Sábado 22: Osaka- Miyajima- Osaka
Como no pudimos reserva asiento en el tren llegamos prontito a la estación para ponernos a la cola de los asientos no reservados y coger sitio. Hay mucha gente que aprovecha para visitar Hiroshima, personalmente la visita no nos interesaba y pasamos de largo.
Todos los trayectos de hoy se incluyen con el JR pass ya que hay un ferry de esta compañía. Antes de coger el ferry nos encontramos a voluntarios, estudiantes, que se ofrecían de forma gratuita a acompañarte a la isla y hacerte de guía turístico a cambio de que les pagues el ferry o si decides entrar en algún sitio de pago la entrada y de que si comes les invites a lo mismo que comas tú. Ellos practican inglés y tú tienes guía privado por un precio razonable. Esta opción existe en ciertas ciudades, normalmente en fin de semana que es cuando los estudiantes pueden dedicar el tiempo a esta actividad, si nos los hubiéramos encontrado en otro lugar quizás sí que hubiera merecido la pena, pero para visitar esta isla, teniendo en cuenta que sólo pensábamos hacernos la caminata no creí que fuera necesario.
La isla de Miyajima es agradable, aparte de su famosa Tori es un lugar con bosques.
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Como no pudimos reserva asiento en el tren llegamos prontito a la estación para ponernos a la cola de los asientos no reservados y coger sitio. Hay mucha gente que aprovecha para visitar Hiroshima, personalmente la visita no nos interesaba y pasamos de largo.
Todos los trayectos de hoy se incluyen con el JR pass ya que hay un ferry de esta compañía. Antes de coger el ferry nos encontramos a voluntarios, estudiantes, que se ofrecían de forma gratuita a acompañarte a la isla y hacerte de guía turístico a cambio de que les pagues el ferry o si decides entrar en algún sitio de pago la entrada y de que si comes les invites a lo mismo que comas tú. Ellos practican inglés y tú tienes guía privado por un precio razonable. Esta opción existe en ciertas ciudades, normalmente en fin de semana que es cuando los estudiantes pueden dedicar el tiempo a esta actividad, si nos los hubiéramos encontrado en otro lugar quizás sí que hubiera merecido la pena, pero para visitar esta isla, teniendo en cuenta que sólo pensábamos hacernos la caminata no creí que fuera necesario.
La isla de Miyajima es agradable, aparte de su famosa Tori es un lugar con bosques.
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Es cierto que nos arrepentimos de no haber cogido un alojamiento en la isla con cena y baño como leí que habían hecho en otros diarios y así repetir la experiencia de Takayama que tanto nos gustó, lo que pasa es que desde España vas viendo que el presupuesto de viaje crece y crece y al final… pues no nos quisimos gastar el dinero, pero creo que sí, que deberíamos haber hecho el esfuerzo. A parte de esto la isla en sí no tiene mucho que ofrecer, hay una subida hasta un mirador que hicimos a pié,
subiendo por la ruta Momjidani, bastante bonita, y bajando por la ruta Daishoin, más sencilla pero más fea.
Cuando fuimos la cascada que se ve no era más que un hilillo pero el templo por fuera es bonito. Si os gustan las caminatas y no os importa subir os aconsejo que lo hagáis caminando, existe un teleférico pero me pareció caro (1800 Y/persona ida y vuelta) y no lo cogimos.
También probé unas ostras a la parrilla de un puesto del mercado y me encantaron (2 ostras/400 Y), como nunca las había probado no quise pedir más por si no me gustaban y luego me arrepentí pero la cola para comer ostras era larguísima y decidimos no volver a hacerla. También probamos un rebozado con forma de pescado que no estaba mal aunque era muy grasiento (300 Y/pieza).
Domingo 23: Osaka- Himeji- Kioto- Osaka
La visita de hoy a Himeji (desde Osaka se tarda como una hora) tenía como objetivo visitar su castillo (400 Y/persona) ya que está declarado por la UNESCO como patrimonio de la humanidad, sin embargo estaba medio en obras.
También visitamos el jardín (160 Y/persona) aunque no merece la pena y menos después de haber visto los de Kioto. Al menos tuvimos suerte y nos encontramos con un “concierto” de Shanmisen, algo muy bonito .
Como nos sobró bastante tiempo fuimos a Kioto a ver si podíamos encontrar regalitos y a sorprender a alguna geisha por pontocho y sí, vimos a una, ya de noche, me pregunto cómo es posible que corran tan deprisa con esos kimonos…. Intenté hacerle una foto pero entre los nervios y que me pareció una invasión de su intimidad terminé haciéndosela por detrás y de lejos….
