Baviera. Día 4. Campo de Concentración Dachau y Munich ✏️ Diarios de Viajes de Alemania

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Nuestro hotel estaba a las afueras de la ciudad de Augsburgo, a más de la mitad de camino.

Best western hotel Dasing Augsburgo.
La habitación era grande y cómoda, pero lo mejor fue el desayuno, con dulces y salados.
80€
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Campo de Concentración Dachau


Por la mañana, nos ponemos rumbo al campo de concentración.
Amanece el día lluvioso y triste como la historia que vamos a recordar.


Si vais en coche como nosotros es ir por la A8 Stuttgart-Munchen hasta la salida de Dachau-Furstenfeldbruck. Y luego por la B471 direccion “Dachau-Ost”
Si no, desde la ciudad de Munich hay cercanias-metro que te acerca hasta el pueblo.



El invierno el parking es gratuito, pero en verano nos costó 3€. Horario de 9 a 17 h

La entrada al recinto es gratuita, pero si quieres comprender mejor lo que allí pasó, es buena idea hacerse con una audio guía que cuesta 3,50€.





Este campo de concentración se construyó sobre una fábrica de pólvora en desuso en 1933, poco después de llegar Hitler al poder y fue creado como campo de concentración para prisioneros políticos.

Al principio, aquí venían a parar todos los que eran contrarios al régimen. Este campo fue modelo para otros que se construirían después. Con el paso de los años, terminó siendo un lugar de internamiento para todo tipo de prisioneros: judíos, homosexuales, testigos de Jehová, gitanos…




En abril de 1945 las tropas estadounidenses liberaron a los prisioneros que todavían quedaban dentro. En el tiempo en el que estuvo en funcionamiento, en Dachau murieron unas 41.000 personas.
Nada más llegar al recinto te recibe en la puerta el “maravilloso” letrero en alemán Arbeit macht frei que viene a decir que “el trabajo os hará libres”





Ya era la hora de comer.
Comimos en el bar-buffet que tienen allí. 2 platos con postre y bebidas por 23€.








Munich



Pasada la mañana, nos dirigimos hasta Munich, hasta nuestro hotel.
Hotel Holiday Inn Munchen Sud
174 €€



Descansamos un poco en el hotel, aunque parezca mentira, habíamos andando bastante en el campo y además hacía fresco.

Así que después de la siesta, nos acercamos al centro de Múnich.




Cogemos el metro, tickets sencillo 2,80€, y nos bajamos en la parada de Marienplatz.

Estuvimos por la zona de la plaza Marienplatz, inspeccionando la zona para el día siguiente, tranquilamente, disfrutando del ambiente, hasta sin cámara de fotos.




Para cenar fuimos a Hofbrauhaus.

Su origen se remonta desde 1589, cuando era la fábrica de cerveza que abastecía a la familia Wittelsbach, hasta la actulidad, siendo la cervecería más famosa de la ciudad perteneciente al estado. Si, si, es estatal. Imaginaros la cantidad de cerveza que se consume.
Este local tiene una gran historia en su interior relacionada con el Tercer Reich. Está comprobado que Hitler hacía reuniones en la planta superior del edificio.




La mayoría de turistas se concentran en la planta baja. Este es el lugar de las stammtisch, las mesas reservadas para los clientes habituales en las que no faltan los señores de bigotes rizados, jarra de porcelana, tienen hasta taquillas para guardarlas, y traje regional.

Aquí escuchamos también música tradicional en directo, con la que se acostumbra a animar la velada a mediodía o por las noches. ¡Muy similar a la Octoberfest de nuestra ciudad!




Los camareros acostumbran a prestar poca atención a su clientela, más pendientes de cobrar la factura o la propina. Si van saturados no les importa hacer esperar al cliente hasta la desesperación.


Lo primero búscate la vida para encontrar un sitio donde sentarte. Nosotros al principio esperamos religiosamente nuestro turno, hasta que no nos hacían caso y asaltamos a una camarera. Le pedimos carta en Ingles, ya que de alemán “ni papa” y dijo que no tenía aunque nos intentó traducir lo básico en español. Sabíamos que tenía, pero por lo visto no están obligados a darla.




Para comer cogimos un mix de salchichas y Apfelstrudel de postre, todo por 30€.
El postre, maravilloso. Para beber no queríamos pedir la típica jarra de cerveza, porque yo no me la bebo entera. Pues resulta que a partir de cierta hora no te sirven media o caña, como diríamos aquí. Así que nos toco coger la grande. Lo más gracioso es que en frente se sentó una madre y una hija y a ellas sí que le pusieron media.





Un breve paseo para bajar la cena y al hotel.
Mañana conoceremos la ciudad más a fondo.




((Junio 2017))

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