22 Mayo
A pesar de llegar tan tarde al hotel, mantuvimos el horario previsto y un poco más tarde de las 8 estábamos en planta. Ni siquiera nos paramos a desayunar porque a las 9:30 teníamos que estar en la sucursal de Arnold Clark. Teníamos la opción del Tranvía y del Tren. Al final cogimos el tren porque nos venía mejor el horario (2,6 gbp). Era la segunda parada y a nuestra hora llegamos a Arnold Clark. Allí no tuvimos problema alguno, sólo la velocidad al hablar del personal
En 10' estábamos montados en nuestro Vauxhall Corsa (olía a nuevo!). Y ahora vino la complicación, cómo se arranca el coche ¿¿¿??? Tuvimos que preguntarle al chaval, pasando algo de vergüenza eso sí, para que nos dijera que bastaba con apretar el embrague. ¡Éstas modernidades!
Nos vino bien que fuera un polígono industrial donde estábamos para poder practicar unos minutos conduciendo por la izquierda, porque las primeras 2 curvas que tomé me tiré al carril derecho. Pero las rotondas, he de decir que las pillé al vuelo. Aprovechamos que hay un TESCO justo enfrente y paramos para comprar unas cuantas cosas. Además de varios tipos de galletas aprovechamos las típicas ofertas que hay (1 plato de comida / bocadillo + 1 bebida + 1 bolsita de fruta por 3 gbp). Desayunamos fuera en unos bancos que hay y empezamos la marcha! Ahora sí que sí!
[CONSEJO]
De siempre hemos confiado en la app Sygic para el móvil y después de éste viaje más todavía. Desde primera hora nos llevó a todos los sitios perfectamente. Eso sí, antes del viaje, guardé las coordenadas de los sitios que íbamos a visitar e hice las rutas pertinentes por días, para ir sobre seguro. Recordad en llevar cargador de móvil si no queréis vuestro teléfono frito.
DUNFERMLINE
La primera parada del viaje y fue la última en dejarla decidida. Y nos alegramos de haber parado. El trayecto perfecto, ya que era autovía y tengo que decir que me noté muy bien conduciendo por la izquierda desde primera hora (quitando las primeras dos curvas comentadas anteriormente). En algo más de 20' estábamos en el pueblo. Junto al parque de Pittencrieff hay un parking gratuito.
Dimos una vuelta por el centro del pueblo y nos paramos algo más en la abadía que tiene bastante historia. Después, nos adentramos en el citado parque, que en verdad es un bosque precioso. Tuvimos un encuentro muy divertido con unas ardillas muy atrevidas. Si tenéis opción de parar en éste pueblo, lo recomiendo para tener un primer contacto.
A pesar de llegar tan tarde al hotel, mantuvimos el horario previsto y un poco más tarde de las 8 estábamos en planta. Ni siquiera nos paramos a desayunar porque a las 9:30 teníamos que estar en la sucursal de Arnold Clark. Teníamos la opción del Tranvía y del Tren. Al final cogimos el tren porque nos venía mejor el horario (2,6 gbp). Era la segunda parada y a nuestra hora llegamos a Arnold Clark. Allí no tuvimos problema alguno, sólo la velocidad al hablar del personal

En 10' estábamos montados en nuestro Vauxhall Corsa (olía a nuevo!). Y ahora vino la complicación, cómo se arranca el coche ¿¿¿??? Tuvimos que preguntarle al chaval, pasando algo de vergüenza eso sí, para que nos dijera que bastaba con apretar el embrague. ¡Éstas modernidades!
Nos vino bien que fuera un polígono industrial donde estábamos para poder practicar unos minutos conduciendo por la izquierda, porque las primeras 2 curvas que tomé me tiré al carril derecho. Pero las rotondas, he de decir que las pillé al vuelo. Aprovechamos que hay un TESCO justo enfrente y paramos para comprar unas cuantas cosas. Además de varios tipos de galletas aprovechamos las típicas ofertas que hay (1 plato de comida / bocadillo + 1 bebida + 1 bolsita de fruta por 3 gbp). Desayunamos fuera en unos bancos que hay y empezamos la marcha! Ahora sí que sí!
