10º DÍA: NANORTALIK - GLACIAR DE QALERAGDLIT
Amanece un nuevo día en Groenlandia, en general nos está haciendo muy buen tiempo, y por ahora sólo ha llovido un par de días, que para está zona es poco.
Hoy de nuevo embarcamos y navegamos sorteando los grandes icebergs que rompen del glaciar Qooroq y del glaciar Eqaluritssit, el más activo y grande del sur del país. Llegada al campamento situado en un nunataq que divide la muralla de hielo en dos y a 500 m de las paredes de hielo de más de 70 m de altura. Un nunataq es una montaña de roca que emerge del hielo y significa "unidos a la tierra". Aquí se puede comprobar de manera fehaciente lo que está ocurriendo en Groenlandia con el aumento de las temperaturas. Se puede ver cómo en tres días y tras una constante rotura del glaciar éste varía su forma.
La imágen que recibes es impresionante, una inmensa pared de hielo, nos acercamos bastante con el barco y se escucha cláramente cómo se va rompiendo el hielo. Entonces el barco se acerca a un saliente de tierra (aunque hay más piedras que otra cosa) y volvemos a "sufrir" la aventura de un desembarco. Con la mochila en la espalda subimos un poco cuando de repente aparece, en un llanito junto a una lagunita, un campamento ya montado con vistas directamente al glaciar.
El resto de la tarde lo dedicamos a instalarnos y a disfrutar del glaciar, con unas sillas al sol y un poco de paciencia se ve cómo caen al mar trozos de hielo muy grandes, esto tras un crugido ensordecedor.
Pero cuando se va el sol, las temperaturas bajan imparables. En este campamento por la noche el frio es tu peor enemigo. El aire viene de dentro del glaciar, así que imaginad que temperatura trae después de haber recorrido no sé cuantos kilómetros a través del hielo. Me puse toda la ropa que de abrigo que tenía a mano y una parca especial que te entregan allí, esta parca se utiliza en los campamentos base del Everest, y sinceramente, ni con esas te librabas de tiritar.
Pero no todo es sufrimiento, ni mucho menos, es en este campamento donde tenemos posibilidades de ver uno de los mayores espectáculos que ofrece la naturaleza: LAS AURORAS BOREALES. No vimos ninguna especialmente grande pero sí pudimos ver unas cuantas. De repente en el cielo empieza a dibujarse una franja verde, ésta se va ensanchando y deslizando por el cielo hasta que desaparece. La verdad es que merece la pena y cualquier descripción que pueda hacer se queda pequeña para explicarlo.
Llega la hora de dormir, vestida dentro del saco.
11º DÍA: VALLE DE LOS CARIBÚS
Por la mañana vino a recogernos el barco para recorrer el frente glaciar en su totalidad, realizar una entrada al inlandis, y un trekking por un valle lunar hasta el lago Kangerdluatsiaup, uno de los más grandes del sur de Groenlandia y zona de abundantes caribúes, donde el paisaje cambia convirtiéndose en una frondosa tundra. Subida a la cota 270 donde tendremos una visión inmejorable del inlandis y del frente glaciar en su totalidad.
Por la tarde de vuelta al campamento y a disfrutar de las maravillosas vistas que nos ofrece este campamento.
12º DÍA: TREKKING DE LOS GLACIARES
Hoy volvemos a amanecer frente a la pared de hielo, esta noche ha sido muy activa. En el silencio de la noche de repente se escuchan grandes estruendos del hielo resquebrajándose, aparte de las varias salidas cada vez que una aurora boreal se insinuaba en el cielo.
Hoy realizaremos los que queramos el trekking de los Glaciares, subimos desde nuestro campamento por el nunataq que entra hacia el inlandis entre las dos lenguas glaciares de más de 70 m de altura del glaciar de Qaleragdlit . Fuimos caminando y contemplando constantemente las dos grandes frentes del glaciar, al fondo el misterioso desierto helado del inlandis y a nuestra espalda el fiordo de Qaleragdlit. Pero mientras nos acercabamos al final una piedra traicinera hizo que me callese y me hice daño en un pié. Los cuatro que nos habíamos aventurado nos acercamos a una laguna para que pudiese meter el pie. Una laguna que detrás tenía la imagen del hielo, una laguna con el agua más trasparente que he visto.
Dimos una vuelta y nos introducimos dentro del hielo una vez más. Volvimos al campamento a media tarde.
Amanece un nuevo día en Groenlandia, en general nos está haciendo muy buen tiempo, y por ahora sólo ha llovido un par de días, que para está zona es poco.
Hoy de nuevo embarcamos y navegamos sorteando los grandes icebergs que rompen del glaciar Qooroq y del glaciar Eqaluritssit, el más activo y grande del sur del país. Llegada al campamento situado en un nunataq que divide la muralla de hielo en dos y a 500 m de las paredes de hielo de más de 70 m de altura. Un nunataq es una montaña de roca que emerge del hielo y significa "unidos a la tierra". Aquí se puede comprobar de manera fehaciente lo que está ocurriendo en Groenlandia con el aumento de las temperaturas. Se puede ver cómo en tres días y tras una constante rotura del glaciar éste varía su forma.

