Teníamos muchas ganas de que llegara este día, visitaremos al Imperio Romano y caminaremos por sus teatros, circos, foros y templos para acabar el día en su anfiteatro más conocido el Coliseo. Al igual que en Florencia también me he descargado una audioguía muy amena que nos dará algunos datos curiosos sobre los monumentos que vamos a visitar.
Comenzamos el día desayunando en Il Gianfornaio, una cafetería cercana a nuestro hotel que nos recomendaron nuestras anfitrionas María y Cecilia, os lo recomiendo para todos aquellos que os alojéis por esta zona incluso para los que visiten el vaticano y quieran almorzar por los alrededores, está bien de precio y se come de manera excelente.
Después del desayuno nos vamos a ir a la Plaza de San Pedro para ver el Vaticano aunque sólo lo veremos por fuera, tenemos sólo dos días completos en Roma y hemos preferido ver otras cosas, así que la capilla sixtina la veremos la próxima vez que visitemos la ciudad, porque está claro que a Roma volveremos a venir. Tras 10 minutos andando llegamos a la famosa plaza, llena de turistas y de todo tipo de vendedores de tours, tickets sin fila, autobuses turísticos... todos esperándote a tí ... por lo menos no pueden pasar al interior de la plaza y la puedes ver tranquilamente. Nos dimos un paseo e hicimos unas cuantas fotos, también buscamos los dos puntos desde los cuales gracias a la perspectiva sólo ves una fila de columnas cuando en realidad hay cuatro, otra curiosidad de la plaza.
Después de un buen rato en tierras del papa nos vamos a tomar el metro hasta la parada de Cavour dónde comenzará nuestra ruta imperial. Nuestra primera parada será la Iglesia de San Pietro in Vincoli, el Moisés de Miguel Ángel nos está esperando. También conservan las cadenas de San Pedro en una urna.
Continuamos nuestro recorrido hasta el Coliseo, es impresionante, colosal, esta vez seguiremos de largo y dejaremos el Coliseo para el final del día aunque es inevitable no pararte a contemplarlo y hacerte alguna foto.
Continuamos por el Arco di Costantino, el cual se encuentra muy bien conservado. Os comento que no tenemos pensado visitar el Foro Romano ni el Palatino, en la entrada nocturna que nosotros hemos sacado para el coliseo no va incluida la visita al foro ni al palatino y con la calor que hace ahora mismo decidimos dejarlo para la próxima vez que vengamos a Roma, además gran parte del foro la acabaremos viendo desde alguno de los miradores que iremos visitando y nos al menos nos llevaremos una idea del lugar. Lo dicho, seguimos recto hasta llegar al Circo Massimo la construcción deportiva más grande jamás construida por la humanidad capaz de albergar a más de 300.000 personas y aún hoy no superada, estos romanos eran unos cracks. Para disfrutar este lugar hay que darle a la imaginación pues hoy sólo se conserva la pista y un trozo de la grada en una de las curvas, aunque mi recomendación es que veáis la famosa escena de las cuadrigas de Ben Hur

Continuamos rodeando el circo y comenzamos una subida por la Via Santa Sabina para acercarnos al Giardino degli Aranci, un parque pequeñito lleno de naranjos desde el que tenemos unas vistas preciosas de la ciudad.
Si seguimos por la Via Santa Sabina hasta el final llegaremos a la famosa puerta en la que si miras por su cerradura te llevarás la sorpresa de encontrarte con esto. Estas pequeñas sorpresas son las que hacen mágica a una ciudad, a mí me encantan.
Volvemos sobre nuestros pasos y ahora nos dirigimos a la Iglesia de Santa María in Cosmedin, aquí se encuentra la famosa boca de la verdad, y una considerable cola si te quieres llevar la foto de recuerdo.
Nosotros no esperamos la cola y me llevé a esta japonesa de recuerdo en mi foto ejeje, en el interior de la iglesia se encuentra una pequeña sala o cripta que se puede visitar por 1€, por cierto chicas si vais con los hombros al descubierto deberéis de poneros un plástico que os dan allí mismo para cubriros, el cartel decía algo como por favor vistete con dignidad y yo pensé y con este plástico por encima acaso no la estoy perdiendo del todo, en fin no me meto en temas religiosos, con la iglesia hemos topado.
Justo en frente de la iglesia nos encontramos una plaza muy bonita en la que tenemos dos templos magnificamente conservados, el Templo de Hércules y el Templo de Portuno. Estos dos templos no venían ni en el mapa pero Roma está llena de sorpresas en las que te encontrarás lugares que no sabías ni que existían.
