Pompeya nos espera, como en 40 m desde Caserta llegamos, aparcamos justo enfrente de la entrada, son parking de los restaurantes el coste era como de 2€ la hora, nos dijeron que si comíamos allí nos descontaban el precio del parking de la factura, como no comimos pagamos a la salida y listo.
Entramos por Puerta Marina (Si queréis audoguía están en puerta), teníamos entradas reservadas, pero el día que nosotros fuimos no había demasiada gente por lo menos a la hora de abrir, por lo que no sería necesaria la reserva.
Pompeya nos sorprendió, como ya he dicho en algún otro lugar nos gustan especialmente los sitios arqueológicos y de Pompeya esperábamos mucho pero nos dio más. Es ver una ciudad entera, calles, templos, comercios, gimnasio (abrieron la zona unos pocos días antes de nuestra visita), lupanar, casas de todo tipo, teatro, odeón, etc.
No hay un recorrido marcado, si no que vas a tu aire, salvo que estés en una visita guiada claro, por lo que hay que situarse un poco en el mapa porque sino puedes perderte un poco.
En la entrada nos dieron un pequeño plano, no demasiado bueno, utilizamos el que nosotros teníamos que fue mas útil, Pedi en la taquilla si tenían una pequeña guía que había leído que tenían y que estaba bastante bien, me dijeron que no, luego vi a algunas personas que la llevaban, está claro que no le caí demasiado bien a la persona de la taquilla.
Uno de los principales fallos de Pompeya es la mala señalización de los sitios, no es fácil encontrar lo que buscas en algunas ocasiones. Otro de los problemas es que no se puede entrar en todos los espacios, bien porque están cerrados o bien porque están en restauración, pero creo que hay suficientes sitios abiertos, como para "ver" bien la ciudad. Y el personal encargado no es precisamente amable cuando la preguntas alguna cosa.

Nos gustaron especialmente la casa del Fauno, la casa del misterio y los frescos restaurados recientemente de la zona del gimnasio



Los calcos, moldes de yeso de las personas fallecidas, son impresionantes. Hay unos cuantos expuestos en una pirámide de madera que hay en el centro del circo, junto al gimnasio, se pueden ver algunos más en la zona donde están trabajando los restauradores, cerca de la Casa del Misterio.
El recorrido es largo y en un día de agosto como nosotros lo hicimos ,caluroso, lo mejor es empezar a primera hora de la mañana, llevar algo para cubrirse la cabeza y agua, aunque hay fuentes en las calles principales donde puedes beber. Para las personas con problemas de movilidad la visita puede hacerse difícil.
Hay también una zona donde se puede comer y tomar algo.