[CONSEJO]
De siempre hemos confiado en la app Sygic para el móvil y después de éste viaje más todavía. Desde primera hora nos llevó a todos los sitios perfectamente. Eso sí, antes del viaje, guardé las coordenadas de los sitios que íbamos a visitar e hice las rutas pertinentes por días, para ir sobre seguro. Recordad en llevar cargador de móvil si no queréis vuestro teléfono frito.
DUNFERMLINE
La primera parada del viaje y fue la última en dejarla decidida. Y nos alegramos de haber parado. El trayecto perfecto, ya que era autovía y tengo que decir que me noté muy bien conduciendo por la izquierda desde primera hora (quitando las primeras dos curvas comentadas anteriormente). En algo más de 20' estábamos en el pueblo. Junto al parque de Pittencrieff hay un parking gratuito.
Dimos una vuelta por el centro del pueblo y nos paramos algo más en la abadía que tiene bastante historia. Después, nos adentramos en el citado parque, que en verdad es un bosque precioso. Tuvimos un encuentro muy divertido con unas ardillas muy atrevidas. Si tenéis opción de parar en éste pueblo, lo recomiendo para tener un primer contacto.
Nos teníamos que ir ya porque queríamos llegar a St. Andrews a la hora de comer. Así que al coche de nuevo que había una hora de trayecto!
ST. ANDREWS
Ciudad universitaria y cuna del golf. Era parada obligatoria. Lo primero que hicimos después de tener suerte y aparcar bastante rápido ... y gratis! fue ir directos a comer algo. El sitio elegido fue BlackHorn, en 10 Church st. Tienen fama sus hamburguesas y la verdad que estaban muy buenas aunque no muy grandes. Como nos quedó un hueco en el estómago, nos paramos en una pastelería y nos compramos un dulce enorme que era como una bomba rellena de nata. Una pasada.
Ahora sí podíamos visitar tranquilamente lo más característico de la ciudad y empezamos por la catedral. Maravillosa si tienes la imaginación para viajar al pasado y verla en su esplendor llena de gente contemplando cómo debía entrar la luz por los supuestos ventanales. Situada en un lugar idílico. En el cementerio, pudimos empezar a vislumbrar la pasión que hay por el golf en este lugar. Una impresionante tumba deja para la posteridad a Tom Morris, considerado como el verdadero fundador del juego moderno del golf, y a su hijo Tommy.
ST. ANDREWS
Ciudad universitaria y cuna del golf. Era parada obligatoria. Lo primero que hicimos después de tener suerte y aparcar bastante rápido ... y gratis! fue ir directos a comer algo. El sitio elegido fue BlackHorn, en 10 Church st. Tienen fama sus hamburguesas y la verdad que estaban muy buenas aunque no muy grandes. Como nos quedó un hueco en el estómago, nos paramos en una pastelería y nos compramos un dulce enorme que era como una bomba rellena de nata. Una pasada.
Ahora sí podíamos visitar tranquilamente lo más característico de la ciudad y empezamos por la catedral. Maravillosa si tienes la imaginación para viajar al pasado y verla en su esplendor llena de gente contemplando cómo debía entrar la luz por los supuestos ventanales. Situada en un lugar idílico. En el cementerio, pudimos empezar a vislumbrar la pasión que hay por el golf en este lugar. Una impresionante tumba deja para la posteridad a Tom Morris, considerado como el verdadero fundador del juego moderno del golf, y a su hijo Tommy.
Más tarde, fuimos recorriendo la calle que bordea el acantilado y nos fuimos acercando al Castillo, aunque no entramos. Seguimos dando el paseo y llegamos al Old Course. Místico para los amantes del golf. ¡Si hubiera podido hacer un sólo drive! Dónde mejor para desvirgarte que éste campo, pero no pudo ser. Unos minutos viendo jugar al golf y a West Sands que nos fuimos, la playa de Carros de fuego. La playa es inmensa y dan ganas de echar una carrerita, pero siempre con la banda sonora de fondo, aunque sea en tu cabeza.
Se nos echaba encima la hora del té y acercándonos donde teníamos el coche vimos una cafetería al más puro estilo universitario. Decidimos tomarnos ahí algo y la verdad que no nos defraudó. La cafetería en cuestión es Rector's Café, en St Marys Pl. Las tazas eran enormes y estaba bastante bueno lo que nos pedimos.
