La parte final del viaje también tiene su aventurilla. Entrego el coche sin pegas. He completado 3500km en la isla sur y 2100km en la norte. No está mal en 18 días al volante. Tienen un shuttle al aeropuerto que lo conduce un chaval joven que me cuenta que ha estado en Donosti. Con Jetstar va a ser la primera vez que supero el peso de la maleta a facturar en 6 kg. Me cambio de calzado, doble pantalón y sacando todo lo que puedo ya me la pasan con 1,5 kg por encima de los 15kg máximo. En el vuelo internacional de mañana no tendré pega porque son 23kg máximo. No me funciona el código de easycall en los terminales del aeropuerto. Así que otro día sin llamar a casa. Pues nada, a volar con JetStar.
Me persigue la lluvia. En Auckland no ha parado y me he limitado al circuito urbano que proponía la Lonely Planet.
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Me mojo bien y acabo en la Skyline aunque limitado las vistas por las nubes. Quería haber ido a los cráteres de monte Edén y no he hecho nada más que sacarles foto desde la pedazo torre...qué edificios se casca el ser humano, es la leche.
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Bocata en un SubWay para acabar con todo el dinero en Cash y para la habitación. Es individual, pero peor que la que me dieron a la llegada. Ésta sí parece de celda de castigo. Salida para llamar por teléfono a mis padres agotando los 5$ que me quedaban de la easycall. Los tenía abandonados porque siempre me coincidía mal los últimos días cuadrar horarios. Miro bien la parada de vuelta al aeropuerto de Airbus. ESTO SE HA ACABADO.