¡No hay nada como empezar el día con un buen Full Scottish Breakfast! En todos nuestros viajes, el desayuno es la comida más importante del día, ya que te carga de energía para las caminatas y, además, nunca se sabe lo que encontrarás para comer.

Y ahora a empezar a quemar las calorías ingeridas, no pocas por cierto, que tenemos 15 minutos hasta la estación de ferrocarril, cargando con las maletas, claro.
Nos gusta viajar en transporte público, sobretodo en tren, y lo usamos siempre que sea posible, no solo porque siempre le toca conducir a la misma persona y creemos que todos tenemos derecho a disfrutar de las vacaciones (esto lo piensa sobre todo mi marido,

La verdad es que los precios en la red de ferrocarriles de Reino Unido no se caracteriza por ser baratos, pero si eres previsor, una semana antes de la fecha de partida, los precios son más baratos que si los sacas en el último momento.
Scot Rail
Tras una corta espera en Edinburgh Wawerley, la estación central de ferrocarril, tenemos 3:30 horas por delante hasta llegar a nuestro destino: Inverness. Toca relajarse, contestar whatsapp (maravillosa WiFi de Scott Rail) y sobre todo disfrutar de los hermosos paisajes escoceses.
Ya en Inverness, tras un corto paseo desde la estación, llegamos a Ardross & Glencairn Guesthouse, donde pasaremos dos noches (80,00£, incluido el desayuno). La verdad es que las habitaciones no están nada mal. De hecho, si tuvieran persianas serían perfectas. En el mes de mayo, y debido a la altitud en la que se encuentra esta ciudad, sólo hay tres horas de noche cerrada, así que si tenéis el sueño ligero, nada como unos antifaces a lo Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes.

Inverness es la capital de las Highlands, de las Tierras Altas, y aunque no tiene mucho que ver porque queda muy poco de su pasado, sí que es la base ideal para realizar excursiones. Está situada en la desembocadura del río Ness.
Casi es la hora de comer, pero vamos a aprovechar que las nubes amenazantes todavía no han llegado para dar una vueltecita por la ciudad, paseando por la orilla del río, visitando el Mercado Victoriano, lleno de tiendecitas de souvenirs, que recuerda al Covent Garden de Londres,...



Los escoceses dicen que si no te gusta el tiempo que hace esperes diez minutos, seguro que cambia. Y sí, vaya si cambió. Afortunadamente, encontramos cerca el Johnny Foxes Pub & Restaurant, en el 26 de Bank Street, que sirvió para resguardarnos y en el que comimos de una forma mucho más que digna por unas 15,00£ por persona (quien diga que en Escocia no se come bien es que no ha visitado este Pub). Aquí tenéis una muestra.


Si hay algo que destaca en Inverness es la Castle Hill, que está coronada por los torreones del Castillo de Inverness, de arenisca roja, construido en 1847 sobre las ruinas de unos castillos anteriores. En la explanada hay una estatua de Flora McDonald, una joven que ayudó al Príncipe Carlos Eduardo Estuardo, Carlos el Bello, a huir de la isla de Skye vestido de sirvienta.

El castillo no se puede visitar, porque forma parte de las oficinas municipales, pero las vistas de la ciudad desde la colina son fabulosas. Y si, además, acaba de caer un chaparrón y el cielo empieza a brillar... ¡Qué os voy a decir! Una imagen vale más que mil palabras.

Pero ¡qué ven mis ojos! Allí está el restaurante donde hace 19 años cené con mis amigas. ¡Cómo pasan los años! ¡y cómo se estropea...todo! Lo que en el año 1996 era un "beautiful and lovely restaurant" (según palabras de la dueña del B&B que nos lo recomendó) The Harlequin, en 2015 es una taberna, "The Castle Tavern". Seguramente será "amazing and interesting", pero no es lo mismo.

Pero desde luego, lo más bonito de Inverness es pasear a lo largo del río Ness hasta las islas Ness, una serie de pequeñas islas con jardines que están unidas por puentes victorianos.



En la orilla occidental se puede visitar la Catedral de St. Andrew, de estilo neogótico finalizada en 1869, que parece una "copia" en miniatura de la Notre Dame de París.

Y después de este paseíto, nada como una cena reconfortante antes del merecido descanso. Nuestra primera intención era ir a Hootananny, pero no quedan mesas libres, así que volvemos a Johnny Foxes Pub & Restaurant. La verdad es que no nos podemos quejar.


