Día 5. Sognefjord (Fiordo de los sueños) ✏️ Diarios de Viajes de Noruega

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Jueves 9 de Julio 2014.

El plan del día era llegar a dormir a Bergen tras haber visitado el fiordo de los Sueños, por tierra y por agua. El requisito era llegar a las 13:30h a Gudvangen porque habíamos comprado por internet, el día anterior, el trayecto en ferry turístico de Gudvangen a Flam (dos personas y un coche 100 euros). Mejor hubiera sido ir en ferry en sentido contrario, de Flam a Gudvangen, pero no tenía plazas libres en los horarios que nos venían bien. Eso nos obligó a ir un poco rápidos esa mañana.

Tras un buen desayuno salimos por la carretera 5 hacia Sogndal. A pocos kilómetros de dejar Skei, a la izquierda de la carretera, a la salida de un largo túnel, se puede ver otra lengua del gigantesco glaciar Jostedal descolgándose desde lo alto de una montaña (Boyabreen). Hicimos unas fotos y seguimos.
Dejando Sogndal seguimos por la 5 y pasado Kaupanger la carretera finaliza en un ferry que te cruza el fiordo. Este circula cada 20 ó 30 minutos y ganamos tiempo al pillar justo uno que salió en ese momento.
Tras cruzar, en poco tiempo se llega a Laerdal y aquí abandonamos la carretra principal, girando a la derecha al salir del pueblo, para tomar la famosa y turística Carretera de las Nieves hacia Aurland. Esta carretera va subiendo hasta llegar a lo alto de una meseta espectacular: con lagos, neveros, pequeños riachuelos, etc. Era un día soleado así que las fotos quedaron muy bien. Ojo que la carretera es muy estrecha, con muchas curvas, y llena de turistas inexpertos (los habitantes locales hacen ese trayecto por un túnel de 40 km que va directo de Laerdal a Aurland).

Pasada la meseta comienza la bajada hacia Aurland con vistas espectaculares del Sognefjord en cada curva. A mitad de la bajada hay un mirador (Stegastein) con barandilla de cristal, que permite ver el fiordo casi colgado sobre él.

Pasamos rápido por Aurland, Flam, y luego dos largos túneles hasta llegar a Gudvangen a las 13:15h (no nos sobró mucho tiempo).

Embarcamos en el ferry turístico y el primer tramo es espectacular, por ser el más estrecho de todos, y tener al lado montañas de más de 1000 metros de altura. El trayecto hasta Flam son 2:15h.

Llegados a Flam nos tomamos un café. Decidimos no hacer la famosa subida en tren de Flam a Myrdal porque ya pasaríamos por Myrdal en el tren desde Bergen y porque parecía demasiado turístico.

Pusimos rumbo a Bergen, pasando otra vez por Gudvangen (no hay otra manera desde Flam). Doce kilómetros tras pasar Gudvangen está el desvío para subir al hotel Stalheim. Merece la pena desviarse para visitarlo, y pasar a la terraza del hotel para hacer unas fotos de todo el valle desde ahí. Y luego bajar por la carretera Stalheimskleiva, que es sólo de sentido único de bajada, con un gran desnivel, entre dos cascadas atronadoras. Una vez abajo, se puede aparcar y acercarse andando al pie de una de las cascadas (15 minutos, sin necesidad de calzado especial).

Retomamos la carretera principal y la siguiente parada fue las cascadas Tvindefossen, también al lado de la carretera con un fácil acceso.

Desde aquí, en 1:40h llegamos a Bergen, pasando por Vossevangen. Teníamos reservado el hotel Det Hanseatiske (133 eur.), algo antiguo pero bien, y muy céntrico.

Nos despistamos con la hora y casi nos quedamos sin cenar porque se hizo muy tarde. Al final encontramos un sitio tipo burger, el Egon Bristol, a las 23:00h por 60 euros.

Esa noche decidimos que no bajaríamos hasta el Púlpito y en su lugar los dos días siguientes los pasaríamos por el fiordo Hardanger.

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