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Domingo.Tristemente el día de regreso. Nos levantamos más temprano para terminar de recoger todo;nos despedimos del apartamento,del tranquilo pueblo de Uetendorf y de nuestras vacas vecinas.Sabemos que mañana ya no nos despertarán sus mugidos y sabemos que los echaremos mucho de menos...
Aferrándonos a ésta hermosísima tierra y a su apacible estilo de vida nos rebelamos a irnos ya para casa,¡queremos aprovechar hasta el último segundo antes de volver! y hacemos la que será,esta vez si,nuestra última visita: Gruyeres.
Antes de llegar,aproximadamente 1.5 km. antes de la entrada al pueblo vemos un cartel que publicita la visita a una fábrica de queso gruyere: "La maison du Gruyere";dudamos en un principio de si entrar a visitarla,ya que hacen demostraciones en vivo y degustación de queso,asi que primero decidimos aparcar,conocer el pueblo y después decidir.
Dejamos el coche en un parquing a la entrada (un parquing que se llena ya desde primera hora) ya que Gruyeres es totalmente peatonal y nos dirigimos cuesta arriba hasta la entrada del pueblo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Es un pueblo realmente pequeño,nada más entrar a mano izquierda hay una oficina de información y turismo a la cual entramos para coger un mapa y solicitar información sobre si merece la pena o no la visita a la fábrica. Hay una chica que habla algo de español y nos confirma lo que ya nos imaginábamos:que el pueblo no tiene más cosas que ver que las que ya sabíamos de antemano;nos comenta que podemos visitar el castillo (cosa que no hacemos,pues en nuestras vacaciones del año pasado por la Bretaña ya vimos muchos y quedamos satisfechos),el museo de Alien y del Tíbet (tampoco nos llama la atención),la iglesia de St. Théodule,el calvario, y al preguntarle por la fabrica de queso nos comenta que las visitas son de 9:00 a 11:00 y de 12:30 a 14:30 h. y que es bastante interesante,por lo que nos pica el gusanillo de la curiosidad y decidimos que ya que estamos allí,no vamos a perder la oportunidad de conocer cómo se fabrica el famoso queso que dá nombre a la pequeña ciudad. Nos vamos a pasear y a conocer el pueblo-ciudad,aunque la verdad me cuesta denominarlo así,ya que prácticamente sólo tiene una calle principal que es donde se agrupa toda su actividad turística: restaurantes,tiendas,iglesia,hoteles,etc. y al final,en la meta,el famoso castillo.
Sobre las 11:15 empezamos a caminar calle abajo hacia la fabrica,sin prisa pero sin pausa,no queremos coger el coche porque sabemos que si lo movemos,ya no encontraremos sitio para aparcar cuando volvamos. Llegamos un poco antes de que empezara la visita; sacamos las entradas (7 francos los adultos,6 los estudiantes y la 3ª edad y 12 francos las familias de 2 adultos y niños hasta 12 años) y antes de entrar vemos a través de unas grandes cristaleras el lugar donde almacenan las ruedas de queso ya listas para el consumo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después cogemos unas audioguías que están en todos los idiomas y comenzamos nuestro “tour sensorial e informativo” a través de unos pasillos donde pusimos a trabajar todos los sentidos: la vista observando fotos,vídeos,objetos,etc, el oído escuchando sonidos como el mugir de las vacas,sus cencerros,el sonido del viento o un torrente de agua al tiempo que observábamos las imágenes correspondientes,el olfato oliendo aromas de hierba,heno,madera,flores alpinas,violetas,leche...¡e incluso estiercol,si,si!
aromas muy reales que descubríamos al destapar unos cilindros que había por todo el recorrido. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Al acabar este pasillo donde paso a paso te iban explicando cada cosa que veías,olías,tocabas o escuchabas,nos dirigimos hacia unos ventanales circulares donde pudimos observar cómo el maestro quesero verificaba el proceso de elaboración y las enormes cubas de 4800 litros al tiempo que degustábamos las distintas muestras de queso que nos habían regalado al entrar.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nos gustó bastante la visita,creo que a los niños les gustaría mucho,aunque lo que sí nos dejó un poco fríos fue el hecho de que todo era muy mecanizado,era realmente poco artesanal,pero claro...era una fábrica!. No obstante,salimos contentos porque habíamos aprendido muchas curiosidades que antes desconocíamos.
