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La Wollestraat nos lleva directamente a la Grote Markt, Plaza del Mercado. Su nombre se debe al mercado que se celebraba desde el siglo X y que se sigue celebrando los miércoles. Es el verdadero corazón de la ciudad. Es un gran espacio abierto que desde hace un par de décadas es peatonal.
Espacio rodeado de edificios históricos y presidido por la torre de los Hallen, o torre campanario Belfort. Con sus 83 m. de alto es una referencia en el skyline de Brujas, junto con la torre de la catedral de San Salvador y la torre de Nuestra Señora, que ya hemos tenido ocasión de visitar.
La mejor forma de ver todo lo que rodea la plaza es dirigirse hacia el centro, donde se encuentra el grupo escultórico de Jan de Breydel y Pieter de Coninck. Es un monumento a estos cabecillas locales de la rebelión contra los franceses en 1302.
Una vez posicionados aquí solo hay que ir girándose para ver bien todo el conjunto.
En el lado norte, un conjunto de edificios coloristas de distintos estilos arquitectónicos, algunos con frontones triangulares y fachada en escalera.
En el lado oeste, otro grupo de viviendas, de las cuales algunas conservan el identificativo que tuvieron anteriormente, un gato, campana, caracol….En estas casas cabe distinguir las dos casas que se encuentran a ambos lados de la Sint Amandsstrrat. La casa Bouchoute, en la esquina de la izquierda, con una fachada del siglo XV, la casa más antigua de la plaza. En la esquina de la derecha está la casa Craenenburg, convertida hoy en una cervecería con el mismo nombre. En esta casa, en 1488 fue encarcelado Maximiliano de Austria, durante tres meses, en la revuelta que hubo en la ciudad en contra de la subida de sus impuestos. Desde la ventana pudo ver como enjuiciaban a su gobernador Pieter Lanchals, en unos estrados situados delante del Belfort y como posteriormente era ejecutado.
El lado este está ocupado por tres edificios grandiosos, sobre todo el edificio neogótico de la Corte Provincial, el Landhuis, que otorga a toda la plaza una gran belleza y prestancia.
Antiguamente este lugar estaba ocupado por el Waterhalle, adonde llegaba el rio Reie y descargaban los barcos su mercancía para el mercado. Perdida su funcionalidad, el Reie fue embovedado y el edificio derruido. El edificio en piedra blanca que actualmente se ve fue terminado de construir en 1892 en estilo neogótico, inspirado en el edificio del ayuntamiento. Es la sede del consejo provincial de Flandes Occidental.
A su lado, otro edificio neogótico de ladrillo de color rojo que es la sede de la Oficina de Correos.
Al otro lado, otro edificio posterior de color gris oscuro, también recordando el estilo gótico. Fue pensado como residencia del gobernador pero nunca se utilizó para tal fin. En el mismo se encuentra el Historium, un museo interactivo dedicado al pasado de Brujas. Doce siglos de historia que se pueden recorrer de forma amena y divertida. Nos quedamos con todas las ganas de entrar.
En las excavaciones para construir este edificio en 1910, aparecieron unos pilares del antiguo Waterhalle, de los cuales dos de ellos ya hemos tenido oportunidad de ver en el Arentshof.
Y en el lado sur, el campanario de los Hallen. Son dos edificios en uno solo. El más bajo es la antigua Loja de los Paños que hoy alberga exposiciones. Actualmente una de Salvador Dalí. Un antiguo mercado del siglo XIII en donde se comercializaban los tan preciados paños de Flandes.
Algunas torres campanario de Flandes forman un conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y el más bello de todos es este Belfort de Brujas.
Era el símbolo de las libertades, riqueza y poder de la ciudad. En su sala del tesoro se guardan las cartas constitucionales y las de privilegios de la ciudad.
