Miércoles 16 de septiembre y segunda mañana con chaparrón, aunque de nuevo tuve la fortuna de que fue el único del día.
La ruta de hoy comienza en el Spanish Valley al sur de Moab y seguiré hacia el sur por la US-191. Las rectas son interminables y el tráfico tan escaso que podría circular por el carril contrario (pero obviamente no lo voy a hacer…) En un lugar de la nada de cuyo nombre no puedo acordarme porque no tenía nombre, hay que torcer a la derecha por la UT-211, la cual da un rodeo considerable para descender al nivel de los ríos por Indian Creek. Si ayer en Canyonlands veía los cañones desde arriba, hoy los veo desde abajo. Las nubes y claros perfilan las rocas con sus juegos de luces y sombras, destacando los tonos rojizos de la roca. De vez en cuando la carretera está cruzada de rejillas metálicas para el control de paso del ganado, que supuestamente anda suelto por esta zona, aunque yo no lo he visto más que un par de ocasiones.
Entro en The Neddles, que sigue siendo parte de Canyonlands y la primera parada es en Big Spring Canyon. En este punto, la combinación del terreno rocoso y el cielo parcialmente nublado ofrece unas buenas instantáneas. Al igual que había observado en Yosemite, los pinos aquí también luchan por su supervivencia, agarrándose a las rocas como pueden.
The Neddles, Canyonlands National Park
Desde la carretera principal se pueden ver fácilmente las formaciones rocosas que dan nombre a esta parte del parque. Roca y desierto hasta donde alcanza la vista.
En la zona de Elephant Hill, de la que he oído hablar, hay un ramo de carretera sin asfaltar. Digo yo que sería una pena no probar las capacidades del todoterreno, ¿no?
Como todo el mundo puede deducir, la prueba ha sido un éxito, porque estoy aquí contando la historia. No me he caído por ningún barranco, aunque no habrá sido por falta de obstáculos. En el vídeo se puede ver que me encuentro con algún otro todo-terreno, algo normal. Ya un poco más raro es que alguien se meta por estos caminos con un coche bajo; pero tiene un pase. Pero que te encuentres a una señora paseando al perro ya es de traca…
Como no hay otra opción, toca desandar el camino hasta el cruce de la US-191. Ya de por sí las distancias son grandes en américa y especialmente en esta zona, pero cuando tienes que volver atrás más de 65 kilómetros para enlazar con la carretera principal, es cuando te das cuenta de que hay que planear con cuidado estas rutas.
De vuelta en la US-191, sigo de nuevo hacia el sur, pasando por Monticello y Blanding, para volver a girar a la derecha otros 54km hacia el oeste hasta el siguiente destino del día: Natural Bridges National Monument. Este punto es también el motivo por el que no me detuve mucho tiempo en Neddles. Quería hacer aquí un par de trails para ver bien los puentes de piedra.
Natural Bridges está muy bien organizado. Una carretera de sentido único te va llevando por los miradores de estas singularidades pétreas. La primera parada es en Sipapu Bridge. Desde lo alto del mirador te puedes hacer una idea del origen de estas formaciones. Al contrario de los Arcos (Archs), los Puentes (Bridges) son formados por un río que horada la roca, formando un puente de piedra sobre el cauce.
Sipapu Bridge desde la carretera.
Avanzo hasta el siguiente puente, Kachina Bridge y aquí sí me animo a realizar el Trail. Tiene unos 2.3km y un desnivel de 122 metros. Es una sucesión de tramos por roca, escaleras, rampas, caminos de cabras, mas escaleras… que ponen aprueba la resistencia de las piernas; sobre todo teniendo en cuenta que al principio es todo descenso hasta el lecho del río, pero la vuelta es más dura, porque hay que ascender de nuevo hasta el aparcamiento.
Kachina Bridge desde lo alto, el trail de bajada y desde el lecho del río
Después de dejar los hígados en una papelera tras subir desde el Kachina Arch, tomo aire por el único pulmón que me queda y me dirijo al Owachomo Bridge (sí, son todos nombres Hopi), que es el más esbelto de todos. El trail es mucho más corto pero vuelves a bajar y subir.
Owachomo Bridge.
Después de tanta caminata, me ha entrado hambre, así que me como un par de bocatas y lo que encuentre por las bolsas y arreando.
Para el siguiente destino, Mexican Hat, el GPS me indica que debo volver atrás de nuevo por la 95 hasta Blanding, bajar por White Mesa y Bluff. Pero se me ocurre una ruta mejor y más aventurera. Desde Natural Bridges me dirijo directamente al sur por la UT-261. Es una carretera amplia, recta y sin apenas tráfico. Tampoco tiene desniveles importantes y siempre te mueves en el entorno de los 1900 o 2000m. Pero lo que sí tiene son dos puntos muy importantes si dispones de coche y tienes ganas de aventura.