Seguimos por la calle principal Via Petroselli hasta el Teatro Marcello, un rincón que nos gustó mucho.
Fue entonces cuando nuestros estómagos empezaron a reclamar comida, eran ya casi las 15:00 de la tarde, decidimos ir a comer a Da Milvio, imagínate un lugar de comida rápida pero en plan casero y rico, eso es da milvio. Cómo llegamos tarde estaba vacío y estuvimos muy tranquilos, una lasaña para cada uno con una cocacola y una cerveza de más de medio litro por 14€. Tras un descanso en el bar decidimos seguir con nuestra ruta por la parte de los distintos foros romanos, tienes carteles informativos que te van explicando la historia de cada lugar, la verdad es que eran muy útiles. En esta zona se encuentran el Foro di Nerva, Foro di Cesare, Foro di Augusto, Foro Trajano y la Columna Trajana, te puedes pegar un buen rato para verlo todo, también tenéis estatuas de los emperadores a lo largo de este lugar. Os dejo algunas fotos.
De repente te encuentras con la mole de mármol blanca que no pega ni con cola alrededor del foro, normal que no les gustase a los romanos el edificio, el Monumento a Vittorio Emanuele II
Nosotros empezamos a subir unas escaleras laterales pensando que por ahí podíamos llegar a la parte frontal pero no es así, están aisladas unas de otras, o por lo menos nosotros no dimos con la manera de pasar a la parte frontal. Bueno, estas escaleras nos llevaron al museo dedicado a la II guerra mundial y entramos en él pero con la intención de ir directamente a la terraza desde las que se tienen unas vistas buenísimas de toda la parte del foro romano y el coliseo.
Desde esa misma terraza accedimos al Campidoglio y lo hicimos pasando a través de la Basílica Santa María Aracoeli, es decir entramos por una puerta de la iglesia y salimos por otra cruzándola de un lado al otro, por cierto el interior es cuanto menos llamativo todo lleno de lámparas colgantes.
Al salir por el otro lado estamos en otra obra del genial Miguel Ángel, en este caso nos encontramos la Plaza del Campidoglio, otra maravilla. Aquí fue dónde Vanesa encontró la estatua de Rómulo y Remo, si no es por ella me quedo sin verla.
En el lado izquierdo hay un pequeño parque desde el que se tienen estas impresionantes vistas del Foro Romano.
Desde aquí comenzamos de nuevo la bajada y nos fuimos andando hacia el parque que hay a la espalda del Coliseo a sentarnos y descansar un rato mientras vimos el atardecer.

Ya se va acercando el plato fuerte del día o mejor dicho de la noche, hemos comprado los tickets para el Coliseo con anterioridad a través de internet para una visita nocturna con guía en inglés, las entradas las compramos en rome-museum, aunque os recomiendo que miréis otras páginas también porque nosotros pagamos 30€ por persona y el precio del ticket son 20€ vamos que se llevaron una buena comisión. Nuestra visita es a las 20:40, en el voucher nos pone que hay que estar 30 min. antes, os lo recomiendo, pues la organización es un poco caótica. Una vez conseguimos cambiar nuestro voucher por los tickets definitivos sólo nos queda esperar a la hora indicada 20:40 y que la guía nos llame. Cuando entramos la sensación fue indescriptible, todo casi a oscuras y entrando hacia la arena por la entrada que lo hacían los Gladiadores...
Las explicaciones de la guía fueron muy útiles para entender como se llevaban a cabo los juegos en el anfiteatro, también nos explicó cómo funcionaban los mecanismos para soltar a las fieras y sorprender al público y mil cosas más. Sencillamente la visita fue mágica, creo que merece la pena ver este majestuoso monumento de esta manera, pues te quitas todo el agobio de la multitud y siempre la atmósfera nocturna le da un toque diferente a estas visitas.
Salimos muy contentos y nos fuimos a cenar a la Pizzeria Luzzi que está muy cerquita del Coliseo, fue uno de los sitios que más nos gustó en Roma. Cenamos en la terraza y nos pedimos una cerveza y un refresco, una bruscheta, aceitunas empanadas y unas flores de calabacín como entrantes y una pizza cuatro quesos riquísima, muy del estilo de la que nos comimos en La montecarlo. Para el postre compartimos un tiramisú y el camarero nos invitó a unos chupitos de limoncelo, creo recordar que fueron unos 20€. Finalmente nos volvimos a pillar el metro para irnos a descansar a la habitación, nos habíamos pegado un paseo considerable y ya nos toca descansar.