, con 1000 m. de desnivel y marcado con 5-6 horas de duración, que recorre uno de los barrancos laterales del cañón (Echo Canyon), trepa por infinidad de zetas hasta la parte alta de Zion, para llegar al que dicen es el mejor balcón sobre el cañón: Observation point .
El recorrido es muy bonito y muy variado, pasas por muchísimos terrenos diferentes, tiene una gran parte del recorrido en sombra (el sol estaba pegando fuerte en Zion, por fin llegaba el calorcito) y además la sensación de soledad es increíble, te aleja lo suficiente del cañón principal para aislarte de ruidos y de gente, también ayuda el que no es uno de los trekkings más congestionados. Si estáis habituados a caminar por montaña, es una fantástica opción para ver lo mejor de Zion.
Llegamos de nuevo a las praderas del valle con los pies hechos polvo, cansados, sedientos y hambrientos…todavía nos quedaban muchas millas por recorrer…pero decidimos coger de nuevo el shuttle del parque hasta el cercano Zion Lodge, donde hay una fuente, una bonita pradera y una cafetería donde venden hamburguesas, sándwiches y budweisser…¡pues ya teníamos plan!
Una vez repuestos de la “zapatillada” de Observation Point, o como lo llamaría Susana durante el resto del viaje: “el trekking de las 5 horas”, fuimos a por nuestro Chevrolet para enfilar la carretera hacia nuestro siguiente destino... ¡¡¡LAS VEGAS!!!
Por delante 3 horas y media de coche (esta vez al entrar en Nevada ganaríamos una hora…por el dichoso cambio) por un paisaje bastante monótono…el desierto de Nevada.
Cuando llevábamos casi dos horas de camino paramos a repostar y a comprar unos frapuccinos (si, soy adicto , y el primer paso es asumirlo)…allí fue donde decidimos que…aunque estábamos cansados y seguramente iba a oscurecer antes de llegar, queríamos intentar visitar el Parque Estatal de “Valley of Fire”.
No conseguimos meterlo en el GPS así que tiramos de mapa y de orientación…(no hay muchas carreteras en esta zona), porque no vimos ni un cartel que anunciara el “Valley of Fire” por ninguna parte.
Al final…como era de esperar llegamos al parque con muy poquita luz, pero lo poco que pudimos ver nos gusto mucho:
Una vez repuestos de la “zapatillada” de Observation Point, o como lo llamaría Susana durante el resto del viaje: “el trekking de las 5 horas”, fuimos a por nuestro Chevrolet para enfilar la carretera hacia nuestro siguiente destino... ¡¡¡LAS VEGAS!!!
Por delante 3 horas y media de coche (esta vez al entrar en Nevada ganaríamos una hora…por el dichoso cambio) por un paisaje bastante monótono…el desierto de Nevada.
Cuando llevábamos casi dos horas de camino paramos a repostar y a comprar unos frapuccinos (si, soy adicto , y el primer paso es asumirlo)…allí fue donde decidimos que…aunque estábamos cansados y seguramente iba a oscurecer antes de llegar, queríamos intentar visitar el Parque Estatal de “Valley of Fire”.
No conseguimos meterlo en el GPS así que tiramos de mapa y de orientación…(no hay muchas carreteras en esta zona), porque no vimos ni un cartel que anunciara el “Valley of Fire” por ninguna parte.
Al final…como era de esperar llegamos al parque con muy poquita luz, pero lo poco que pudimos ver nos gusto mucho:
A todo el que pase por aquí con tiempo, nos pareció un sitio que merece la pena visitar, y que con las luces de la tarde tiene una paleta de colores espectacular, no en vano es donde muchas de las parejas que se casan en Las Vegas hacen su book de fotos.
Parar en Valley of Fire tenía más motivos que el propio parque, y es que, para nosotros era imperativo llegar a Las Vegas en medio de la noche…y en poco más de una hora…¡¡¡Wellcome to Las Vegas!!!
Las entradas para el Upper Antelope Canyon nos costaron 200 USD para una de las mejores horas de luz, el precio fue el mismo en la entrada oficial que en la empresa de "piratazos" que casi nos fastidian la visita.
Dormimos muy cerca de la entrada del Parque de Zion, en el espectacular Zion Mountain Ranch, habiamos reservado dos habitaciones dobles, fue un error, eran unas casitas enormes con dos camas King cada una y podíamos haber estado los 4 juntos por la mitad de money. En total nos costaron 358 USD las dos, caro, pero nos dimos un capricho.