No teníamos más tiempo, ya que había que llegar a nuestra última parada del día, Stonehaven.
STONEHAVEN
En una hora y media llegamos a nuestro primer B&B. Fue el más caro pero hay que decir que era el más lujoso de todos. La habitación impresionante con un cuarto de baño enorme. Nada más llegar ya nos estaban ofreciendo te, leche y algún dulce. Está situado en una granja y cruzando la carretera teníamos un buen puñado de vacas. Aunque no eran las típicas de las highlands (una pena), eran muy graciosas porque en vez de asustarse con nosotros venían para ver qué hacíamos allí en su territorio. No nos paramos en exceso, porque queríamos ir al castillo de Dunnotar y si teníamos suerte entrar porque al siguiente día no nos íbamos a parar.
Para ir hacia allí tuvimos nuestra primera experiencia por caminos de un sólo carril, aunque no nos encontramos a nadie. Por poco, pero cuando llegamos el castillo ya estaba cerrado. Una pena. Pero a cambio tuvimos más tiempo para admirar el paisaje, que en verdad es lo que más llama la atención del paraje. Simplemente ES-PEC-TA-CU-LAR. De nuevo, mi mente se intentaba trasladar cerca del 1300 para ver como William Wallace lograba una importante victoria frente a los ingleses. Antes de salpicarme sangre en la cara, volví al presente y tanta lucha me dio sed. Antes de ir a tomarnos la primera pinta del viaje, comentar que fue la primera toma de contacto con unas flores amarillas que hay por todo el país que su olor nos recordaba a coco / piña, algo tropical al fin y al cabo. Olían genial!
Se nos echaba encima la hora del té y acercándonos donde teníamos el coche vimos una cafetería al más puro estilo universitario. Decidimos tomarnos ahí algo y la verdad que no nos defraudó. La cafetería en cuestión es Rector's Café, en St Marys Pl. Las tazas eran enormes y estaba bastante bueno lo que nos pedimos.
No teníamos más tiempo, ya que había que llegar a nuestra última parada del día, Stonehaven.
STONEHAVEN
En una hora y media llegamos a nuestro primer B&B. Fue el más caro pero hay que decir que era el más lujoso de todos. La habitación impresionante con un cuarto de baño enorme. Nada más llegar ya nos estaban ofreciendo te, leche y algún dulce. Está situado en una granja y cruzando la carretera teníamos un buen puñado de vacas. Aunque no eran las típicas de las highlands (una pena), eran muy graciosas porque en vez de asustarse con nosotros venían para ver qué hacíamos allí en su territorio. No nos paramos en exceso, porque queríamos ir al castillo de Dunnotar y si teníamos suerte entrar porque al siguiente día no nos íbamos a parar.
Para ir hacia allí tuvimos nuestra primera experiencia por caminos de un sólo carril, aunque no nos encontramos a nadie. Por poco, pero cuando llegamos el castillo ya estaba cerrado. Una pena. Pero a cambio tuvimos más tiempo para admirar el paisaje, que en verdad es lo que más llama la atención del paraje. Simplemente ES-PEC-TA-CU-LAR. De nuevo, mi mente se intentaba trasladar cerca del 1300 para ver como William Wallace lograba una importante victoria frente a los ingleses. Antes de salpicarme sangre en la cara, volví al presente y tanta lucha me dio sed. Antes de ir a tomarnos la primera pinta del viaje, comentar que fue la primera toma de contacto con unas flores amarillas que hay por todo el país que su olor nos recordaba a coco / piña, algo tropical al fin y al cabo. Olían genial!
Cogimos el coche y para Stonehaven. Allí nos paramos en el primer pub que nos encontramos y con nuestras pintas eramos la mar de felices, además escuchando buena música, aunque no fuera en directo. En este pub, la anécdota, fue que una pareja de autóctonos, entrados en años, ofrecieron bailar a mi novia cuando pasó al lado de ellos. ¡Qué risa pasamos!
No queríamos que se nos hiciera muy de noche y nos volvimos al B&B y cenamos algo de lo que llevábamos en nuestra pedazo de habitación. Algo de internet y a dormir.
No queríamos que se nos hiciera muy de noche y nos volvimos al B&B y cenamos algo de lo que llevábamos en nuestra pedazo de habitación. Algo de internet y a dormir.