
Consulto con el hombre simpático del hostel y me dice que sí merece la pena ir al Gorge bridge a 30 km, fuera de ruta hacia el sur. Es un río con un agua de un azul fosforito que resalta. Pero antes hago una parada en el pueblo Hoikitika para cumplir una costumbre de todos mis viajes…enviar una postal a mis padres y a mi mismo. Han llegado 1 mes y 8 días después de ser enviadas. Tarde pero al menos las envuelven en un plástico en la sede de Correos de allí. ¡curioso!







Luego a la vuelta a Hoikirika rodeo por el lago Kainere y hasta su cascada de Dorothy.



Sigue impresionando la vegetación más que las dimensiones de caídas de agua o lagos. Y para la siguiente parada que me ha aconsejado es 30 km antes de los glaciares, en Okarito. Un precioso lago al lado del mar con un paseo desde donde se ve al mismo tiempo mar, glaciares y monte Cook.



Como soy tan listo me equivoco y tiro por un camino de costa que lleva hasta una remota playa . Pero también soy cabezón, así que cuando vuelvo al cruce y veo que tengo una hora más para ir a donde quería en un principio, pues para arriba. Las nubes tapaban montes y glaciares, pero el sitio estaba bien recomendado como el de mejores vistas de la zona.


Eso sí, como en toda la isla sur, no la norte, los mosquitos atacan. Hay que darle al repelente. Al bajar voy con la idea preconcebida de todos los días, baño guapo después de patear. Pero el agua está lejos y pegan con fuerza las olas. A Frank Josef. Veo el cartel de la empresa de vuelos de helicóptero que me había recomendado el del hostel también y me dice que en 10 minutos sale el último vuelo del día. Le digo que está muy nublado y me asegura que arriba no y que mañana a la mañana las previsiones son las mismas. Pago los 280$, me preparo cámara y móvil, y la verdad es que es indescriptible. No se mueve, vas flotando y flipando con las vistas. Hacen negocio hasta con una foto que te saca el piloto en los minutos sobre el hielo. Bien podían haberla regalado y no cobrar los 20$ que el Cook estaba tapado y no se sobrevuela como debía.





Al andar por el pueblo oigo castellano y hablo con una pareja de gallegos muy maja. Se están metiendo aún más paliza que yo con el coche. Todo en 14 días sólo. Al separarnos empieza a llover fuerte. Con el coche llego a este hostel Chateau Franz, decente por 30 $ con wifi incluida, donde creo hay más spanish, me ha parecido entenderle al tío. Y a darle al sándwich para cenar....que toca compensar el esfuerzo económico del helicópter.