Estoy en un autobús camino de Tibet. Así como suena. ¡ El Tibet ! El destino soñado para muchos viajeros, esa región inhóspita y remota que ha estado cerrada al turísmo durante muchos años y que China un buen día decidió que era una provincia más de la gran China. Hemos leído mucho sobre el Tibet, sobre su pasado y su presente y principalmente por tiempo y distancia , en este viaje no vamos a adentrarnos en el interior, ni mucho menos llegar a Lasha, es de las cosas que dejamos pendientes.
Esta madrugada a las 3'00 en punto un taxista nos estaba esperando en la puerta del hotel. Anoche le dijimos a nuestro conductor de estos dos días que si podía llevarnos él o llamar a otro y allí estaba puntual. Subimos al tren con hard sleeper y durmiendo de una hasta casi que hemos llegado a Lanzhou a las 10:30. En Lanzhou hemos comido un poco y cogido otro taxi hasta la estación de autobuses del Sur, que es desde dónde sale el bus hacia Xihae. Hemos comprado los billetes enseñándole a vendedor el nombre en Chino y de malos modos nos ha dado unos papeles que había que rellenar con los datos del pasaporte, hemos esperado comiendo en el restaurante de la estación y hemos aprovechado para coger sudaderas y dos mantas de viaje para el bus y las 14:00 nuestro bus hacía Xiahae salía.
El autobús era nuevo y confortable con cinturones de seguridad que el conductor insistía continuamente que nos abrochásemos. Durante el viaje en la pantalla de TV iban poniendo un documental sobre el monasterio de Labrabg, con imágenes de la monjes, de los tibetanos y cómo en el 2011 eligieron al nuevo Panchen Lama porque China no reconoce al Dalai Lama que los occidentales conocemos y que está exiliado. Ese detalle del documental y que se ve como elegían al Panchen con las autoridades chinas presentes y como publicitaban que China había favorecido el desarrollo del turímo en la zona, dá que pensar. De hecho los tibetanos lo llaman el Dalai de los chinos.
Por el camino hemos ido viendo como el paisaje poco a poco iba cambiando y hemos pasado por muchos pueblos con mezquitas. Muchas mezquitas porque esta parte es musulmana y poco a poco nos hemos metido por un valle con
templos tipo tibetano, estupas y banderas de oración.

Puerto de montaña,con banderas de oracion
De repente el autobús ha parado y han subido dos policías, el conductor les ha dado unos papeles y los polis han recorrido el bus entero mirando a los pasajeros. Nos han dicho que era para ver si llevábamos el cinturón de seguridad.
Por fin hemos llegado a Xia'he y la sensación ha sido bastante mala. Una avenida muy larga llena de hoteles, restaurantes, tiendas y banderas chinas en todas las farolas para que no haya duda de que estamos en China y que el Tibet es una región más....
Nos bajamos del bus y con nuestras mochilas nos fuimos en busca del hotel, que no debía estar muy lejos porque todos están en la avenida. ¡Pues no había manera de encontrarlo! Dímos mil vueltas y cuando por fin lo encontramos nos dicen que el precio del hotel que teníamos reservado por Booking no era porque ahora era temporada alta y era más caro y nos querían cobrar el doble.Todo eso usando el movil con el traductor y haciéndose los tontos como qie no tenían nada que ver con booking , así que mi madre dijo:: yo tambien me voy a hacer la tonta, cogío su wiffi , reservó otro , le escribió a los de Booking y adiós, no vamos a pagar el doble. Por cierto los de Booking nos contestaron pudiendo disculpas y pagando la diferencia entre los hoteles.
Llegamos a nuestro nuevo hotel, que está todavía más cerca del monasterio, dejamos las mochilas y fuimos corriendo al monasterio....¡. impresionante! . No es un monasterio , es un pueblo entero con el monasterio en la parte más alta.....
La verdad es que el contraste es un choque porque llegas al final de la avenida de " China town" y de repente todo son casitas con techos planos, puertas de madera muy bonitas y templos de color granate decorados con banderas y cortinas y cenefas tibetanas.....se te olvida el mal rollo de la avenida china, entras en un pueblo que no tiene nada que ver con lo que hay unos metros más allá.

Lo primero que vimos fueron las ruedas de oración y muchos tibetanos dándole la vuelta en sentido de las agujas del reloj. Haciendo la kora, y nosotros empezamos a hacerla también

. Al principio todos nos adelantaban porque van muy rápido, pero poco a poco fuimos cogiendo el ritmo. Durante el camino vimos a otros tibetanos que la iban haciendo arrodillándose cada tres pasos. Y lugares enfrente de los diferentes templos con tablas de madera dónde también rezaban arrodillándose y tumbándose una y otra vez....tiene que ser muy duro.No quiero pensar en las agujetas que tienen que salir.

Cuando pasamos por un puente del río, cerca de la pagoda dorada vímos una colina, la colina dónde despliegan la tela con la imagen de buda enorme que sale en los documentales y subimos porque las vistas de todo el monasterio son geniales.

Por cierto de la Chino- avenida de noche mejor no hablo....luces de colores, restaurantes, música, coches chinos...de alta gama , etc ,etc etc....