Su torre es de 83 m., pero no siempre tuvo el mismo aspecto actual. Tuvo varios períodos de construcción. En el siglo XIII, la parte inferior, hasta las torres de esquinas planas. Siglo XIV, la parte intermedia, hasta las torres que aparecen puntiagudas. En el siglo XV, la tercera parte, la parte octogonal gótica que alberga el carrillón. La especie de corona gótica que cubre la torre fue añadida en 1822, después de que una aguja de madera se quemara dos veces.
Su carrillón es de los más grandes, con 47 campanas, incluida la más grande de todas, la Triunfal de 2 m. de diámetro que solo suena cuando la procesión de la Santa Sangre. Carrillón que entra en funcionamiento cada hora para extender su melodía por toda la ciudad. Esta melodía se cambia cada dos años.
En su interior una escalera de caracol de 366 escalones conduce hasta la terraza. Las vistas tienen que ser magníficas.
Y digo tienen que ser porque nosotros nos conformamos con entrar en su patio y observar la torre en sus detalles. Ni teníamos tiempo suficiente, ni, a más de media tarde, el aliento suficiente para subir tanto escalón.
Cambiamos el subir a la torre por la entrada al Historium y la de éste último por todo lo que nos quedaba que ver, antes de que cerraran, en la plaza Burg.
Por la Breidelstraat, una corta calle que no llega a 100 metros, conectamos con la cercana Plaza Burg.
Si la Grote Mark era la plaza comercial por excelencia, la plaza Burg, era la plaza del “poder”. Desde esta plaza se gobierna la ciudad desde hace 1200 años.
Es otra bella plaza con edificios históricos, igualmente bellos. Con una buena combinación de estilos arquitectónicos, desde el gótico del Ayuntamiento, el renacentista de la Antigua Escribanía, el barroco de la Probostia y el románico y gótico de la Basílica de la Santa Sangre.
Entrando por Breidelstraat, el edificio barroco gris que nos encontramos a la izquierda es el edificio de la antigua Probostia, como un palacio episcopal cuando la catedral de San Donaciano estaba en pie. El edificio actual es de 1665, erigido en estilo barroco triunfalista propio de la Contrarreforma. Ha sido restaurado en la década de 1970 y ahora pertenece a la residencia oficial del gobernador de Flandes Occidental.
De frente a la Breidelstraat, en el lado este de la plaza, el edificio, quizá, menos atractivo de la plaza. El edificio del antiguo tribunal de justicia de Brujas, que funcionó como tal desde 1795 a 1984. Y con anterioridad se gobernaba desde aquí las zonas del campo, la Brugse Vrije, en una amplia área alrededor de la ciudad. Hoy se encuentran guardados allí los archivos de la ciudad, la memoria escrita de Brujas. Y el museo Brugse Vrije que se visita con entrada combinada a la del ayuntamiento, por 4€.
Ignoro que se puede visitar en este museo, aparte de su sala renacentista en honor de Carlos V que nosotros visitamos. Se entra por una pequeña puerta situada en la esquina de la plaza, lindando con el edificio blanco y dorado.
La que se conoce como sala renacentista, fue la cámara de los concejales. Posee una monumental chimenea de madera de roble, mármol y alabastro, conocida como la chimenea del Emperador Carlos V. Una obra renacentista de las más importantes de Brujas. Es todo un alarde de maestría en la madera, acompañado con una cenefa de alabastro con bajorrelieves de las historia de la Casta Susana.
Le acompañan esculturas de angelotes gordetes de mármol blanco. En las paredes de la sala retratos de sus familiares, entre los que vemos caras conocidas. Al lado de la chimenea un busto en terracota de un joven Carlos V. Encima de la chimenea hay un friso tallado en roble que representa al emperador junto con sus abuelos, los Reyes Católicos y Maximiliano de Austria y María de Borgoña.
La chimenea está fechada en 1528 y fue diseñada por Lanceloot Blondeel.
La habitación carece de buena iluminación y al ser la madera tan oscura no se puede admirar bien la gran obra de arte que es aquella chimenea.
Unido a la entrada de este museo se encuentra el edificio renacentista de la antigua Civiele Griffie, la llamada Cancillería del Franc. Hoy día es sede de dependencias judiciales. En otros tiempos se celebraban aquí los juicios.
