26 Mayo
Las millas iban pesando cada vez más pero seguíamos con nuestra rutina de levantarnos a las 8 de la mañana, y eso que anoche nos acostamos más tarde de lo que venía siendo habitual.
Esta vez habíamos pedido desayuno continental, que todos los días no nos podíamos meter esos desayunos tan bestias. Teníamos que salir del apartamento y entrar en la casa en sí. La dueña era amabilísima como fue costumbre en todos los B&B. Tengo que decir que éste fue el desayuno más flojo, aunque también es verdad que puede ser por la modalidad que pedimos. No tardamos mucho en irnos ya que una de las posibilidades que teníamos era hacer un crucero en Luss (Luss Cruises). Hay dos modalidades de crucero, un crucero normal por el lago Lomond y otra en la que te dejan hora y media en la isla de Inchcailloch. Nosotros por tiempo, podíamos intentar hacer el crucero en sí que salía a las 11:30.
VALLE DE GLENCOE
Para llegar a Luss desde Fort William pasamos por el famoso valle de Glencoe. Todo lo que la gente comenta del lugar es cierto. Es precioso el paso entre las montañas. Cada dos por tres hay apeaderos en la carretera para detener el coche y contemplar algunas vistas maravillosas. Que si una cascada por aquí, un lago por allí, unas montañas por allá. No tiene desperdicio, y debido a ésto ya no íbamos a llegar al crucero de las 11:30. Y eso que no paramos en el memorial sobre la sangrienta batalla acontecida en éste valle.
Las millas iban pesando cada vez más pero seguíamos con nuestra rutina de levantarnos a las 8 de la mañana, y eso que anoche nos acostamos más tarde de lo que venía siendo habitual.
Esta vez habíamos pedido desayuno continental, que todos los días no nos podíamos meter esos desayunos tan bestias. Teníamos que salir del apartamento y entrar en la casa en sí. La dueña era amabilísima como fue costumbre en todos los B&B. Tengo que decir que éste fue el desayuno más flojo, aunque también es verdad que puede ser por la modalidad que pedimos. No tardamos mucho en irnos ya que una de las posibilidades que teníamos era hacer un crucero en Luss (Luss Cruises). Hay dos modalidades de crucero, un crucero normal por el lago Lomond y otra en la que te dejan hora y media en la isla de Inchcailloch. Nosotros por tiempo, podíamos intentar hacer el crucero en sí que salía a las 11:30.
VALLE DE GLENCOE
Para llegar a Luss desde Fort William pasamos por el famoso valle de Glencoe. Todo lo que la gente comenta del lugar es cierto. Es precioso el paso entre las montañas. Cada dos por tres hay apeaderos en la carretera para detener el coche y contemplar algunas vistas maravillosas. Que si una cascada por aquí, un lago por allí, unas montañas por allá. No tiene desperdicio, y debido a ésto ya no íbamos a llegar al crucero de las 11:30. Y eso que no paramos en el memorial sobre la sangrienta batalla acontecida en éste valle.
LUSS
Antes de llegar a Luss debo decir que hubo los peores tramos de carretera de todo el viaje a Escocia, y eso que ya habíamos recorrido Skye que tiene tanta fama con los passing places. Era bordeando el lago, y sin ser passing places, había curvas cerradas en las que te venían de frente caravanas y ahí parecía que no había hueco para pasar. Y nosotros para la izquierda teníamos el lago directamente, y ellos una montañita. !Qué miedo! Os paso un ejemplo del Street View: Estrechez llegando a Luss
Ya en Luss más tranquilos, aparcamos en el parking que hay nada más entrar al pueblo. Esta vez tuvimos que pagar por estacionar en unas máquinas que hay. Dimos un paseo y el pueblo es encantador. Llegamos a la zona del lago y allí descansamos un rato para respirar aire fresco (y así calmar los nervios de antes, jeje). Paisaje idílico donde los haya, incluso con la compañia de unos cisnes que estaban hambrientos.
En éste lago también había bastante movimiento de gente practicando deporte. Tenían que aprovechar que hoy el tiempo estaba de diez. Antes de irnos dudamos en quedarnos a comer en un restaurante (The Village Rest) que estaba a las afueras del pueblo (no hay que irse muy lejos, jaja) y no tenía mala pinta. Es más, estaba casi lleno, pero eran las 13h y al final preferimos ir hacia Stirling y comer ya allí para no llegar demasiado tarde.
