24 Mayo
En éste B&B había que dejar la noche anterior, una hoja por persona, lo que querías para desayunar en una cesta justo en la entrada. En ésta ocasión probamos hash browns (masa de trozos de patata frita) y porridge (especie de gachas). Aparte de algunas salchichas, champiñones, etc. ¡Esto había que pararlo de alguna manera! Le comentamos a Russell nuestra experiencia en la noche anterior y nos comentó que lo del Hootananny es costumbre empezar el concierto más tarde de lo estipulado. Nos despedimos de él, y a seguir nuestro camino que hoy era uno de los días marcados en rojo.
Volvimos a coger el camino para Urquhart Castle y al rato de dejarlo atrás, el paisaje iba cambiando drásticamente. Iba desapareciendo el verde para ir dando paso al marrón. Parecía que cambiábamos de planeta. A los lados de la carretera iban apareciendo de vez en cuando ensanches para poder parar y echar un vistazo al paisaje. También lo que vimos que empezaban muchas rutas de senderismo marcadas con paneles de señalización.
EILEAN DONAN CASTLE
Ya nos íbamos acercando a él, cada vez con más ganas de llegar, hasta que pasando una curva lo ves aparecer. Es una de las postales que me llevo del viaje. Es precioso y además el rato que estuvimos allí nos acompañó hasta el tiempo. No sé si habrá cambiado pero ahora si no compras la entrada para entrar al castillo, no te permiten siquiera cruzar el puente para acercarte. No creo que pueda añadir en éste punto mucha más de todo lo que se ha comentado. Simplemente una imagen del camino hacia el castillo y del castillo en sí.
En éste B&B había que dejar la noche anterior, una hoja por persona, lo que querías para desayunar en una cesta justo en la entrada. En ésta ocasión probamos hash browns (masa de trozos de patata frita) y porridge (especie de gachas). Aparte de algunas salchichas, champiñones, etc. ¡Esto había que pararlo de alguna manera! Le comentamos a Russell nuestra experiencia en la noche anterior y nos comentó que lo del Hootananny es costumbre empezar el concierto más tarde de lo estipulado. Nos despedimos de él, y a seguir nuestro camino que hoy era uno de los días marcados en rojo.
Volvimos a coger el camino para Urquhart Castle y al rato de dejarlo atrás, el paisaje iba cambiando drásticamente. Iba desapareciendo el verde para ir dando paso al marrón. Parecía que cambiábamos de planeta. A los lados de la carretera iban apareciendo de vez en cuando ensanches para poder parar y echar un vistazo al paisaje. También lo que vimos que empezaban muchas rutas de senderismo marcadas con paneles de señalización.
EILEAN DONAN CASTLE
Ya nos íbamos acercando a él, cada vez con más ganas de llegar, hasta que pasando una curva lo ves aparecer. Es una de las postales que me llevo del viaje. Es precioso y además el rato que estuvimos allí nos acompañó hasta el tiempo. No sé si habrá cambiado pero ahora si no compras la entrada para entrar al castillo, no te permiten siquiera cruzar el puente para acercarte. No creo que pueda añadir en éste punto mucha más de todo lo que se ha comentado. Simplemente una imagen del camino hacia el castillo y del castillo en sí.
EN SKYE!
Después de un buen rato y un gran puñado de fotos del castillo, nos tuvimos que ir. Estábamos a nada ya de la isla de Skye. Pasamos Kyle of Lochalsh y el pedazo de puente que cruza a la isla. ¡Estábamos dentro! La primera parada en la isla sería en Sligachan, para ver el famoso puente. Había mucha gente allí para empezar una ruta de senderismo, creo que a las Cuillin.
Seguimos nuestra ruta. El siguiente destino sería Neist Point. Pero antes de llegar allí nos paramos unas cuantas veces para admirar los paisajes y las ovejas autóctonas de la zona. Llegamos cerca de Dunvegan, y era hora de comer. Vimos el restaurante The Old School, y entre que no había muchas más opciones y que tenían menú por 12 libras hasta las 2 de la tarde, allí que entramos. Cogimos la oferta por 5 minutos. Comimos muy bien y además conocimos al único español censado en la isla. Un chaval muy majo que nos dio algunos consejos, sobre todo para nuestra vuelta a Edimburgo. Con la barriga llena, decidimos ir primero a Neist Point para quitarnos esa carretera lo antes posible y después si había ganas, pararnos un rato en Dunvegan Castle.
