VIERNES 18 DE MARZO
Para volar a Bruselas siempre ha habido una conexión directa desde Bilbao, pero hace un mes, estando en Macedonia, me dio por chequearla y los de vueling habían sacado algunos días puntuales a 24€. No era como para obviarlo, así que entre las fechas posibles elegí la inmediatamente anterior a Semana Santa, ya me organizaría con mis alumnos. Y así ha sido.
El vuelo de vueling deja en el aeropuerto principal de Bruselas, no en Charleroi. Para llegar a la ciudad, sin contar taxis, se puede utilizar el tren (8'5€), transporte más habitual; o el bus urbano nº12 (4'5€). El tren te dejar en la estación central de Bruselas, el bus urbano te deja en el barrio europeo (Schuman). El tiempo del viaje es bastante similar. Yo llegué a la parada de la plaza Schuman en 24'.
En Bruselas tengo previsto quedarme tres noches, haciendo alguna escapada a algunas ciudades próximas. He tenido la suerte de que una señora me acogerá mediante un viaje público en Couchsurfing (no hago peticiones formales). Como he quedado con ella a las 14:00 en su casa, tengo casi un par de horas para dar una vuelta por el distrito europeo, desde donde cogeré el metro (línea 5).
Me hubiera gustado visitar el parlamento europeo, pero los viernes la entrada es a las 10:00, así que lo dejaré tal vez para el lunes (el fin de semana no es posible visitarlo). El edificio de la Comisión Europea, más chulo de lejos que de cerca, es llamativo, a pesar de que ya lo conocemos todos.
Estaba todo tomado por la policía. Incluso la parada de metro de Schuman estaba inutilizada porque las marionetas de muchos países se reunían en la Comisión para tomar unos pintxos y no decidir nada.
Cerca está el Parque Leopold y el del Cincuentenario. Como no tenía tiempo para los dos, decidí ir al segundo. De hecho el primero está junto al Parlamento, por lo que podría dejarlo para cuando lo vaya a visitar.
Medio Bruselas estaba en el parque haciendo running, como se dice ahora... La verdad es que si no llega a ser por la rasca que hacía, uno se hubiera quedado a leer un ratito en los jardines del parque. Me dirigí hacia el arco de triunfo que está en el mismo.
Por cierto, que hay un parking gratuito al lado. Justo en frente del museo de automóviles antiguos, autoworld
Me dirigía hacia el metro Merode, al final del parque, cuando me encontré con una casa de inspiración claramente modernista: Maison Cauchie
No había tiempo para más... había que llegar a tiempo a la casa de mi anfitriona. Marcella, ya la presento, vive en el Sureste de la ciudad, al final de la linea 5 del metro, en una zona residencial de casas bajitas y "pijos" en palabras de su marido, Jos (un señor holandés).
Para moverse por la ciudad, el metro es muy sencillo y práctico. Por el centro, andando. Los billetes ocasionales cuestan 2€. Hay bonos de 5 y 10 viajes. Yo he comprado uno de estos últimos por 14€ +5€ de la tarjeta reembolsables al devolverla.
Marcella trabaja en el campo de la ayuda social a los desprotegidos desde hace años y ahora está con un proyecto de ayuda a los refugiados. Es un ejemplo de persona y de superación: aunque está en una silla de ruedas, nada la frena. Por cierto, un detalle, habla ocho idiomas... y no son nueve porque el chino se le está resisitiendo.
Me quedo a comer con ella en su casa y charlando hacemos tiempo a que venga su marido. Este fin de semana se marchan a Francia (está muy próximo y es que Bélgica es muy pequeño) a un proyecto nuevo que están madurando: han habilitado una casona para atraer a organizaciones de ayuda a jóvenes con problemas.
Total, que me deja su casa hasta el domingo a la tarde que vuelven!!
Una vez solo, decido aprovechar el resto de la tarde para acercarme a la zona del Atomium, muy alejada del centro, pero con acceso fácil mediante metro.
Cuando he llegado ya estaba cerrado el acceso, aunque tampoco hubiera pagado 10€ por entrar. Eso sí, ya desde lejos impacta por su armonía, su grandeza y belleza. Me ha parecido un acierto acercarme hasta aquí, ya de noche, con esa iluminación minimalista que le ponen.
A pesar del frío, como sabía que no iba a volver a esta zona por falta de tiempo, he optado por acercarme andando al parque Van laken, evidentemente solitario... Drácula tendría miedo de caminar a esa hora por aquí. La idea era acercarme al pabellón chino, con tan buenas referencias en el foro.
Cuando he llegado estaba rodeado con unas vallas de metal. No sé si estará abierto. Aunque impresiona y es realmente bonito, ya no me impacta tanto después de las decenas de templos y pabellones similares que vi en Corea y Japón este verano. No obstante, con buen tiempo, merece la pena acercarse a pesar de la distancia respecto al centro.
Bueno, pues ya era hora de volverse al calorcito del hogar...