Antes de llegar a Luss debo decir que hubo los peores tramos de carretera de todo el viaje a Escocia, y eso que ya habíamos recorrido Skye que tiene tanta fama con los passing places. Era bordeando el lago, y sin ser passing places, había curvas cerradas en las que te venían de frente caravanas y ahí parecía que no había hueco para pasar. Y nosotros para la izquierda teníamos el lago directamente, y ellos una montañita. !Qué miedo! Os paso un ejemplo del Street View: Estrechez llegando a Luss
Ya en Luss más tranquilos, aparcamos en el parking que hay nada más entrar al pueblo. Esta vez tuvimos que pagar por estacionar en unas máquinas que hay. Dimos un paseo y el pueblo es encantador. Llegamos a la zona del lago y allí descansamos un rato para respirar aire fresco (y así calmar los nervios de antes, jeje). Paisaje idílico donde los haya, incluso con la compañia de unos cisnes que estaban hambrientos.
En éste lago también había bastante movimiento de gente practicando deporte. Tenían que aprovechar que hoy el tiempo estaba de diez. Antes de irnos dudamos en quedarnos a comer en un restaurante (The Village Rest) que estaba a las afueras del pueblo (no hay que irse muy lejos, jaja) y no tenía mala pinta. Es más, estaba casi lleno, pero eran las 13h y al final preferimos ir hacia Stirling y comer ya allí para no llegar demasiado tarde.
STIRLING
Camino a Stirling vimos de nuevo otro grupito de vacas del flequillo, y otra vez que nos tuvimos que parar a echarles unas fotos. Es irremediable. Pues cuando ya íbamos por el pueblo de Drymen (a811), nos encontramos un cartel que estaba cortada la carretera por obras. Y sin ninguna información de por qué carretera tirar. ¡Madre mía! Pues dimos media vuelta por donde habíamos venido y ... ¡voilá! El Sygic recalculó a los pocos minutos una nueva ruta para llegar a Stirling. Al principio teníamos la duda de si nos llevaría bien pero vimos que muchos de los coches que hicieron lo mismo que nosotros, nos seguían. O sabían que era por ahí o confiaban mucho en nosotros. ¡Un 10 al GPS por llevarnos bien!
Ya en Stirling tuvimos complicado el aparcar. ¡Todo el pueblo es zona azul! Después de muchas vueltas decidimos aparcar en el castillo. Yo creía que con la entrada al castillo era gratuito, pero no. Son 4 gbp, eso sí, por todo el día. Lo primero que hicimos fue buscar un sitio para comer. Teníamos apuntados un par de hindúes que tenían muy buenas valoraciones. Pues uno cerraba al mediodía y el otro no nos entró mucho por el ojo. Otra opción que teníamos era el pub no.2 Baker st., pero lo íbamos a dejar para la noche que normalmente había conciertos. Así que al final nos quedamos en el que está enfrente, The Crossed Peels, de la cadena Weatherspoon. La comida está buena y a precio no le gana nadie, con ofertas temáticas por días.
La noche anterior, estuvimos decidiendo a qué castillo entrar, al de Stirling o al de Edimburgo. Al final ganaron los pros de entrar al de Stirling (menor precio - 2gbp menos - pero sobre todo dejar más hueco para los días de Edimburgo).
Así que fuimos al castillo y allí estuvimos hasta que cerraron, dando vueltas e intentando ver todas las salas. Las vistas también merecen la pena, con el monumento a William Wallace al fondo. Aunque más tarde lo veríamos bastante mejor. Sobre las 6 nos dirigimos al B&B que estaba a las afueras de la ciudad. Stan -el dueño- era entrañable. Su única preocupación era que aparcáramos de una manera para que entraran 3 coches en el parking que hay en la entrada de la casa. Bueno, y que si salíamos, cerráramos la puerta de la casa con llave. Este B&B fue el más barato, y la verdad que estaba de lujo. No le faltaba ningún detalle, además fue el único que pudimos pagar con tarjeta.
Sólo soltamos las cosas y de nuevo a dar un paseo por Stirling. Fuimos caminando y en 10-15' estábamos allí. Cruzamos el famoso puente de Stirling, donde se libró una de las batallas más famosas entre Escocia e Inglaterra (Batalla del Puente de Stirling). ¡Imaginaos la masacre! Mejor no estar por allí ese día, y menos si eras inglés.