Lunes 24: Osaka
Resultó ser este un día festivo en Japón y el último en el que teníamos activo el JR pass. En principio la visita a Osaka (acuario, castillo y barrio de Dotombori ) estaba planeado para el día siguiente porque ya no tendríamos J.R. y era el día del vuelo, a las 23:30, pero finalmente cambiamos de planes y decidimos ir por la mañana a ver el castillo y visitar luego una calle que se suponía era de souvenirs para luego ir a Kioto, pero finalmente todo salió al revés: Nos levantamos más tarde que de costumbre ya que el castillo (600 Y/persona) no abría hasta las 9:00, fuimos en metro, y tuvimos la suerte de encontrarnos con que se celebraban los 400 años de la “guerra de verano” que había tenido lugar en Osaka y en el castillo había una exposición bastante interesante sobre todo lo ocurrido. Además desde la última planta del castillo hay unas buenas vistas del entorno.
Tardamos 2 horas en recorrer toda la exposición, pero lo mejor de todo fue que por ser festivo había conciertos en la explanada del castillo, la primera a las 10:15 era de tambores japoneses de una escuela ya que había desde niños hasta adultos tocando, y allí que nos quedamos a verlo porque a mi me encantan, si no conocéis este tipo de espectáculo y tenéis la oportunidad de ver uno no la dejéis escapar.
Pero lo mejor de todo fue que a la mitad pidieron voluntarios para tocar y allí que me fui yo . Me encantó, estaba como una niña con zapatos nuevos y encima era la única extranjera occidental, creo que más de un japonés lo flipó un poco (je,je). Con todo este asunto nos entretuvimos una hora y media más de lo previsto de modo que para cuando salimos del castillo ya eran la 13:30 y como por internet yo había leído que había una calle en Osaka donde se podían comprar buenos souvenirs para allá que nos fuimos pero resultó que quedaba más lejos de lo que pensamos y además las tiendas al ser festivo estaban todas cerradas…
Tras la desilusión y como ya era tarde nos decidimos por quedarnos en la ciudad y acercarnos a Dotonbori, una zona con muchos locales que nos recordaron a los barrios de Tokio aunque en pequeño.
Nosotros fuimos buscando un restaurante llamado Mizuno que según parece tiene cierto renombre (de hecho tuvimos que esperar cola), haciendo Otonomiyaki, que básicamente es una tortilla francesa con miles de cosas y finalizada con una salsa. Nosotros ya habíamos probado una al principio del viaje pero se suponía que la de aquí era la “buena”, en fin, no es que como plato sea un manjar entre los manjares pero está buena y lo mejor era el ambiente del local y que te la preparaban delante de ti. La nuestra era de “mar y tierra” porque tenía ostra, calamar, gamba carne y tocino además de muchas verduritas y tardaron al menos media hora en hacerla porque los ingredientes se echan en un determinado orden y a un determinado ritmo, el tamaño es más que suficiente para una comida y quedas lleno, nos costó 1400 Y/persona. Si no queréis tanta parafernalia encontraréis otros locales con precios mucho más baratos pero dudo mucho que la experiencia sea la misma y por otro lado tampoco es que 10 euros al cambio sea algo desorbitado. El día lo terminamos paseando por la zona y luego comprando un la estación de tren unas cajas con dulces para regalar.
Martes 25: Osaka- Acuario de Osaka- Kioto- Vuelo de regreso
Este era el último día y ya sin JR pass. En Osaka nos quedaba pendiente ir al acuario que abre a las 10:00. Lo novedoso de este acuario es que tiene un gigantesco e impresionante acuario central de 9 metros de profundidad, o sea que vas hasta arriba y según bajas vas viendo el acuario central y a los lados acuarios más pequeños, en total son 8 pisos.
Todo este montaje es porque tienen un tiburón ballena, éticamente, si se puede decir así yo no me decido a saber si es bueno o malo tener un animal de estas características en un recinto, pero sí es cierto que a no ser que te desplaces a los mares de Méjico o a Tailandia o al acuario de Georgia las oportunidades de ver a este animal son nulas… En el caso de Osaka el ejemplar es “pequeño” (el adulto puede alcanzar los 12 metros de largo) pero aún así es un bicho grande y me moría de ganas de verlo, ojalá algún día pueda nadar cerca de uno pero hasta entonces…. además lo bueno de un acuario tan grande es que puedes ver a los animales desde arriba, desde abajo… (o no verlo cuando nada en otra dirección, así de grande es el acuario).
Y aparte de esto tienes la oportunidad de ver tiburones de todo tipo, mantas raya, peces, cada uno en su nivel porque no a todos les gusta nadar a la misma profundidad, y luego pues más peces como en el resto de los acuarios, también tienen pingüinos, focas…. A parte del tiburón ballena he de decir que me gustaron los acuarios de medusas.
Sólo una advertencia, la visita no es barata 2300 Y /persona. Nosotros los vimos en 2 horas y eso dándonos prisita porque queríamos ir luego a Kioto. Creo que si hay tiempo y se va con niños es una opción más que recomendable de pasar unas horas, mucho mejor que visitar el castillo, por ejemplo.
Nuestras últimas horas en Japón las pasamos en Kioto hasta la hora de ir hacia el aeropuerto….
En Kioto terminamos de visitar Kiyomizu
Y hasta aquí nuestro viaje, espero que os haya servido de ayuda... ¡hasta el próximo![/align]