Día 13: Lalibela ✏️ Travel Journeys of Ethiopia

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A las 7 estábamos ya en la terraza del lodge esperando el desayuno. La terraza es lo mejor de todo el lodge, unas vistas bonitas y con pajaritos viendo a ver que pillan. Nos ponen un desayuno de diez: pan caliente, mermelada y miel de la zona, café y huevos.

A las 8 vamos para el aeropuerto. Por fin parece estar solucionado el problema de los billetes y pasamos sin problema. Vamos a Lalibela. Se tarda como 7 horas en coche y solo 30 minutos en avión.
A las 10:20 llegamos puntuales al pequeño aeropuerto de Lalibela. A la salida nos esperaba el del hotel, Old Abyssinia. Lalibela es lo más turístico de Etiopia pues, por increíble que parezca, no hay carretera que una el aeropuerto con la ciudad. Solo una pista de tierra que en 30 minutos de vaivenes te lleva a Lalibela.

Nuestro plan es descansar. Ver Lalibela sin ninguna prisa que ya bastante hemos andado. El hotel está genial. Son tres cabañas individuales que imitan el estilo típico de las cabañas de Lalibela. Está alejado del núcleo del pueblo y la cabaña tiene una terraza con unas vistas a las montañas muy bonitas. Llegamos y lo primero que hacemos es ducharnos. Después de la ducha vamos a la terraza del bar y nos pedimos una cerveza y algo de comer. La verdad que la comida es bastante escasa y regular pero cuando te cobran por todo 8 euros te sabe mejor la comida.


Después de comer volvemos a la cabaña. Hemos quedado con el guía a las 14. El turismo en Lalibela está controlado por los curas que hacen y deshacen a su antojo. Es patrimonio de la humanidad por lo que de su conservación se encarga la UNESCO, aun así los curas cobran 50 dólares por entrar que van a su oficio y beneficio. Eso si la entrada es válida para 4 días... A ver quién se tira aquí 4 días. Además Lalibela es laberíntico y aconsejan un guía al menos el primer día para enterarte de la historia y ver por donde se puede ir. Total en euros 100€ las dos entradas con guía. Robo.

Aceptado el robo quedamos con Jeremías, nuestro guía. El hombre a pesar de ser muy serio nos hace un tour de más de tres horas por todo el conjunto norte dentro de iglesias y la famosa de san Jorge. Lalibela no deja de ser el fruto de un delirio grandilocuente de un rey del siglo XI que quiso replicar Jerusalén en Etiopía, al estilo de Petra, asumiendo él un rol análogo a Jesucristo. Eso sí, le quedo muy chulo ya que las iglesias son únicas y mola mucho poder recorrerlas pasando por los pasadizos y los túneles que vas encontrando. El único pero es que la UNESCO ante el deterioro de las iglesias por la lluvia decidió ponerle unos techados de hierro que más feos imposibles. Parece ser que los techados anteriormente eran de madera y no hacían mucho su función, estéticamente también eran bastante discutibles. Aún queda un techado de los antiguos en la casa del pan del conjunto sur.


El recorrido lo terminamos en la iglesia de San Jorge. Esta es la típica de las postales, no tiene techado y es de piedra rojiza con tonos amarillos del liquen que le crece. Es la más espectacular y decidimos sentarnos a ver el atardecer desde ahí en busca de alguna foto decente.



Después de ver el atardecer volvemos a lo que es el pueblo. Se nota que la ciudad es más turística, no porque se vean muchos turistas si no porque es acoso y derribo, que cansinos. Te van saludando, ofreciendo tuktuk, siguiéndote para hablar, diciéndote faranji... muy cansino. Decidimos ir a cenar a un bar que recomienda tripadvisor, Unique, al ver semejante antro decidimos ir al segundo que recomienda "Seven Olives". Un bar por y para turistas, sin ninguna pretensión más que pedir pasta o arroz, perfecto para huir de los cansinos de la calle principal.

Cenamos tomando unas cervezas y finalmente volvemos para el lodge. Está a 20 minutos, todo cuesta abajo y totalmente a oscuras. Menos mal que llevaba el frontal en la mochila porque hace falta. Aun volviendo nos gritan un farenji, nos aparece un niño de la nada pidiendo lápices y nos intentan meter en tuktuk cinco o seis veces.

Al llegar nos pedimos una cocacola para tomar en la habitación y hasta el día siguiente.

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