Ruta cortita la del último día de vacas, o será el penúltimo, estamos barajando la posibilidad de volver un día mas tarde, el presupuesto llega y Marisé no trabaja hasta el martes (estamos a jueves), por lo que, si en el camping no tienen problema nos volvemos el sábado. Ya veremos.
El plan para hoy es no forzar la máquina, por eso hemos dejado para el final la ruta al Ibón de Plan, esta ruta puede hacerse a pié desde un sendero que parte de la cola del embalse de Plan o desde Saravillo, la primera con un fuerte desnivel, desde Saravillo salvando el mismo desnivel pero al ser la ruta más larga es mas tendido. La tercera opción es tomar una


Nosotros, ya que era nuestro último día de vacaciones activas y con el recuerdo de la paliza del día anterior, nos decidimos por la opción menos exigente.
Salimos del camping sin prisas y sabiendo que nuestras piernas no sufrirían hoy. Nos dirigimos dirección Bielsa y a la altura de Tella nos desviamos hacia el Valle de Gistau, llevamos delante un coche con matrícula holandesa que no puede ir más despacio, antes de llegar a Plan tomamos la carretera a Saravillo, estrecha y en contínua subida, el holandés continúa en cabeza y no nos deja ir a más de treinta por hora

El firme es aceptable, en pocos metros pasa de aceptable a poco aceptable para terminar convirtiéndose en abobinable. Baches tremendos combinados con roderas y todo esto con un firme de cantos angulosos que hace de la ascensión una tortura para las ruedas, las suspensiones y para nuestra paciencia. No me voy a extender más pero no recomiendo la subida si no se hace en todoterreno. Circulando en primera y segunda logramos llegar al aparcamiento sin mayor percance que un tremendo cabreo y 45 minutos interminables.
Ya desde el parking las vistas son de impresión, hay que tener en cuenta que estamos casi a dos mil metros de altitud.
El camino es corto y se hace muy bonito, parte en descenso desde la parte de atrás del refugio, discurre por entre un pedregal desprendido de las montañas ya sin desnivel, para atravesar despues praderas tapizadas de pinos rodeados de colosos de piedra.
Llegamos al ibón descansaditos y con ganas de mojar los pies, sorprendentemente para nosotros el agua no está fría, pero no llevamos bañador pensando que iba a ser así. Tenemos que contentarnos con mojar un poco los pies entre los cientos de grandes renacuajos que pueblan el ibón.
Disfrutamos del ibón, marisé lo bordea por el sendero habilitado con cuidado de no pisar ninguna de las boñigas que se reparten por el tapiz que rodea al ibón. Después de comer "a la sombra de los pinos", nos volvemos hacia el coche para "disfrutar del pausado descenso que casi es peor que la subida pues hay que ir jugando con marchas cortas y con el freno para no bajar rebotando. Paro un par de veces para no calentar los frenos y de Saravillo tomamos ruta hacia Plan. Antes de un cuarto de hora llegamos al pueblo atravesando el Desfiladero de la Inclusa y cruzando curiosos túneles horadados y sin ningún tipo de iluminación ni vestimenta, estrechos y con apenas unos metros de cielo descubierto entre la salida de uno y la entrada del siguiente.
Damos y pequeño paseo por Plan, hacemos unas fotos y nos vamos con las ganas de tomar un café. El pueblo es bonito y tranquilo, sin apenas muestras de desarrollo turístico. Me llamó la atención las bonitas vistas desde el cementerio, en Coruña nuestro cementerio de San Amaro tiene vistas al mar, aquí a la montaña, en ambos domina el silencio.
Siento no poder haber disfrutado un poco más del valle de Chistau pero la verdad es que después de la pista infernal no teníamos humor para mas.
De vuelta al camping la temperatura sube hasta los 35º, es el día más caluroso con diferencia y ya sabemos lo que toca, piscina, los peques con sus amigos........ Por cierto, al llegar fuí a recepción y ampliamos la estancia un día mas

