Dejamos Hawaii y volamos nuevamente hacia las Vegas.
En el aeropuerto cuando vamos a recoger un nuevo coche nos dejan elegir entre uno compacto normal y un biplaza deportivo..... a jordi se le ponen los ojos como platos mientras intenta disimular la emoción. Yo le digo que si caben las maletas me parece bien.
- ya las pongo yo, ya las pongo yo ( me dice) ..... y le veo metiéndolas a presión hasta hacerse daño en los dedos por el rabillo del ojo.

Esa noche hemos pillado un hotel en el Downtown por 52 eur que es alucinante de bonito (datos en inicio). Cenamos unas pizzas, paseamos entre las luces y espectáculos con todo el follon y nos tiramos en tirolina por la calle Fremont.
A la mañana siguiente nos levantamos pronto y salimos en coche hacia el Gran Cañón.
El objetivo es llegar a Tusayan. Se puede llegar en 4 horas por la ruta rápida pero nosotros nos tomaremos todo el día para hacer un trocito de la mítica ruta 66 (hay que llegar hasta Kingman y allí tomar el desvío a la 66 para enlazar de nuevo en Seligman con la 40)
La primera parada la hacemos en la Presa Hoover en la frontera de los estados de Arizona y Nevada. Impresionante esta obra de ingeniería sobre el río Colorado.
Paramos en Kingman. Durante el trayecto de la 66 vamos haciendo paraditas en todos los sitios que nos llaman la atención. Hackberry es especialmente chulo y podréis comprar algunos recuerdos.
Paramos en Seligman y también en Williams.
Está claro que la ruta 66 no deja de ser una carretera pero el viaje es más emotivo que visual.
Cuando llegamos a Tusayan ya está anocheciendo. Sabemos que hay unos 15 minutos des de aquí al Gran Cañón y no podemos evitar poner el turbo y intentar llegar a ver la puesta de sol.
Pasamos por taquilla y nos cobran la entrada al parque que nos servirá ya para el día siguiente y directos al cañón. Llegamos y el espectáculo es brutal !!
Volvemos sobre nuestros pasos hacia Tusayan. Grand Hotel at the Grand Canyon (68 eur/ noche). Muy bonito ambientado tipo cabaña de montaña.