El Armonia llegó puntual a puerto, a las 7:00h ya tenía los amarres puestos y la escalera casi lista para bajar a tierra. Nuestro planning para el día de hoy era visitar la ciudad por nuestra cuenta, pues el barco atraca muy cerca del centro y es fácil llegar caminando, siempre y cuando se tenga esa facilidad, pues si alguien tiene problemas de movilidad, lo más recomendable es coger algún transporte hasta allí (bien sea el autobús urbano, el shuttle de MSC, una excursión, un taxi,…).
Por tanto, como la escala era de 7:00h a 13:00h, no quisimos madrugar para bajar pronto a tierra, y aprovechamos para ir a desayunar al restaurante Marco Polo, pues aún no habíamos tenido la ocasión de probarlo.
El desayuno allí es muy tranquilo, pues no hay las aglomeraciones y los problemas para encontrar mesa como en el buffet. Nada más entrar y colocarnos en una de las mesas libres, os traerán el menú del desayuno, donde podéis elegir los platos calientes que deseáis que os sirvan (platos combinados con bacon, salchichas y pastel de patatas, tortillas y huevos fritos al gusto, huevos revueltos, tostadas,…), así como el café, chocolate, leche, infusiones, zumos y la sección de bollería. Asimismo, en la mesa hay ya preparados dos cuencos con mantequilla, margarina y tarrinas de mermelada. No obstante, aparte de todo lo que hay para elegir en el menú, también hay disponible un buffet (como en el caso de las comidas allí), situado en el centro del restaurante, y donde hay embutido, panes, fruta, cereales, bollería,… para completar el desayuno.
Casualmente, el camarero que nos servía por las noches, Melvin, nos lo encontramos también en el desayuno y en otras ocasiones durante el servicio de comidas, y nos preguntó qué teníamos pensado hacer durante la jornada y si íbamos a bajar a visitar la ciudad de Salerno, muy amable siempre.

Del menú, yo me pedí una tortilla de espinacas, que venía acompañada de 2 tostadas, así como una taza de leche desnatada que, muy amablemente, la camarera fue a buscar a la cocina, pues en los termos no había leche desnatada. Dunia, por su parte, se pidió un plato que traía unas salchichas y unos pastelitos de patata, mientras que completamos el resto del desayuno con lo que había en el buffet central.
Tras desayunar, fuimos un momentito al Caffe San Marco para pedir una botella de agua y así ir preparadas para hidratarnos bien, pues la mañana se preveía muy calurosa. Ahora sí, eran ya las 9:30, aproximadamente, y nos dirigimos a la cubierta número 5 para desembarcar (cada día había 2 cubiertas habilitadas para ello, una situada en la cubierta 4 y la otra en la 5).


Foto de la escalera para desembarcar
Antes de irnos al crucero, ya habíamos estado buscando información sobre las escalas que íbamos a hacer por nuestra cuenta, por lo que llevábamos anotado los puntos más importantes de la ciudad, aunque después siempre acabas improvisando sobre la marcha. No obstante, nada más bajar del barco, hay un punto de información turística con planos en diferentes idiomas, y el personal de dicha oficina te informa de cómo llegar caminando hasta el centro. Una vez ya informadas, salimos de la zona del puerto todo recto, hasta llegar a una rotonda donde veréis que indican el centro ciudad a mano derecha, no tiene pérdida.


Salida zona del puerto

Seguir la acera que véis en la foto, a la izquierda de los coches

Caseta a mano derecha

El puerto tiene que quedar a vuestra espalda

Tras ese edificio, viene la rotonda que comentaba

Cartel

Al girar a mano derecha, iremos a parar a la Via Sandro Pertini
Siguiendo esta calle, que enlaza con la Via Alfonso Alvarez, iréis a parar a una avenida ajardinada (Lungomare Trieste), llena de árboles y paralela al mar, desde donde hay vistas al puerto. Toda esa avenida, es la que conecta con el centro de la ciudad.



