Una de las cosas que me hacía especial ilusión era aprender a cocinar alguna especialidad tailandesa y, aunque a Oscar no le hacía ni pizca de gracia, no dejé pasar la ocasión.

Reservamos un curso en horario de mañana en la Baan Thai Cookery School, a las 9:30h vinieron a recogernos al hotel.
Al llegar a la escuela nos hicieron rellenar unos papeles con nuestros datos personales y en otro papel elegimos qué platos queríamos cocinar de entre stir-fried, sopas, entrantes y currys.
En nuestro caso elegimos estos 4 platos: fried noodle thai style (pad thai para los amigos), rollitos de primavera, hot and sour prawn soup (sopa caliente y amarga de gambas) y Chiangmai noodle with chicken (por conocer mejor la famosa cocina norteña).
Elección hecha, hicimos la presentación del grupo: una pareja de australianos, un isralí, una coreana, tres alemanas y nosotros 2 (más diverso imposible) tratando de explicar la frecuencia con la que comemos arroz, qué tipo de arroz y nuestras preferencias en la gastronomía tailandesa.
Tras una introducción a las variedades de arroz más utilizadas en Tailandia y las formas de cocinarlo, salimos a la calle para dirigirnos a un mercado local. El paseo hasta el mercado nos permitió recorrer algunas callejuelas preciosas, aunque hacía un calor horrible!
Llegados al mercado, la profe nos fue enseñando los productos más utilizados en la cocina tailandesa (especias, tubérculos, verduras, currys…), pudimos toquetearlos, olerlos y probarlos aunque en ocasiones resultaba bastante desagradable!

Más espabilados regresamos, por otras callejuelas igual de bonitas que las anteriores, a la escuela de cocina. Allí nos aguardaban con un riquísimo aperitivo a base de frutas típicas y tortitas caseras de arroz…qué dulce y rica está la fruta en Tailandia!

Delantal atado, pañuelo en la cabeza y manos limpias, let’s go! El 1r plato que hicimos fue el pad thai. Una ayudante nos indicaba cómo cortar cada ingrediente mientras los alumnos poníamos todo nuestro empeño en hacerlo como ella; cuando ya lo teníamos todo listo nos hizo pasar a la zona en donde estaban los fogones. Aquí también preparaba ella el plato dando instrucciones de las medidas de cada ingrediente para luego dejar paso a los alumnos. Cada uno en un fogón, conseguimos cocinar unos pad thai deliciosos! Qué orgullosa estaba yo de Oscar, que lo estaba haciendo todo perfecto y encima lo veía disfrutar! :#l(
La mecánica era la misma, cocinabas el plato, lo comías y te ponías con el siguiente…así hasta que cocinamos nuestras deliciosas especialidades thai! Lástima que al ser tan temprano apenas teníamos hambre y, pesar que todo estaba delicioso, nos teníamos que obligar a tomar un poco.
Con nuestro libro de recetas bajo el brazo y convertidos en Masterchef,

Llegando a Thapae Gate localizamos una cafetería con una terraza muy chula, justo al lado del Burguer King, y allí que nos dejamos caer! Pasamos un ratito allí reposando la comida, y volvimos al hotel.
Ya en el hotel, bajamos al SPA y nos hicimos un masaje de cabeza, cuello, hombros y espalda…Qué dolor!


Bien comidos y relajados por el masaje, qué mejor forma de pasar la soleada tarde que en la piscina! Pero antes pasamos por la lavandería a dejar tooooda la ropa sucia de estos días, sólo nos quedaba un día en Chiang Mai y quería llevarme toda la ropa limpia a las islas.
Era temprano para cenar así que, camino a la pizzería donde cenaríamos esta noche, disfrutamos de un paseo tranquilo por esas calles y callejuelas de la Ciudad Antigua que me encandilaron.
Encontramos un porche tranquilísimo en una guesthouse en el que no pudimos resistir sentarnos a tomar una fantástica Chang tranquilamente, mientras no hacíamos más que ver el ir y venir de lagartijas del techo…esto son vacaciones!

Tras el paréntesis, nos acercamos a la pizzería recomendada por la Lonely…no había ni un alma! Pero nos dijimos que si la recomendaban sería por algo, así que pa’dentro! Y deberíamos habernos fiado más de lo vacía que estaba (sólo nosotros 2) pues las pizzas dejaron mucho que desear…no sabemos si era la masa o qué, pero tenían un regusto a aceite de palma requemado que anulaba por completo el resto de ingredientes… para que Oscar, el rey de la pizza, se dejara la mitad! Un desastre!

Este fue nuestro día de relax en Chiang Mai; ahora ya pasado, creo que o sobró ó deberíamos haber ido a Pai pero tengo que decir que nos sentó de maravilla.