Roma en cuatro días a low cost ✏️ Diarios de Viajes de Italia

Salimos de Madrid con destino a Roma volando con Ryanair. Pudimos adquirir unos pasajes unos meses atrás a un precio muy razonable, pues ida y vuelta nos costó 52 € por persona, tan solo hay que tener presente que estas compañías de bajo coste te meten sobretasa casi por respirar, así que no hay que caer en nada de lo que nos ofrecen. El equipaje de mano tiene que ir correctamente medido/pesado, pues de lo contrario te van a cobrar mas por facturar las maletas que el valor de la ropa que pudieras llevar. El primer día salimos del Aeropuerto de Barajas (ahora lo llaman Aeropuerto Adolfo Súarez - Madrid, Barajas... Que no deja de hacerme gracia este nombrecito) en torno a las 13,00 hrs. y aterrizamos en Roma-Ciampino a las 15,10 hrs. aprox. Mientras ponen la escalera y sales del avión, tocamos el suelo con nuestros pies a las 15,25 hrs. Nada mas bajarnos y en la sala de recogida de equipaje, te encuentras con una oficina de información turística del Ayuntamiento de Roma y compramos la tarjeta turística denominada Roma Pass que es válida para tres días a partir de la fecha de primera utilización (quiero con esto decir, que desde el momento en que la uses por primera vez empiezan a contarte los días, independientemente de la hora de ese día a la que lo hayas hecho) Nos costó 36 € cada una, pero nos daba derecho al transporte ilimitado dentro del Municipio de Roma y la entrada a dos museos o monumentos nacionales gratis, así que decidimos comprarla, pues tan solo con las dos entradas y evitar determinadas colas, ya resulta rentable.
Nos trasladamos hasta la Estación de Termini (centro neurálgico de Roma) con los autobuses de Terravisión, que tienen un amplio horario y te dejan allí en menos de cuarenta minutos sin ninguna parada (directos) por un coste de 4 € ida (compramos los billetes a través de Internet) Nada mas llegar a la parada, vimos un operario de esta empresa y nos embarcó en el primer bus que vino y eso nos hizo ganar casi una hora a la tarde. Llegamos a Termini y compramos alguna vianda en un supermercado que hay junto a la parada de estos autobuses y nos dirigimos al Hotel Demetra Capitolina... La verdad es que lo único en lo que tenía un diez el hotel era en la ubicación, todo lo demás sonaba a pensión mas que a hotel de cinco estrellas, pero nos salieron las tres noches con una habitación doble con camas independientes, ducha y desayuno de "sírvete lo que quieras" (no le doy el nombre de buffet por la escasa variedad) por 152 € y eso que tuvimos que pagar el impuesto turístico (que para esta categoría de hoteles es de 3 € por persona y noche) y nos clavaron otros 2 € por pagar con la Visa (debían de pensar que teníamos que sacarnos los billetes de entre la faja)
Después de dejar las maletas y comer alguna cosa que nos había quedado de las viandas que llevamos para el viaje, nos dirigimos andando hacia el Pantheon pues a las 19,00 hrs. lo cerraban y no iba a haber manera de verlo otro día. Nos pusimos en la Vía Nazionale a andar hasta llegar allí (como era sábado había muchísima gente) y disfrutamos de un paseo por Roma y de los monumentos que se nos iban cruzando. Como teníamos que cenar, nos hablaron del "aperitivo romano" que se trata simplemente de una merienda/cena que dan en plan buffet en algunos bares/pubs y decidimos tomarlo en la zona de Trastevere, en concreto en Freni y Frizioni (Vía Politeama 3-4 juntito al Ponte Sisto) Había un ambiente excepcional, con la gente tomando su aperitivo en la calle, en una terraza habilitada para este efecto, en el interior... Conseguimos tomar nuestras cervezas sentados (un vaso de cerveza de 3/4 l. por 6 €) y de paso cenamos por todo el morro. Desde allí, volvimos a cruzar el Tiber y nos fuimos al hotel andando y disfrutando de Roma La nuit... Seguiré escribiendo.

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