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Después del día espectacular de ayer...hoy llueve
justo el día que queríamos dedicar a la costa o incluso ir a la playa...Desayunamos de lujo en el hotel, con la prensa del día en nuestra mesa.
Cargamos el coche y visitamos Trégier, pueblo hermanado con Mondoñedo. Aparcamos gratis a la entrada, al lado del puerto. Llueve cada vez más... damos un paseo por el pueblo y compramos unos kouign amann.
Programamos el GPS y cruzamos Plougrescant dirección a Castel Meur y el mirador Le Gouffre. La carretera es estrecha, y nos lleva hasta un aparcamiento que hay cercano a Castel Meur, aunque es temprano ya hay un grupo de turistas visitando la zona, sacamos las típicas fotos de la casa entre rocas y continuamos el paseo hasta el mirador.
La siguiente parada es Perros-Guirec, aparcamos en el primer aparcamiento público que vimos (errooooooor), estamos a 1km del centro y empieza a diluviar, con un humor de perros llegamos al centro del pueblo, no nos gustó...a lo mejor fue culpa del mal tiempo y de la caminata. Buscamos donde comer, pero a las 13,30h o los restaurantes están llenos o no nos cogen ni para comer el menú del día. Entramos en un carrefour para comer unos bocatas...
Están lloviendo tanto que no nos animamos a seguir visitando la costa...asi que nos dirigimos a Locronan, tuvimos mala suerte y encontramos un atasco, el GPS nos manda por las inmediaciones del festival Viellies Charrues, tuvimos que pasar un control de gendarmerie y todo
El GPS nos mete por carreteras secundarias y al fin llegamos a Locronan, el chico del parking nos recibe hablando castellano, nos da un mapa de Locronan y nos cobra 4 euros por aparcar.
A 2 minutos andando entras en el pueblo, plagado de tiendas de souvenirs, complementos y conservas. En el mapa que nos dió el chico hay marcadas 2 rutas, una por el pueblo y otra por el pueblo+alrededores más larga, seguimos la del pueblo.
El pueblo se ve en poco tiempo...nosotros dimos varias vueltas y compramos unos recuerdos.
Estábamos cansados de tanto coche hoy...sacrificamos Pointe du raz (supondría 2 horas más de coche ida y vuelta), preferimos llegar al hotel en Quimper y ver la ciudad.
Nos alojamos en el Hotel Escale Oceania Quimper, en el centro, al lado del hotel hay un parking privado que cierra por las noches y los domingos, estamos a viernes y por suerte hemos llegado temprano para aparcar.
Los recepcionistas son muy amables uno nos habla inglés y el otro chapurrea castellano, nos entregan un mapa, les preguntamos por el parking y nos dicen que si por la noche tenemos que acceder al coche podemos entrar pasando la tarjeta del parking por un lector y que si preferimos dejar el coche fuera a partir de las 20h la zona que rodea L´Odet es gratuita y segura.
La habitación es amplia, nueva y está muy limpia. Nos cambiamos de ropa y vamos a dar una vuelta por Quimper.
Las tiendas comienzan a cerrar asi que no pudimos ver la ciudad con actividad, pero nos pareció preciosa, con los puentes sobre el río llenos de flores, muy pintoresco.
Cenamos en la crêperie Du Roi D´Ici, servicio excelente, incluso nos preguntan a qué punto queremos nuestras galletes (poco hecha, muy hecha o normal), estaban deliciosas y serían las últimas del viaje, de postre crepes (hay que despedirse a lo grande jeje).
Empieza a refrescar y damos el último paseo camino al hotel.
Mañana empezamos el regreso a casa
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