Avenida Lungomare Trieste y el Armonia a vuestra espalda como punto de referencia
Encontraréis muchas calles a mano izquierda por las que se pueden girar para comenzar la visita por todas las callejuelas que componen el casco histórico de Salerno, pero nosotras decidimos girar al llegar a un edificio con unas columnas, parecido a lo que sería un Parlamento.


Desde ahí, continuamos todo recto, por una calle un poco empinada llena de tiendas típicas, con destino al Duomo, la Catedral de Salerno. Dicha calle se llama Via Duomo.


Moto Vespa que encontramos justo al lado del Duomo
Tras llegar a la Catedral, nos sorprendió y nos gustó bastante su fachada (no llegamos a entrar dentro de la misma), así como el pórtico de la entrada, muy bonito. Es cierto que el edificio es antiguo y la piedra está algo ennegrecida, como pasa en algunos monumentos de otras ciudades italianas, pero según mi opinión, sigue manteniendo un encanto especial característico del siglo XI, cuando fue construida.

Fachada Catedral

Entrada

Patio interior (pórtico)
Paramos un momento en un supermercado local para comprar algunas cosas y proseguimos nuestra ruta por todas esas callejuelas que veréis en el mapa que pondré a continuación, desde la Catedral. Pasamos también por un pequeño mercado de fruta, verdura, pescado,… hasta llegar a la Via dei Mercanti, una calle peatonal muy concurrida y animada, llena de tienda de moda, perfumerías, cafeterías,… siguiendo hasta la Piazza Sedile di Porta – Nova, que conecta con la Via Cilento, que va a parar de nuevo a Lungomare Trieste.






Nuestra idea era ya regresar al puerto, pues eran las 11:15h aprox. y aún teníamos un buen trozo hasta el barco. Pero volviendo por la avenida ajardinada (Lungomare Trieste) del trayecto de ida, quisimos desviarnos en buscar de una parafarmacia, yendo a parar a un Outlet de ropa situado, de nuevo, en la Via dei Mercanti (el casco histórico parece un laberinto, nosotras pasamos por los mismos sitios varias veces, jajaja



Un poquito perdidas por las calles de Salerno



Cartel donde indicaba la tienda Outlet
Y ya os podréis imaginar el resto, siendo mujeres y al ver una tienda de ropa… Jajajaja

Al final, cansadas ya tras este paseo y sin sentarnos durante todo el trayecto, alrededor de las 12:00h decidimos volver al barco, pues estábamos cansadas por el calor que había hecho y por la caminata.
El trayecto del barco al centro es de unos 20-30 minutos bien bien, a un paso ligero, por lo que hay que tener en cuenta el tiempo a la hora de hacer la excursión.


Regresando al barco: vistas a mano izquierda de la ciudad de Salerno al fondo

Raquel, con la bolsa del Outlet, admirando la que fue nuestra casa durante esa semana

Al embarcar por la cubierta 4, la cubierta para la tripulación, nos encontramos con esta bonita frase dedicada a ellos
Comentar también que nos quedó pendiente por ver el Castillo de Arechi, pues estaba más lejos de lo que nos pensábamos y si cogíamos el autobús para subir hasta arriba teníamos miedo de no tener tiempo suficiente para ver la ciudad. No obstante, aquí tenéis una de las fotos que tomó Dunia para que veáis cómo se veía el castillo desde el barco.

Castillo de Arechi

Vistas desde el barco a un edificio precioso que quedaba justo al lado opuesto de donde habíamos estado nosotras, al lado izquierdo de la ciudad
Nada más llegar, fuimos a dejar las compras al camarote y, como el día anterior en Olbia, fuimos a la piscina a tomarnos algo fresquito, uno de los diferentes cócteles sin alcohol que había.


Foto de los cócteles que pedimos
Como la salida estaba programada para las 13:00h, decidimos quedarnos ya en cubierta para ver la salida, pues desde allí se podía vislumbrar toda la costa y queríamos despedirnos de los otros 2 barcos que había en puerto: el Celebrity Equinox y el Costa neoRiviera.