La imágen que recibes es impresionante, una inmensa pared de hielo, nos acercamos bastante con el barco y se escucha cláramente cómo se va rompiendo el hielo. Entonces el barco se acerca a un saliente de tierra (aunque hay más piedras que otra cosa) y volvemos a "sufrir" la aventura de un desembarco. Con la mochila en la espalda subimos un poco cuando de repente aparece, en un llanito junto a una lagunita, un campamento ya montado con vistas directamente al glaciar.
El resto de la tarde lo dedicamos a instalarnos y a disfrutar del glaciar, con unas sillas al sol y un poco de paciencia se ve cómo caen al mar trozos de hielo muy grandes, esto tras un crugido ensordecedor.

Pero cuando se va el sol, las temperaturas bajan imparables. En este campamento por la noche el frio es tu peor enemigo. El aire viene de dentro del glaciar, así que imaginad que temperatura trae después de haber recorrido no sé cuantos kilómetros a través del hielo. Me puse toda la ropa que de abrigo que tenía a mano y una parca especial que te entregan allí, esta parca se utiliza en los campamentos base del Everest, y sinceramente, ni con esas te librabas de tiritar.

Pero no todo es sufrimiento, ni mucho menos, es en este campamento donde tenemos posibilidades de ver uno de los mayores espectáculos que ofrece la naturaleza: LAS AURORAS BOREALES. No vimos ninguna especialmente grande pero sí pudimos ver unas cuantas. De repente en el cielo empieza a dibujarse una franja verde, ésta se va ensanchando y deslizando por el cielo hasta que desaparece. La verdad es que merece la pena y cualquier descripción que pueda hacer se queda pequeña para explicarlo.
Llega la hora de dormir, vestida dentro del saco.
11º DÍA: VALLE DE LOS CARIBÚS
Por la mañana vino a recogernos el barco para recorrer el frente glaciar en su totalidad, realizar una entrada al inlandis, y un trekking por un valle lunar hasta el lago Kangerdluatsiaup, uno de los más grandes del sur de Groenlandia y zona de abundantes caribúes, donde el paisaje cambia convirtiéndose en una frondosa tundra. Subida a la cota 270 donde tendremos una visión inmejorable del inlandis y del frente glaciar en su totalidad.
Por la tarde de vuelta al campamento y a disfrutar de las maravillosas vistas que nos ofrece este campamento.

12º DÍA: TREKKING DE LOS GLACIARES
Hoy volvemos a amanecer frente a la pared de hielo, esta noche ha sido muy activa. En el silencio de la noche de repente se escuchan grandes estruendos del hielo resquebrajándose, aparte de las varias salidas cada vez que una aurora boreal se insinuaba en el cielo.
Hoy realizaremos los que queramos el trekking de los Glaciares, subimos desde nuestro campamento por el nunataq que entra hacia el inlandis entre las dos lenguas glaciares de más de 70 m de altura del glaciar de Qaleragdlit . Fuimos caminando y contemplando constantemente las dos grandes frentes del glaciar, al fondo el misterioso desierto helado del inlandis y a nuestra espalda el fiordo de Qaleragdlit. Pero mientras nos acercabamos al final una piedra traicinera hizo que me callese y me hice daño en un pié. Los cuatro que nos habíamos aventurado nos acercamos a una laguna para que pudiese meter el pie. Una laguna que detrás tenía la imagen del hielo, una laguna con el agua más trasparente que he visto.


Dimos una vuelta y nos introducimos dentro del hielo una vez más. Volvimos al campamento a media tarde.