Versalles, visita a la plaza de la Bastilla y subida al Arco del Triunfo. ✏️ Diarios de Viajes de Francia

---

Hoy nos esperaba un día movidito, nos vamos a ver el palacio de Versalles!!

Tras desayunar nos pusimos en marcha. Cogimos el metro dirección St- Michel Notre-Dame para coger el tren REB-C en dirección a Versailles-Chateau-Rive Gauche. La verdad que está todo muy bien señalizado y no hay pérdida ninguna en la estación. Esperamos unos 5 minutos y nos subimos al tren. Después de unos 40 minutos llegamos a nuestro destino. Es muy fácil salir de la estación e ir al palacio, se sigue a la masa de gente que va hacía él, además hay letreros que te indican la dirección, se encuentra a unos 900 metros de la estación así que es mejor ir caminando, en 10 minutos se llega.

La verdad que el pueblo de Versailles es muy bonito en sí, aunque todo esté dirigido hacia el palacio. Sobre las 10y20 llegamos a nuestro destino. A mano derecha se encuentra la taquilla y luego hay varias colas, los que entran de forma individual (situada la cola a la izquierda y los que van en grupo o con guía, situada la cola a la derecha). Aunque lleves la PMP, lo que se evita es la cola de la taquilla, pero para pasar el control es inevitable, decir que para coger las entradas no había cola. Nosotras estuvimos una media de 15 minutos esperando hasta pasar el control, nos pusimos directamente en esta cola, ya que el museo está incluido en la PMP, la verdad que fue poco tiempo ya que había leído que los martes (día que cierran muchos museos en París, como el Louvre) las colas suelen ser enormes, también podía influir que era temporada baja y noviembre.


Una vez dentro del palacio fuimos a dejar la comida y bebida que llevábamos en consigna, ya que no se puede entrar con comida y así pues tampoco cargábamos con ella, es totalmente gratuito. Cuando se pasa el control se tiene que ir a información y pedir la audio guía y el mapa del palacio, que está muy bien, sobre todo para los jardines. La visita del Palacio nos llevó unas dos horas y cuarto, nos lo tomamos con tranquilidad.
La visita se empieza por la parte baja, donde se encuentran diferentes salas y te habla de la historia del palacio y como fue transformándose a medida que pertenecía a distintos reyes.

Una vez vista esta parte, se empiezan con las salas de Luis XIV, hasta llegar a las habitaciones del rey y distintas salas muy bonitas, cada una mejor que la anterior. En esta parte del palacio es donde más afluencia de gente nos encontramos a lo largo de las distintas estancias, hasta llegar a la famosa sala de los espejos, que había un número de personas considerable, pero para nada agobiante, no me quiero imaginar en temporada alta. Un truco para disfrutar de esta sala tan bonita, el recorrido del tour por el palacio sigue por una puerta que está un poco antes de la mitad de la sala, por lo tanto, lo mejor es ir hasta el final de la habitación de los espejos, donde no hay prácticamente gente y se puede apreciar mejor.
En esta sala nos dimos cuenta de la poca educación que tiene la gente, te ponen unas cuerdas por todo el recinto, para no tocar los espejos ni las distintas figuras, pues muchas personas para hacerse la foto lo saltaban, ya son ganas de tocar las narices. Por favor respetad todo para que se mantenga conservado.


Continuando nuestro recorrido, nos dirigimos a las estancias de la reina, hasta llegar a una zona, un poco confusa, la escalera de mármol, seguid recto ya que el tour continúa hacia una sala que para mí fue la más bonita de todas, la galería de las batallas.
Tras ver todo lo que se puede ver del palacio, nos dirigimos a los jardines, pasando por consigna para recoger nuestra comida, esta todo indicado, ya que no se tiene que volver para atrás al mismo punto donde se entregó. Aprovechamos que no llovía para sentarnos y comer, había bastante gente haciendo lo mismo que nosotras, hacía frío, pero se podía estar comiendo, de esta forma nos ahorrábamos un dinero y comíamos a nuestro aire.
Los jardines no estaban en su mejor momento, ya que había muchas estatuas tapadas y los arboles sin hojas y daba un aspecto de fantasmagórico en algunas zonas, pero aun así estaban muy bonitos.
Hay un tren que te lleva hasta el Grand Trianon, desde la fuente de Apolo, o se puede alquilar un carrito de golf para visitar los jardines.


Nosotras decidimos hacer el recorrido caminando la verdad que es una buena caminata pero así no pasábamos frio.
Primero nos fuimos al Petit Trianon y nos gustó mucho además no había casi gente, tras esto nos fuimos al templo del amor situado en sus jardines y seguimos el sendero hasta los dominios de María Antonieta. A veces puede ser un poco lioso, por eso es bueno tener un mapa de los jardines para saber hacia dónde vas, ya que parece un laberinto. En otra época del año tiene que ser muy bonito perderse por los jardines, pero, aunque el frio no era intenso algo hacía y no nos apetecía perdernos.


Así que directas que nos fuimos hacia la Aldea de la Reina, es como un pueblo de cuento con un pequeño lago, una pena que una de las principales casas, estaba en obras y cubierta por un enorme andamio de Dior, quien pagaba la remodelación. La verdad que merece mucho la pena ver esta zona es distinta de la opulencia de los palacios. También decir que nos encontrábamos prácticamente solas, mientras caminábamos por esta zona y los distintos jardines hasta llegar al gran trianon. El cuál lo visitamos por dentro. Al igual que en el Petit Trianon, la entrada estaba incluida en nuestra PMP y había que hacer un pequeño control de seguridad para entrar.


Volviendo sobre nuestros pasos y viendo que el frio se iba apoderando de nosotras volvimos al palacio y salimos de los jardines dando por finalizada nuestra visita.
Decir que no visitamos los jardines en su máximo esplendor, pero el poder caminar tranquilamente sin gente y casi solas, es lo mejor y te hace disfrutar aún más de todo.

Cogimos el tren otra vez en la estación para ir en dirección hacia París hasta la parada de Châtelet. Aprovechamos para reponer energía en una cafetería que al final acabó siendo Starbucks, solemos ir a esta cadena una vez en cada viaje ya como tradición, ya que en Asturias no hay. Tras esto nos fuimos en dirección a el museo de arte moderno Georges Pompidou, como era martes el museo estaba cerrado, también está incluido en la PMP, y ya que estábamos ahí, nos acercamos a ver la plaza de Igor Stravinsky, aunque la verdad que la iluminación era pésima y decidimos marcharnos. Así que volvimos a coger el metro en dirección a la plaza de la Bastilla y visitamos la zona dirigiéndonos a la plaza des Vosges y Hotel Sully, nos perdimos, ya que no está muy bien indicada la plaza y cuando llegamos el parque estaba cerrado y la iluminación no era la mejor así que después de caminar sin rumbo, cogimos el metro, esta vez en dirección al Arco del Triunfo.

Una vez que llegamos decidimos subir arriba los 284 escalones. La verdad que merece mucho la pena subir, ya que se tiene una vista de la avenida de los Campos Elíseos y de París de 360 grados y además desde el Arco del Triunfo se ve la Torre Eiffel perfectamente, además nos tocó el espectáculo de 5 minutos de las luces y el encendido de las luces de navidad de París. Así que la subida la considero un imprescindible y está incluida en la PMP.


Como ya era bastante tarde y la zona donde estábamos no es la más barata de París, cenamos algo rápido en el McDonals de Campos Elíseos que además en la planta alta tiene unas vistas muy bonitas hacia la avenida.

---