Para quien prefiera algo más auténtico y artesano,en Gruyeres,en la calle principal,hay una tienda de souvenirs subiendo a mano derecha,allí venden entradas para entrar a una quesería artesanal,donde hacen el queso a mano (o al menos eso pone en los panfletos publicitarios que vimos allí) y además hacen degustación.
Cuando salimos de la fábrica nos fuimos de nuevo a Gruyeres con intención de tomarnos una fondue como no podía ser de otra manera estando en el sitio que estábamos
A esa hora Gruyeres ya era un hervidero de gente,los restaurantes y terrazas estaban llenos y las calles también. Teníamos claro donde queríamos comer,habíamos visto un sitio por la mañana al llegar y nos enamoró,pero cuando llegamos no tenían ni una mesa libre,asi que tuvimos que reservar una y esperar tres cuartos de hora aprox.
Mientras tanto volvimos a pasear por allí,hicimos más fotos,nos acercamos hasta la puerta del castillo,vimos su muralla,nos acercamos hasta el famoso bar “Alien” que por cierto solo vimos desde fuera porque es carísimo y llegado el momento,nos fuimos hacia “el Chalet de Gruyeres”,donde comimos una deliciosa fondue y de postre frambuesas a la doble crema (bueníiiiiiisimas! las recomiendo)
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de comer nos dirigimos de nuevo hacia el coche sabiendo que una vez que montemos en él,ya no será para hacer una nueva visita o una nueva excursión,sino para volver a casa...
Tenemos una mezcla de sentimientos: tristeza por dar por terminados estos maravillosos días en la tierra de Heidi donde hemos disfrutado como niños y a la vez alegría y gratitud porque nos sentimos afortunados de poder haber vivido estos días.
Nos quedan 8 horas de camino de vuelta a casa,¡qué distinto es el viaje de regreso!
A partir de ahora rememoraremos los recuerdos,las vivencias,las anécdotas y las aventuras mirando los cientos de fotos que hemos hecho durante esta semana,soñando con volver algún dia para seguir conociendo todos los increíbles rincones que Suiza guarda a sus visitantes.
Leí una vez en el diario de un/una viajero/a las siguientes palabras (con su permiso):
"Suiza es un país de cuento,el país de los Alpes,el chocolate,el queso y el mayor número de paisajes espectaculares por metro cuadrado y hemos podido comprobar que no solo son tópicos",pues bien,yo corroboro lo dicho. Este ha sido un viaje alucinante, Suiza parece el sitio ideal para dedicarse a la vida contemplativa,para decir adiós definitivamente al estrés.
Hemos experimentado lo que es perder la noción del tiempo y olvidar en qué día de la semana estábamos,despertarnos con los primeros rayos de sol o con el mugido de las vacas,abrir las ventanas y respirar aire fresco...Hemos disfrutado éste viaje juntos con toda intensidad.Hay tanto que ver y tanto por hacer que nos quedamos con la miel en los labios. Nos falta tiempo,pero no ganas,así que esa es la excusa perfecta para volver,quien sabe,en otra ocasión...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Algunos consejos:
- En Suiza siempre hay que pagar para entrar a los baños,procurad llevar monedas sueltas de 1 franco y de medio porque los necesitaréis y no siempre encontraréis a alguien dispuesto a ofreceros cambio.
- necesitaréis un adaptador para los enchufes,pues allí las clavijas son de 3 agujeros,nosotros compramos uno en un supermercado.
- hablando de supermercados: dentro de las marcas que os encontraréis por allí,los más baratos son los "Spar",más que los "Coop" o los "Migros" y se nota mucho la diferencia,asi que si os encontráis alguno,aprovechad.
- a la hora de aparcar el coche,si no queréis complicaros la vida,optar por los parkings privados,generalmente no son más caros que los parquímetros por horas y son más cómodos ya que te permiten no tener que ir a poner más monedas cada cierto tiempo.
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