Camino a Stirling vimos de nuevo otro grupito de vacas del flequillo, y otra vez que nos tuvimos que parar a echarles unas fotos. Es irremediable. Pues cuando ya íbamos por el pueblo de Drymen (a811), nos encontramos un cartel que estaba cortada la carretera por obras. Y sin ninguna información de por qué carretera tirar. ¡Madre mía! Pues dimos media vuelta por donde habíamos venido y ... ¡voilá! El Sygic recalculó a los pocos minutos una nueva ruta para llegar a Stirling. Al principio teníamos la duda de si nos llevaría bien pero vimos que muchos de los coches que hicieron lo mismo que nosotros, nos seguían. O sabían que era por ahí o confiaban mucho en nosotros. ¡Un 10 al GPS por llevarnos bien!
Ya en Stirling tuvimos complicado el aparcar. ¡Todo el pueblo es zona azul! Después de muchas vueltas decidimos aparcar en el castillo. Yo creía que con la entrada al castillo era gratuito, pero no. Son 4 gbp, eso sí, por todo el día. Lo primero que hicimos fue buscar un sitio para comer. Teníamos apuntados un par de hindúes que tenían muy buenas valoraciones. Pues uno cerraba al mediodía y el otro no nos entró mucho por el ojo. Otra opción que teníamos era el pub no.2 Baker st., pero lo íbamos a dejar para la noche que normalmente había conciertos. Así que al final nos quedamos en el que está enfrente, The Crossed Peels, de la cadena Weatherspoon. La comida está buena y a precio no le gana nadie, con ofertas temáticas por días.
La noche anterior, estuvimos decidiendo a qué castillo entrar, al de Stirling o al de Edimburgo. Al final ganaron los pros de entrar al de Stirling (menor precio - 2gbp menos - pero sobre todo dejar más hueco para los días de Edimburgo).
Así que fuimos al castillo y allí estuvimos hasta que cerraron, dando vueltas e intentando ver todas las salas. Las vistas también merecen la pena, con el monumento a William Wallace al fondo. Aunque más tarde lo veríamos bastante mejor. Sobre las 6 nos dirigimos al B&B que estaba a las afueras de la ciudad. Stan -el dueño- era entrañable. Su única preocupación era que aparcáramos de una manera para que entraran 3 coches en el parking que hay en la entrada de la casa. Bueno, y que si salíamos, cerráramos la puerta de la casa con llave. Este B&B fue el más barato, y la verdad que estaba de lujo. No le faltaba ningún detalle, además fue el único que pudimos pagar con tarjeta.
Sólo soltamos las cosas y de nuevo a dar un paseo por Stirling. Fuimos caminando y en 10-15' estábamos allí. Cruzamos el famoso puente de Stirling, donde se libró una de las batallas más famosas entre Escocia e Inglaterra (Batalla del Puente de Stirling). ¡Imaginaos la masacre! Mejor no estar por allí ese día, y menos si eras inglés.
Seguimos nuestro paseo por el centro histórico, viendo una estatua de William, otra de un lobo blanco - que es símbolo de la ciudad por la leyenda que salvó a sus habitantes de un ataque vikingo -, la iglesia de Holy Rude y el cementerio antiguo de Stirling. Aquí tuvimos otra anécdota entre graciosa y algo macabra. Antes de llegar al cementerio, mientras subíamos por St John st. vimos a un tío disfrazado de época y un tanto gótico, la verdad que daba un poco de yuyu. Pues fue entrar al cementerio, que no había un alma, y aparece el tío éste por el fondo y se dirige hacia donde estábamos nosotros. Pues el buen hombre sólo quería informarnos de dónde estaban las tumbas más antiguas y reseñables de todo el cementerio. Una vez más salió a relucir la amabilidad de los escoceces. Viendo las pintas del hombre, o bien estaba loquísimo o tenía que trabajar en los típicos tours de fantasmas. Indagando un poco, he dado con él (Ghost Walk).
Para terminar el día, nos fuimos al pub no. 2 Baker pero cual fue la sorpresa que sólo tenían conciertos de Jueves a Domingo (¡por eso estaba tan vacío!). Pues nada, a repetir en el del mediodía, que en la planta de arriba tenía buenas vistas y como no teníamos mucha hambre con un par de pintas y algo de pizcar tendríamos suficiente.
Ya sólo quedaba echarnos una foto desde nuestro B&B.
Para terminar el día, nos fuimos al pub no. 2 Baker pero cual fue la sorpresa que sólo tenían conciertos de Jueves a Domingo (¡por eso estaba tan vacío!). Pues nada, a repetir en el del mediodía, que en la planta de arriba tenía buenas vistas y como no teníamos mucha hambre con un par de pintas y algo de pizcar tendríamos suficiente.
Ya sólo quedaba echarnos una foto desde nuestro B&B.