Último día. Tenemos que dejar el apartamento a las 11h pero Miquel nos permite dejar las maletas allí mismo hasta medio día ya que por la tarde entran los nuevos inquilinos.
Cerramos las maletas y nos vamos a la playa. Nuestros amigos nos recomendaron Son Xoriguer, pero tuvimos la mala fortuna que cuando llegamos bufaba viento y había un poco de oleaje. Llegar hasta allí ya supone un tiempo por lo que decidimos quedarnos un rato.
Casi 2h después volvíamos al coche para ir al apartamento para quitarnos la sal en la piscina y acabar de meter los bártulos en las maletas. Ahora si, con las maletas cerradas, nos comemos el bocadillo que habíamos preparado por la mañana y sobre las 15h no vamos rumbo a la oficina de Autovalls para devolver el coche.
Como llevábamos a la niña dormida dentro del coche y por no descargar y cargar la furgoneta, el chico nos acompañó con nuestro propio coche hasta la terminal. Un 10 para la compañía de alquiler tanto al recogerlo como al devolverlo.
Facturamos las maletas y pasamos el control. Jugamos un rato con la niña en la zona infantil y ya es hora de embarcar.
Subimos al avión de los últimos por el tema que ya comenté para el vuelo de ida.
Se me hace un poco eterno el vuelo distrayendo a la peque pero bueno, llegamos a Bilbao y para sorpresa, de los casi 30 grados que dejamos en Menorca a los 16 de Bilbao y como no, lloviendo.
Una vez recogidas las maletas, llamo a gopark para que me traigan el coche y en menos de 10 minutos llegan con mi coche limpio, lástima la lluvia.
A las 21h llegábamos a Santander y dábamos por finalizadas estas vacaciones.
Volveremos a la isla, por supuesto.
