SAN GIMIGNANO Y LUCCA ✏️ Diarios de Viajes de Italia

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Hemos descansado como reyes, todo perfecto en la habitación y el desayuno con mucha variedad y unas vistas inmejorables, bonita manera de despedirse de Siena.


A esos de las 10:00 ya divisamos San Gimignano, el pueblo es patrimonio de la humanidad y en él destacan sus torres medievales a modo de rascacielos de piedra, está situado a mitad de camino entre Siena y Florencia.


Aparcamos en el P2 creo que es el más recomendable pero si cuando llegáis está lleno los siguientes más cercanos al centro son el P3 y el P4. Al aparcar en el P2 entras al pueblo por la puerta principal, la Porta San Giovanni de la que sale la calle más comercial del pueblo con una estética muy cuidada para que nada desentone y rompa este cuento medieval. Esta calle nos conduce a la plaza de la cisterna y a la plaza del Duomo situadas en el centro del pueblo.




Justo en la plaza del Duomo se encuentra la oficina de turismo dónde nos dieron un mapa muy completo. Desde la plaza del Duomo subiendo la cuesta llegaremos a la Rocca di Montestaffoli, una fortaleza de 1353 con unas vistas a la toscana y al propio pueblo preciosas.




Resulta asombroso imaginarse desde este punto este pueblo con más de 70 torres durante la edad media... seguimos nuestro recorrido por la Via San Matteo con numerosos restaurantes y pizzerias y vamos callejeando todo lo que podemos hasta llegar a la Plaza S. Agostino, aquí nos tomamos una cervecita porque el sol apretaba de lo lindo.


A mí me encanta la fotografía de naturaleza, es mi pasión y en esta plaza me encontré con la galería de un fotógrafo de naturaleza muy reconocido con varios premios internacionales Claudio Calvani. Estuve un rato charlando con él contándonos batallitas el uno al otro y me comentó como y dónde había tomado muchas de sus fotos, la verdad es que eché un rato muy agradable, os dejo su galería por si queréis ver las mejores fotos que encontraréis de la toscana.


Seguimos callejeando y para comer decidimos pillarnos unas pizzas al taglio y subir a un banco cerca de la fortaleza que al que le habíamos echado el ojo para tener unas vistas de diez, precisamente 10 euros fue el precio del almuerzo



Volvemos de camino al parking dejando atrás las últimas calles del pueblo, hemos estado unas 3 horas y media así que pagamos 4 horas de parking, 8 € en total y nos vamos para Lucca.


Hemos reservado nuestra segunda noche en [url=http://www.booking.com/hotel/it/villa-toscana-il-pino.en-gb.html?aid=7994077&aid=;label=villa-toscana-il-pino-8RjNvFLNcABVpXrOVT26xgS43898923637%3Apl%3Ata%3Ap1%3Ap2%3Aac%3Aap1t1%3Aneg%3Afi%3Atikwd-76860905659%3Alp1006886%3Ali%3Adec%3Adm;sid=12fd5bae1bdbc8e89c85dd2765dca31f;dcid=4;dist=0;room1=A%2CA;sb_price_type=total;srfid=94c78c300780a5c54d790cf8c768d8e9d8b91aebX1;type=total;ucfs=1&]Villa Toscana Il Pino[/url], tenemos una habitación doble con desayuno incluído y bañera hidromasaje, hay que cuidar el cuerpo después de las caminatas que nos pegamos. Un poco más alejado pero con parking gratis para dejar el coche y andando a unos 15 min de la Porta Elisa y unos 25 del centro de Lucca.


Otro punto a favor de este alojamiento es que dispones de bicicleta gratis, un gran plan en Lucca ya que podéis recorrer la muralla por el carril bici, nosotros decidimos no hacer uso de ellas. Bueno, hasta aquí todo el viaje estaba saliendo a la perfección pero de repente al llegar a la puerta del alojamiento llamamos al timbre y allí no sale nadie. Tras varios intentos llamamos al número de teléfono de la reserva y nos atiende Francesca, un poco sorprendida por nuestra llamada muy amablemente me comenta que cuando realicé la reserva especifiqué que llegaríamos sobre las seis o siete de la tarde y ahora son las 15:30, compruebo la reserva y así es, culpa mía. Aún así Francesca mandó en menos de diez minutos a un amigo suyo que nos hizo de anfitrión perfectamente y nos dió las llaves de la habitación así que nos resolvieron el problema en un momento.


Un consejo, si váis a este tipo de alojamientos es mejor llamar o mandar un email el día antes de vuestra llegada confirmando la hora de llegada para no tener sorpresas.

Dejo ya de contaros historias, después de descansar una horita nos vamos a ver Lucca. Al igual que en Siena entramos a la ciudad por una de las puertas en su muralla, la Porta Elisa y continuamos todo recto hasta llegar a la Via dell´Angelo Custodio y descubrimos la Torre Guingui, símbolo de Lucca con sus árboles en la cumbre.


Seguimos callejeando sin parar de ver pequeñas plazas e iglesias hasta llegar a la plaza del Anfiteatro, una de las plazas con más encanto que hemos visto durante el viaje.




Continuamos por la Via Fillungo y nos encontramos con otra de las torres de la ciudad, la Torre dell'Orologio a la que decidimos subir. El precio 4 € por persona, la subida es muy cómoda y con unas escaleras muy amplias al llegar arriba vemos que la mayoría de turistas suben a la otra torre nosotros en cambio estamos solos en la nuestra.


Las vistas deben ser muy similares, incluso me atrevería a decir que son mejores desde esta torre ya que es más alta que la de los árboles y además está mas céntrica. En cualquier caso hay un tickect conjunto para subir a las dos, si tenéis tiempo ya sabéis




Mientras contemplamos las vistas desde aquí arriba trazamos sobre el mapa nuestro recorrido en función a los edificios y campanarios que vemos alrededor, pues Lucca no la llevamos muy preparada con anterioridad así que dejamos que la ciudad nos sorprenda. Nuestro siguiente destino la Piazza San Michele con su iglesia del mismo nombre y el Palacio Pretorio hacen de esta plaza una joya, este lugar me encantó. La fachada de la iglesia es espectacular con una estatua de san miguel en lo alto, entramos a la iglesia y su interior es muy austero todo lo contrario al exterior, tuvimos la suerte de que estaban unos músicos ensayando para un concierto de música clásica en su interior y pudimos disfrutar un ratito de su música.


Seguimos nuestro camino hacia la Piazza Napoleone dónde se nos antojaron estos dulces típicos de Lucca, menos mal que nos pedimos uno sólo para los dos pues era una auténtica bomba calórica.


Ya anocheciendo terminamos nuestro recorrido principal en la plaza de la catedral de lucca, El Duomo de San Martino.


Empezamos a recorrer calles para ir viendo dónde cenar y terminamos escogiendo la Trattoria da Leo porque estaba llena y tenía buena pinta, nos pedimos unas patatas asadas al horno para picar y un plato de pasta cada uno y vino de la casa, la pasta que yo pedí muy rica pero la de Vanesa resultó ser más bien normalita, fueron 27 €, no estuvo mal pero tampoco de los mejores en los que hemos estado durante el viaje.

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