NEIST POINT LIGHTHOUSE
Madre mía que carreterita para llegar al faro. Y pasan miniautobuses casi como si fuera eso una nacional. Qué vicio tienen. Y nosotros medio acojonados. Tardamos bastante en llegar a pesar de la poca distancia que hay, pero es verdad que merece la pena la visita. Hay unas vistas impresionantes. Cuando llegamos empezó a soplar un viento de lo más desagradable aunque no nos paró lo más mínimo.
Ahora tocaba el camino de vuelta, menos mal que siempre las vueltas se pasan más rápido. Llegamos otra vez al cruce cercano al restaurante, y dudamos si ir hacia el castillo o directamente al B&B a soltar las cosas y dar una vuelta por Portree. Eran ya las 6 de la tarde así que nos fuimos hacia el B&B. ¡Siempre hacen falta días para ver todo lo que uno quiere! Una lástima.
Después de un buen rato y un gran puñado de fotos del castillo, nos tuvimos que ir. Estábamos a nada ya de la isla de Skye. Pasamos Kyle of Lochalsh y el pedazo de puente que cruza a la isla. ¡Estábamos dentro! La primera parada en la isla sería en Sligachan, para ver el famoso puente. Había mucha gente allí para empezar una ruta de senderismo, creo que a las Cuillin.
Seguimos nuestra ruta. El siguiente destino sería Neist Point. Pero antes de llegar allí nos paramos unas cuantas veces para admirar los paisajes y las ovejas autóctonas de la zona. Llegamos cerca de Dunvegan, y era hora de comer. Vimos el restaurante The Old School, y entre que no había muchas más opciones y que tenían menú por 12 libras hasta las 2 de la tarde, allí que entramos. Cogimos la oferta por 5 minutos. Comimos muy bien y además conocimos al único español censado en la isla. Un chaval muy majo que nos dio algunos consejos, sobre todo para nuestra vuelta a Edimburgo. Con la barriga llena, decidimos ir primero a Neist Point para quitarnos esa carretera lo antes posible y después si había ganas, pararnos un rato en Dunvegan Castle.
NEIST POINT LIGHTHOUSE
Madre mía que carreterita para llegar al faro. Y pasan miniautobuses casi como si fuera eso una nacional. Qué vicio tienen. Y nosotros medio acojonados. Tardamos bastante en llegar a pesar de la poca distancia que hay, pero es verdad que merece la pena la visita. Hay unas vistas impresionantes. Cuando llegamos empezó a soplar un viento de lo más desagradable aunque no nos paró lo más mínimo.
Ahora tocaba el camino de vuelta, menos mal que siempre las vueltas se pasan más rápido. Llegamos otra vez al cruce cercano al restaurante, y dudamos si ir hacia el castillo o directamente al B&B a soltar las cosas y dar una vuelta por Portree. Eran ya las 6 de la tarde así que nos fuimos hacia el B&B. ¡Siempre hacen falta días para ver todo lo que uno quiere! Una lástima.
B&B y PORTREE
El Heatherdale B&B está a 10-15 minutos en coche de Portree y está en mitad de la nada, pero te da una calma increíble. La zona baja sólo tiene la sala de desayuno en la que sólo hay una mesa, y en la planta alta están las dos habitaciones y una sala de ocio, en la que hay un gran televisor con varios dvds y un sofá. Nosotros estuvimos en la habitación abuhardillada y es perfecta. En su web está la opción de dar un paseo virtual incluso.
Hicimos alguna llamada a casa para ver qué tal iban las cosas y nos fuimos a Portree a dar un paseo. La capital de Skye es pequeñísima y la zona de las casas de colorines es lo más reseñable. Nada más entrar en el pueblo, a mano derecha había un parking gratuito bastante grande.
Después del breve paseo nos metimos en el pub The Isles. Nos tomamos unas pintas y vimos un rato un concierto de música típica de la zona. Estaba bastante abarrotado el pub. Está dividido en 2 zonas, una de restaurante y otra para beber. Siempre recordaré un hombre mayor sentado con un bastón enorme y tallado al más puro estilo "Gandalf". Al otro día lo volvimos a ver con un carrito eléctrico por la carretera y su bastón a su espalda. Increíble! Pasado un buen rato nos volvimos al B&B, nos tomamos un té y unas galletas de las que había (como en todos los B&B) y a la cama.