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Esa mañana nos levantamos temprano como de costumbre pero ya no teníamos prisa ni que salir corriendo a ningún parque. Así que hicimos las maletas y desayunamos con relativa calma, y como aun teníamos tiempo nos fuimos a conocer otras zonas del Pop Century y a sacar unas fotos del complejo, ya que no nos habíamos parado hasta ese momento ni para hacer una foto. Vamos que no habíamos probado ni la piscina, pero es que para disfrutar del hotel hay que ir muchos días, ya que hay tanto que hacer fuera que te pasas el día por ahí.
A pesar de eso yo recomiendo alojarse en un hotel Disney por las ventajas que tiene, por la decoración y la ambientación. El Pop en concreto tiene una decoración muy colorida y un poco retro, a mí me gustó mucho.
El hotel está tematizado según las décadas de la cultura pop estadounidense, 50s, 60s, 70, 80 y 90. Y esta dentro de la categoría de los económicos. Cuenta con varias esculturas gigantes alrededor de los edificios. Cada área presenta edificios estilo motel decorados con frases e iconos gigantes de una década particular. Tiene 2.880 habitaciones en diez edificios separados, tres piscinas, tienda de suvenires y varios restaurantes de comida rapida.
Justo enfrente y separado del Pop por un lago con un puente se encuentra el Art of Animation, el mas famoso y solicitado de los hoteles económicos, y tambien, claro está, más caro. Me hubiera gustado ir a verlo, pero fue imposible, quien sabe, quizá en otra ocasión nos podamos alojar allí.
También nos había quedado por ver el Downtown Disney, pero como aun teníamos que volver a coger el vuelo el último día y salía a las 19:55pm, decidimos volver temprano de Siesta Key y pasar parte del día allí.
Y la foto de despedida del mundo Disney fue el poder de las Magic Bands. Pero había llegado la hora de quitárselas
Los planes de hoy eran recoger el coche que habíamos alquilado en un Hilton cerca de allí, hacer unas compras en Orlando Vineland Premium Outlets en Vineland Avenue, y después ir ya para Clearwater Beach a 1 hora y media de alli aproximadamente.
Así que al hacer el check out, preguntamos si nos podían pedir un taxi, y nos dijeron que fuera no tendríamos problema. Allí había una chica que toco un silbato y al momento vino un taxi que nos llevo al Hilton a recoger el coche por 12$.
La oficina Avis estaba dentro del hotel, así que fuimos al mostrador y la chica nos ofreció dos coches más aparte del que teníamos reservado, que era de la gama más pequeña.
La verdad es que con el carro y todas las maletas vimos que el coche que nos tocaba era un poco justo, y el de la gama que le seguía era un Dodge no se que guapísimo, así que entramos y nos dijo que ese eran 40$ más, pero no queríamos pagar mas dinero y le dijimos que no. Al final la chica no se si es que le dimos pena o vio que realmente íbamos a ir muy justos, nos dijo que nos lo dejaba por 10$, y no pudimos resistirnos.
A Raúl le costo un poco hacerse con el coche, porque ya no era que fuese automático si no que era completamente diferente a los que habíamos usado nunca.
Casi se nos olvida preguntar si estaba activado el sistema sunpass.
El sunpass es un sistema electrónico para el pago de los peajes en Florida.
Utiliza unos dispositivos electrónicos que van en la parte interior del parabrisas del coche. Cuando el coche pasa por una zona de peaje, el aparato envía una señal y el importe se deduce de la tarjeta de crédito.
Así que entre y la chica me dijo que efectivamente estaba activado, y yo le dije: “pero la matricula es de Texas y el aparato también”. La chica me dijo que se actualizaba automáticamente o algo así le entendí, pero lo que me quedo claro es que me dijo que no me preocupara, y eso hice. A final de mes estaban cargados en la tarjeta el importe de los peajes.
Una vez estuvo todo controlado nos fuimos al outlet esperando encontrar otras gangas que no fuera el cambio de moneda que estaba en ese momento a 1,06.
Cogimos un plano, y como Lucía se había dormido, aprovechamos para comprar los regalos en la tienda Disney, pero nos decepciono un poco, porque no habían tallas de todo, de las que habían tallas no nos gustaban, etc. Así que nos costó un poco encontrar los regalos que nos convencieron. Y menos mal que mi princesa estaba dormida que si no todavía hubiese sido mas locura!
Luego buscamos la tienda Volcom, por la cual habíamos elegido ese Outlet en concreto, que estaba en una zona nueva un poco aparte de esta con unas pocas tiendas más, y allí disfrutamos comprando algo de ropa aunque tampoco demasiada porque estaba tan mal el cambio y sumando el 3% que te cobran por pagar en $, etc que ya no salía tan a cuenta como en las ocasiones anteriores.
