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Todo y que, meteorológicamente hablando, el día no pintaba demasiado bien, decidimos ir a la estación de esquí Stubai Glacier y subir a Top of Tirol. Para llegar hasta aquí cogimos la autopista A13 y nos salimos en la salida del pueblo de Mieders (precio 3€) este autopista no está incluida en la viñeta!!). También se puede llegar por una carretera de curvas y ahorrarse el peaje. Una vez en Mieders hay llegar hasta el fondo del valle, donde la carretera se acaba y esta el parking de la estación de esquí (gratuito).
El precio del telecabina hasta Top of Tirol son 24,60€ por persona, en total hay que coger dos telecabinas. En ningún momento el viaje se hace largo, ya que el paisaje es espectacular:
Una vez arriba la temperatura cambia radicalmente, parece que se esté en pleno invierno. Desde la estación superior hasta el mirador hay que subir unas pocas escaleras, nosotros no pudimos disfrutar mucho de las vistas ya que el día se comenzaba a nublar, todo y eso valió mucho la pena.
A un par de minutos caminando también hay un pequeño restaurante y “la silla de la reina”:
Desde la estación intermedia (donde se hace el cambio de telecabina, se puede entrar a una cueva escarbada en el glaciar, nosotros no fuimos).
Justo a la derecha de la zona de parking hay una pequeña cascada bastante bonita:
Volvimos a coger el coche y nos fuimos a deshacer el camino que habíamos hecho por la mañana, pero con la intención de ir parando en algunos sitios.
Primero hicimos una parada en la cascada Grawa Wasserfall. Hay una pequeña zona de parking justo en frente de la cascada. La cascada se puede ver desde la misma carretera, pero también se puede bajar y acercase, el problema que es tal la cantidad de agua que cae, que cuando te pones delante de ella no puedes ni hacer fotos prácticamente.
Esta primera foto está tomada desde el mirador que hay en la base de la cascada:
Estas dos desde la carretera:
Siguiendo por la carretera se puede ver otra cascada:
Por último y para despedirnos de la valle fuimos a dar un paseo por un par de pueblos de esta valle, Neustift im Stubaital y Mieders.
De camino a Innsbruck volvimos a pasar otra vez por la sección de peaje, 3€.
Antes de irnos hacia el alojamiento decidimos ir a dar una paseo por Hall in Tirol. El pueblo no tiene nada de especial, pero estaba bastante tranquilo y nos permitió disfrutar de un agradable paseo.
Una foto de la iglesia:
El precio del telecabina hasta Top of Tirol son 24,60€ por persona, en total hay que coger dos telecabinas. En ningún momento el viaje se hace largo, ya que el paisaje es espectacular:
Una vez arriba la temperatura cambia radicalmente, parece que se esté en pleno invierno. Desde la estación superior hasta el mirador hay que subir unas pocas escaleras, nosotros no pudimos disfrutar mucho de las vistas ya que el día se comenzaba a nublar, todo y eso valió mucho la pena.
A un par de minutos caminando también hay un pequeño restaurante y “la silla de la reina”:
Desde la estación intermedia (donde se hace el cambio de telecabina, se puede entrar a una cueva escarbada en el glaciar, nosotros no fuimos).
Justo a la derecha de la zona de parking hay una pequeña cascada bastante bonita:
Volvimos a coger el coche y nos fuimos a deshacer el camino que habíamos hecho por la mañana, pero con la intención de ir parando en algunos sitios.
Primero hicimos una parada en la cascada Grawa Wasserfall. Hay una pequeña zona de parking justo en frente de la cascada. La cascada se puede ver desde la misma carretera, pero también se puede bajar y acercase, el problema que es tal la cantidad de agua que cae, que cuando te pones delante de ella no puedes ni hacer fotos prácticamente.
Esta primera foto está tomada desde el mirador que hay en la base de la cascada:
Estas dos desde la carretera:
Siguiendo por la carretera se puede ver otra cascada:
Por último y para despedirnos de la valle fuimos a dar un paseo por un par de pueblos de esta valle, Neustift im Stubaital y Mieders.
De camino a Innsbruck volvimos a pasar otra vez por la sección de peaje, 3€.
Antes de irnos hacia el alojamiento decidimos ir a dar una paseo por Hall in Tirol. El pueblo no tiene nada de especial, pero estaba bastante tranquilo y nos permitió disfrutar de un agradable paseo.
Una foto de la iglesia:
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