A primera hora oímos el canto de los pájaros (6:00 am). Amaneció soleado,tomamos nuestro desayuno multifrutas y nos pusimos en ruta. Nos dirigimos a L'Union State y Anse Source D'Argent.
La entrada al parque cuesta en torno a 6 euros (no admiten euros, se debe de pagar en rupias).
Observamos el precioso palmeral y la plantación de vainilla del parque y decidimos visitarlo más tranquilamente en la tarde después de ver la playita.
Observamos las tortugas y les dimos de comer, que tamaño!
Que decir de la playa... la más fotografiada del mundo. Su fama es tan notoria como merecida. ESPECTACULAR, las rocas de granito son impresionantes y enormes, no parecen reales, más bien cada rinconcito parece sacado de un decorado de película.
Bordeamos toda la playa hasta donde el nivel del mar nos dejó llegar.
Nos pusimos el equipo de snorkel (yo estrenaba mi nueva máscara de snorkel del decatlon, totalmente recomendable) y al agua!. La temperatura de la misma es una gozada y en mi primera inmersion me choque con una tortuga de cara!! que maravilla. Gracias a nuestra cámara acuática lo grabamos todo (aconsejo llevar una). El tiempo se pasó muy rápido, la marea comienzó a subir y pronto divisamos unos nubarrones. Oh no!! la que se avecina.. sin dar tiempo a pensarlo comenzó el diluvio universal. Me refugié bajo una palmera, pero cuando la cosa se puso mas fea trasladé las cosas bajo una cavidad formada por rocas de granito. Finalmente decidí salir, tomar un baño y mojarme (no hacía nada de frío).
Cuando la cosa parecía mejorar, retomamos el camino de vuelta al interior del parque para visitarlo. En un par de ocasiones tuvimos que refugiarnos en una cabaña, para esperar que la lluvia cesara. Los locales circulaban con la bicicleta y paraguas.
Observamos Plantation House (pero estaba cerrada, creo que estarían de reformas pues tenía todo el tejado levantado). También logré ver el antiguo cementerio colonial y muchos murciélagos al atardecer.
Tras nuestro paseillo en bici calados, llegamos al hotel y entonces comenzó a llover de manera desproporcionada. Se formó hasta un arroyo bajo nuestro porche