El primero se llama Muley Point Overlook, que como su propio nombre indica, es un mirador sobre el cañón del Río San Juan. Desde este mirador también puedes ver en el horizonte el Monument Valley. Es necesario circular por una pista de tierra de varios kilómetros, con posibilidad de encontrarte unas vacas en medio sin previo aviso, pero aquí hemos venido a arriesgar, ¿no?
Pero el riesgo tiene su recompensa y son las vistas.
Muley Point. El fin del mundo existe.
No me he resistido a sacarle foto al coche al estilo “¿te gusta conducir?” No sé todavía cómo será el Gran Cañón, pero esta vista no se queda a la zaga. Apenas hay nadie en alguno de los miradores. De hecho en éste del final solo estaba yo, mi coche y el desierto.
El otro punto importante de esta carretera viene ahora, y es que hay que bajar al valle para llegar a Mexican Hat. Y no hay otra forma de hacerlo más que por Mokee Dugway. Para entendernos, es un tramo de camino de cabras, sin asfaltar, de un solo carril en su mayor parte, con curvas infernales al borde del barranco y limitación de velocidad a 15 millas por hora. No es apto para camiones, autobuses o similares, y no creo que sea recomendable tampoco para auto-caravanas. Pero disponiendo de un potente todo-terreno, se puede hacer un poquito el cafre sin miedo a la policía o los radares…
Dos videos de cabina: el primero saliendo de Muley Point, el segundo bajando Mokee dugway. Canyoneroooo!!!
Aunque desde Muley Point tienes una vista espectacular del cañón del Río San Juan, hay una forma de verlo todavía con más intensidad y espectacularidad. Es el parque estatal de Goosenecks. Como parque estatal, no entra dentro del Annual Pass. Lo de este parque es de guasa. La entrada son 5$ y el parque en sí es lo más pequeño que te puedes encontrar. Una única carretera de unos 8km te lleva hasta el borde del cañón, al único mirador disponible. Y unos metros antes se encuentra la caseta del guarda que más bien parece un urinario portátil en medio de la carretera, en el cual un guarda tiene que pasarse el día metido para cobrar la entrada; y sin nadie más en varios kilómetros a la redonda. Tiene pinta del trabajo más entretenido del mundo.
Goosenecks State Park.
Esta foto me ha costado 5$ pero ha valido la pena. 1000 pies por encima del río, exponiendo 300 millones de años de actividad geológica.
Quizás hubiera estado bien parar en Mexican Hat a ver su famosa roca, pero teniendo en cuenta que se ve desde la carretera principal, que es tarde, y hay cosas más interesantes por ver, paso de largo y me dirijo al destino final de hoy: Monument Valley.
¿Qué se puede decir de Monument Valley que no se haya dicho ya? Todo el mundo lo conoce por el cine y cuando llegas allí te das cuenta que estás dentro de un inmenso plató cinematográfico. Una interminable planicie decorada sutilmente con moles de piedra, como si fuesen puestas en torno a una danza. No dirías que ésta debería estar un poco más a la derecha o aquella más alejada. Todas están en su sitio exacto.
Más de uno me matará por no quedarme más tiempo en Monument Valley, que si debería haber hecho el loop, que si tal y pascual. Sí, es cierto que debería haberme quedado más tiempo para verlo mejor. Prácticamente lo he atravesado sin más, pero he hecho algo imprescindible: quedarme a dormir en el Valle.
Cuando estaba buscando alojamiento en casa para los diferentes lugares de este viaje, uno de los más difíciles fue precisamente en MV. De todos es conocido que aquí no hay una ciudad, ni siquiera un pueblo pequeño donde alojarse. Sitios cercanos y baratos tampoco quedaban. Mexican Hat estaba a tope y como primera opción había reservado un lugar cutre en Bluff (su nombre ya lo indica todo. Debe ser lo que exclaman todos cuando no encuentran alojamiento en MV) durante varias semanas estuve con esa reserva que no me convencía para nada, ni siquiera el precio era atrayente. Simplemente era el más barato. La otra opción era el Goulding’s Campground, pero el tipo de alojamiento tampoco me convencía. Ya casi me había dado por vencido de encontrar algo más cercano, cuando descubrí el que sería mi alojamiento final: el Tear Drop Arch B&B.
No aparece anunciado en ninguna web salvo la suya propia (edito: de casualidad he visto que ya están en Airbnb y hay que hacer las reservas por esa web), la casita es humilde y esta regentada por una familia de indios nativos americanos. No esperes nada más que una habitación muy simple y un baño grande pero compartido. Puedes acompañarlo de un pequeño desayuno típico, y una charla agradable con la dueña, un anochecer relajante en el patio. La carretera no es tal sino una pista de tierra y no encontrarás cerca un supermercado.
¡Pero las vistas del atardecer sobre Monument Valley y la noche más estrellada que habrás visto en muchos años o jamás, no te los quita nadie!
Absolutamente sin palabras…