Cuando salimos de la tienda ya se había hecho la hora de comer, y entramos en el único sitio que había alli para comer, se llamaba Dick´s, y era un sitio así como del cachondeo donde te plantaban un gorro de papel muy alto con frases que se inventaban las camareras o que les decían otros clientes. A nosotros no nos pusieron ninguno pero a la niña sí aunque no le hizo mucha gracia y al segundo se lo quito.
El sitio era muy chulo
Aunque nosotros nos sentamos fuera porque el aire acondicionado esta a tope y no me iba muy bien. Detrás nuestro había un grupo que se estaban poniendo finos de cerveza, vaya tanques les traían cada dos por tres. Menuda fiesta tenían montada con los camareros y como encima era todo del cachondeo pues los camareros se unían a ellos. A nosotros no nos hacían muchas bromas al ver que algunas no las pillábamos y nos quedábamos con cara de: emmm, te sonrío por ser amable pero no lo pillo.
Al poco llego una familia hindu muy formales que se quedaron con una cara los pobres de estar alucinando.
Después de comer volvimos a la zona grande de los outlets, y compramos alguna cosa más en Guess, donde nos dieron la opción de pagar en euros y la aceptamos porque así no pagábamos el 3% al banco, pero era con el cambio que ellos te daban, no recuerdo cómo quedo la cosa pero más o menos igual.
Compramos tambien alguna cosa para la peque, y algún regalo más y con la tontería eran ya las 6y30 de la tarde, y habíamos perdido el día de compras.
Así que nos fuimos para el coche rumbo a Clearwater Beach.
Clearwater Beach se caracteriza por su playa de arena blanca playas y se extiende por 2,5 millas (4 km) a lo largo del Golfo de México y se encuentra en una isla de barrera.
Os puede sonar a los que hayáis visto la película Winter el delfín, una historia real de un delfín que fue rescatado en diciembre de 2005 frente a las costas de Florida y fue acogido por el hospital-acuario de Clearwater Marine Aquarium. El delfín perdió la cola después de enredarse entre las cuerdas de una trampa y tuvieron que ponerle una protesis para que pudiera nadar. Nosotros ya habíamos visto la película hace tiempo y nos hacía gracia ir, pero cuando vimos lo que costaba visitar al famoso delfín, aunque sea por una buena causa, cambiamos de idea. Pero hacerte una foto con el delfin costaba 140$.
El camino se hizo un poco pesado, porque primero tuvimos que parar a poner gasolina, luego se puso a llover, así que los kilómetros se hicieron más lentos de lo previsto y llegamos creo que serian las 8y30 o más. Los últimos kilómetros cuando pasábamos de Clearwater a Clearwater Beach cayo un diluvio de esos de Florida, no se veía ni torta y encima era de noche. Que mal rato pasamos…..pero fue justo llegar y dejar de llover de golpe.
El hotel que elegimos fue el Pier 60, un poco caro, pero la verdad es que era un hotelazo y encima estaba a dos pasos del Pier 60 donde esta todo el ambiente de Clearwater, del Hooters, y además 2 camas de matrimonio y unas vistas al muelle increíbles.
Además arriba tiene una bar terraza desde donde puedes ver la puesta de sol mientras te tomas una cerveza o un coctel, eso sí, hay que ser rápido para coger sitio, nosotros no los fuimos jejeje.
La puesta de sol es tan famosa en Clearwater Beach que hasta el hotel tenía un contador que se ponía a 0 cuando se ponía el sol y contaba las horas que quedaban hasta la próxima puesta.
Despues de dejar las maletas nos fuimos a cenar algo. Encontramos cerca el Crabby Bill's y tenía buena pinta el sitio. Muy típico de la costa de Florida.
Yo tenía ganas de comer algo de marisco, así que me pedí este plato de gambas cocinado con una salsa buenísima.
Había un montón de ambientillo en el bar y yo tenía ganas de beberme una cervecita bien fría pero tenía la garganta hecha una porquería y no quería beber nada frío. El pobre Raúl que quería ser solidario conmigo tampoco se las pedía. Como buen marido para lo bueno y para lo malo jajajaja.
Pues cenamos muy bien allí y muy a gusto, pero estábamos muy cansados de las compras, el viaje y el trajín de maletas que nos fuimos a dormir después de cenar, porque además se notaba esa noche la brisa marina y yo para entonces ya me estaba empezando a plantear usar el seguro médico por primera vez en mi tercer viaje a USA, porque sabía que un simple resfriado no dura 2 semanas si te has estado medicando.
No sé qué tienen las camas de USA pero te atrapan, tan grandes, tan comodas…….zzzzzzz
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