Foto Costa neoRiviera (a la izquierda. Qué ilusión me hizo reencontrarme con el ex-Grand Mistral, de la desaparecida naviera Iberocruceros) y Celebrity Equinox
No obstante, un poquito antes de esa hora, llamaron por megafonía a un par de pasajeras para que se presentaran en Recepción, pues quizás habían embarcado pero había habido un fallo al registrarse su entrada en el ordenador y querían cerciorarse. Volvieron a repetir el aviso una o dos veces más y, mientras, veíamos que seguía puesta la escalera para subir al barco, de manera que estarían esperando a estas pasajeras. Además, a la 13:30h o así, llegaron un par de buses de las excursiones de MSC, otro motivo más por el que el barco no salía. Una vez subieron estos últimos pasajeros, el Armonia salía del puerto alrededor de las 14:00h, mientras sonaba por los altavoces una preciosa canción italiana: “Con te Partirò”, de Andrea Bocelli.
Tras ver la salida desde la cubierta 12, justo encima de las piscinas, decidimos quedarnos a comer el buffet, pues el restaurante Marco Polo ya había cerrado a las 14:00h.
Después de comer, fuimos a tomar un café al Caffé San Marco y nos quedamos un ratito ahí sentadas haciendo la sobremesa mientras pasábamos por alguno de los pueblos de la Costa Amalfitana.


Vistas que teníamos a la Costa Amalfitana desde el Caffé San Marco
Aprovechamos después para ir a la galería fotográfica a recoger la foto de la cena italiana, una por persona, aunque decidimos quedarnos las 3 que nos habían hecho, aun teniendo que pagar la 3ª a 10,95€. Como vimos que ya habían puesto también las fotos con el Capitán, les dimos una ojeada a todas y nos quedamos con la que más nos gustaba (que es la que compartí en el día de ayer), para tener ese recuerdo que nos gusta guardar de cada crucero.
Fuimos al camarote a dejar las fotos y a descansar un poco mientras disfrutábamos de la navegación.


Después decidimos seguir paseando por el barco, pues nos gustaba pasar por los diferentes sitios varias veces porque, aun así, siempre nos acabábamos liando con los ascensores!! Jajajaja.


Subimos después hasta la cubierta 11, Acquamarina, para sentarnos a tomar un cóctel mientras disfrutábamos viendo los juegos que preparaban los del equipo de animación. Cuando nos quisimos dar cuenta, tuvimos que regresar al camarote para prepararnos para la velada.
Esta noche tocaba noche temática de Disfraces, así que nos pusimos un vestido y nos guardamos en el bolso cada una máscara que había traído Dunia para cada una, para ponernos después en la fiesta del Bar del Duomo.
Tras estar arregladas, fuimos directas a la Fenice, pues el espectáculo del teatro lo teníamos a las 20:00h y se llamaba Sweet Dreams, un espectáculo tipo cabaret/burlesque.
Después del espectáculo, fuimos ya hacia La Pérgola, pues el cenar a las 20:45 aprox. cada noche nos venía muy bien, teniendo nuestra mesa libre con los 2 camareros que nos atendían (Melvin y Paulo, muy amables y serviciales ambos), y así acabábamos de cenar a tiempo para ir después a disfrutar de la buena música que había en los salones y de la posterior fiesta nocturna por parte del equipo de animación.


Noche de disfraces
A las 00:30h o así, cuando terminó la fiesta de disfraces, el ambiente seguía en la discoteca, aunque solamente me acerqué yo a dar una vuelta mientras Dunia se iba ya a descansar al camarote. Duré poco allí, pues yo también estaba cansada y tenía ganas ya de acostarme, así que fui a buscar una botella de agua al bar y me volví al camarote.
Había sido otro día agotador y ya habíamos pasado la mitad del crucero. La cuenta atrás comenzaba, pero nuestra ilusión continuaba intacta. Al día siguiente otra nueva aventura nos esperaba en La Spezia, o al menos eso era lo que esperábamos…