Martes 7 de Julio, Fukuoka con mucha lluvia
Tengo que decir adiós con pena relativa a Corea. Relativa, porque aún me queda conocer algunos sitios de Japón.
El ferry de Beetle (50€ + 8 de tasas en el puerto) me ha de llevar en tres horas de Corea a Japón. Es una especie de catamarán muy rápido, grande y muy cómodo. Vuelvo a recurrir al truco de las galletas de chocolate para romper el hielo con las coreanas que están sentadas a mi lado. Creo que la que estaba más próxima a mí es la única coreana que puedo tildar de guapa.
No se me ha hecho largo el viaje, entre la charleta con las coreanas y los podcast en el móvil (vaya un lío que tenemos en Europa con Grecia, la merkel & Co).
Pasar por inmigración me ha llevado unos 20 minutos. En aduana me han hecho abrir la mochila, pero no han descubierto mi chorizo, envuelto en papel de regalo, junto a unos bombones.
En el puerto del ferry de Fukuoka me estaba esperando Lim (se pronuncia Im), un chico coreano que lleva viviendo ocho años en Japón y que me alojará en su casa (bendito CouchSurfing). Desde luego, tiene el cielo ganado por ayudarme en todo momento.
Para empezar se ha bajado hasta el puerto a esperarme (media hora), para volver junto en el autobús que nos llevará a su casa. Ésta se encuentra, además, en el centro de la ciudad, muy bien comunicada por metro y con autobús.
Es ingeniero informático y vive solo en un pequeño apartamento, tan desordenado como el mío . Esta vez no duermo en el suelo, pues tiene unos colchones que me coloca en una especie de salita, donde aprovecho para dejar la mochila grande y así salir a dar una vuelta.
Le comento que me gustaría hacer algunas cosas "urgentes" para mí, aprovechando que estaba con alguien que conoce la ciudad y además habla japonés. Así, me acompaña a comprar una tarjeta SIM de datos japonesa (nos cuesta un par de intentos, pues no la venden en todas partes). En la oficina de turismo nos recomiendan que vayamos una tienda de productos electrónicos. Así lo hemos hecho, 2 Gb, 1 mes de prepago, 30€. No hace falta comprarla por internet o en el aeropuerto.
El siguiente paso es canjear la JRPass. Así que nos dirigimos hacia la estación Hakata (Otro nombre que se le da a Fukuoka. así la estación de tren es Hakata y el aeropuerto es Fukuoka. Se ve que se unieron ambas ciudades hace un siglo, y se mantiene la costumbre de nombrarlas de ambos modos).
Ésto lo hacemos a la primera, aprovechando para reservar asiento en el shinkasen que me llevará a Hiroshima hacia las 9:00 de mañana.
Lim está en todo. Le enseño algunos sitios que tenía pensado visitar antes de que me propusiera él mismo que durmiera en su casa (no he hecho ninguna petición por CS, sólo un viaje público). Así, de camino nos paramos en algunos templos, próximos a la estación, integrados en la propia ciudad.
Hasta ahora no me había fijado en cómo me miraba ese dragón que viste Lim.
Como le comento que en la lonely planet hablan de una cadena de restaurantes que tienen la especialidad de fideos de fukuoka, no duda en llevarme a comerlos a un sitio lleno de jóvenes locales. Se trata de "Hataka ippudo" y yo comí Ramen y Gyoza. A cuál más rico. Creo que es la comida más rica que he comido desde que estoy por Asia. Evidentemente el se pidió algo parecido, pero de color muy muy rojo (vamos, al estilo quemalenguas coreano)
Los Gyoza (seguramente no esté bien escrito):
Los ramen al estilo de fukuoka
Al salir del restaurante, evidentemente invité yo, seguimos caminando en busca de algún otro sitio que tuviera marcado para visitar. Pero, después de unos 40' andando bajo la lluvia, en chanclas el pobre Lim y ambos sin paraguas ni chubasquero, decidimos que mejor nos vamos a casa a secarnos.
Así lo hacemos, aprovecho para darme una ducha en el minicuarto de baño de Lim (jodé, cuánto la necesitaba) y nos sentamos a ver una peli. Y es que Lim, como buen tío que vive sólo, además de desordenado, tiene en la sala (de no más de 6 metros cuadrados) una pantalla de 1'5 x 1'5, con proyector al que conecta el ordenador... vamos una sala de cine con soundround y la leche.
Mientras elegimos película para ver.... me río yo de que los españoles pirateamos... le comento que no consigo que me vaya la tarjeta de datos. Decisión, que nos vamos para la tienda de electrónica juntos, donde me la configuran correctamente. A diferencia de la que compré en Corea, aquí hay que ajustarle los parámetros, y las instrucciones estaban en japonés.
Agradecido a Lim, le comento que compremos algo para ver la peli juntos y nos llevamos unos donuts y otros dulces a su casa, de la que ya no salí más, pues el tiempo estaba realmente desagradable.
Nos vimos una película coreana de acción, con mafias coreanas y sitios que reconocía de mi viaje . Me puso subtítulos en inglés y me lo pasé cañón.
De allí a la cama y a descansar, que mañana empiezo el periplo de verdad por Japón.
Respecto a Fukuoka, es totalmente diferente a lo que he visto en Corea. Aquí no hay mercados y puestos en cada esquina, no hay comida callejera apenas, no hay cables de tendido eléctrico por todas partes, no hay letreros por doquier, ni bares en todos los pisos de los edificios,... más bien, son grandes avenidas, edificios altos y características de una ciudad de Europa. La realidad es que he echado en falta el bullicio de algunas ciudades coreanas. Eso sí, se lo he comentado a Lim y ha estado de acuerdo, las japonesas (al menos las de Fukuoka) son inmensamente más guapas que las coreanas.