HEIDELBERG
Desde Baden Baden unos 90 kms y 50 minutos sin tráfico.
Llegamos a nuestro apartamento, donde haremos una noche, es por la mañana pero ya nos dan las llaves, está fuera del centro pero a cuatro pasos de donde comienza la Hauptstrasse, que es la calle peatonal principal donde están las tiendas y restaurantes.
Foto del centro:
Vamos a visitar el castillo, se puede subir en funicular pero nosotros subimos a pie por la calle Neue Schlosstrasse, es un buen paseíto pero si os gusta caminar es una buena opción…, a veces la caminata es un poco empinada y si hace calor se puede hace un poco pesado. Lo bueno es que cuando llegas a las faldas del castillo una pequeña fuente te espera para refrescarte

Nosotros cogimos entrada con audioguía en español y la verdad es que merece la pena, aunque podéis subir hasta aquí a pie solo para ver las vistas de la ciudad y el río Neckar porque para eso no hay que pagar y la foto es muy chula. Digo a pie porque si vas a subir en funicular por lo visto el precio incluye la entrada al castillo por lo que si solo quieres echar la foto no tiene sentido...
Vista del castillo:
Una vez dentro del castillo prácticamente todo está reconstruido, no se ve mucho, pero con la audioguía siempre te cuentan cosas curiosas y le gustó hasta mi hija. El precio incluye el museo de la farmacia, con reproducciones de boticas de distintas épocas y también la entrada al barril más grande del mundo, y vaya si lo es, te cuentan la historia también, por lo visto el vino era lo peor de lo peor pero pa dentro que iba…
Aquí arriba podéis comer, tenéis algo de oferta y la subida bien merece la pena.
Para bajar tampoco cogemos el funicular, bajamos por unas escaleras.
Una vez bajamos del Castillo, otra cosa recomendada es el paseo por la orilla del río, incluyendo el paso por el puente “Karl-Theodor” o Alte Brücke (puente antiguo), muy chulo:
Heidelberg me gusta, es también ciudad universitaria, con mucho ambientillo, nosotros encontramos por casualidad el restaurante nº 1 de tripadvisor: Weinstube, se encuentra en una callecita que sale de la Hauptstrasse (Bauamtsgasse 7), hay que reservar o ir pronto según leemos en internet pero nosotros no reservamos y cuando llegamos para cenar a las 19:30 ya no había sitio… no pasa nada porque en esta zona hay restaurantes los que quieras.
Un día entero en esta ciudad es suficiente para nosotros.
FRANKFURT
A la mañana siguiente tiiramos a Frankfurt, gran ciudad donde las haya. Hay una hora de camino desde Heidelberg aprox.
Frankfurt me parece una ciudad fea.
Vale que fue toda destruida en la segunda guerra mundial pero podían haberla construido un pelín más mona. La plaza del ayuntamiento (Römer) fue reconstruida según la medieval y siguiendo planos de la época y aunque es bonita, saber que se construyó en los años 80 le hace perder encanto.
Plaza del ayuntamiento:
La catedral de St. Bartolomew está muy cerca pero también está toda reconstruida.
En Frankfurt se recomienda el paseo a las orillas del río Main (Museumsufer es la zona de la ribera llena de museos). Bueno tampoco este paseo es del otro mundo, para descansar a orillas echado en el césped está bien y tirar una foto al skyline pero poco más. Por lo visto en la orilla norte se puede coger un barco, se le conoce como la zona del embarcadero porque hay muchos kioscos donde comprar los tickets y barcos que coger pero visto lo visto… nosotros no lo cogimos.
Puente para cruzar al otro lado:
Algo que sí hicimos fue la turistada del día: subir al Main Tower, el rascacielos con vistas panorámicas. El horario de apertura del mirador es diario, en verano abre de 10:00 a 21:00 y en invierno de 10:00 a 19:00.
Cuesta 6 € por persona, mi marido decidió no subir… mi hija y yo subimos y para el precio que tiene pues no es gran cosa la verdad. Son unos 50 pisos si no recuerdo mal y yo recomiendo si subís es que lo hagáis al atardecer porque ahí si que se tiene que ver una bonita puesta de sol. Cuando yo subí estaba ya cayendo la tarde pero le quedaba al menos 1 hora para anochecer.
Vistas desde la torre:
También puedes visitar la ópera, contraste de lo nuevo y lo viejo:
O la bolsa de Frankfurt que es muy conocida con las famosas esculturas del oso y el toro.
Aquí pasamos una noche y he de decir que para mí es más que suficiente.