Es un bonito edificio renacentista, en blanco y dorado, con ventanas rojas y con fachada de dos pisos de estilo clásico. Los adornos y estatuas son en dorado, bastante exuberantes. Presidiendo la fachada se encuentra la estatua dorada de la justicia, la dama de la balanza, la espada y la venda en los ojos. A la izquierda de la ventana superior, aparece la representación del castigo del juez deshonesto. Evidencias claras de la relación del edificio con la justicia. Debajo de la estatua dorada que representa la justicia, hay un escudo de Carlos V encuadrado por las columnas de Hércules.
Como curiosidad: debajo de las ventanas rojas hay unas argollas. Según cuentan, en estas argollas se encadenaban a las mujeres acusadas de brujería antes de su ejecución en la hoguera.
Entre este edificio y el del Ayuntamiento, Stadhuis, hacen de esta parte sur de la plaza, la más atractiva de todas.
El Ayuntamiento de Brujas es el más antiguo de todo Bélgica. Fue construido en 1376 y finalizado en 1421, en un magnífico estilo gótico florido. En su fachada destacan los grandes ventanales geminados, se encuentra rematada por tres torretas octogonales y tiene gran profusión de adornos en relieve. También se adorna con una serie de estatuas sobre bien trabajadas ménsulas que representan a los condes de Flandes. Las estatuas originales se perdieron con la revolución francesa y las que ahora se ven, son copias posteriores. En algunas de eses figuras podemos reconocer a Carlos V y Felipe II, además de Felipe el Hermoso.
Este ayuntamiento, además, es el primer ayuntamiento monumental de todo Flandes, testigo del florecimiento económico y político de la ciudad durante el siglo XIV. Sirvió de inspiración para los ayuntamientos de Bruselas, Gante, Lovaina… y también ha influido en la arquitectura civil de la propia ciudad de Brujas.
Pero no hay que conformarse con ver su exterior porque el interior conserva una agradable sorpresa para los que se deciden a entrar a visitarlo. Como ya dije, la entrada conjunta con el museo Brugse Vrije cuesta 4€.
Hay dos salas importantes que visitar. La Sala Histórica en la que hay expuestos documentos y pinturas relacionadas con la historia de Brujas.
Pero es la Sala Gótica la que se lleva todos los honores. Corresponde a lo que era el salón de plenos del ayuntamiento. Su bóveda es claramente gótica y no se apoya en columnas centrales. Su magnífico artesonado corresponde al gótico de 1402 y no desmerece para nada de la decoración exterior.
Sus paredes están totalmente cubiertas con pinturas que representan pasajes bíblicos e históricos de la propia ciudad. En el fondo de la sala, una monumental chimenea también de estilo neogótico. Las pinturas murales están perfectamente policromadas y no hay un espacio vacío en las amplias paredes. Una muestra más del poder económico y comercial del que gozaba la ciudad en la época medieval. Si bien algunas de estas pinturas murales son posteriores.
Todavía nos queda algo importante que ver en esta hermosa plaza Burg.
La Basílica de la Santa Sangre.
En realidad son dos capillas, una encima de la otra. Situada en un rincón de la plaza, lindando con el ayuntamiento.
La fortaleza que construyó Balduino I para defenderse de los vikingos estaba construida en el lugar que hoy ocupa el ayuntamiento. De aquella fortaleza no queda nada. Pero tenía una capilla adosada al castillo, precisamente estas capillas, las cuales, sobre todo la inferior, tienen que ver bastante con aquella antigua capilla. La parte trasera de estas capillas son las que se ven desde el muelle del Rosario.
En 1134 Teodorico de Alsacia decidió construir una doble capilla privada contigua a la primera residencia de los condes de Flandes, convertida hoy en el ayuntamiento de Brujas.
La capilla inferior es la Capilla de San Basilio. Es de estilo románico, de apariencia robusta y se mantiene casi en estado original. Está formada por dos naves a ambos lados de una nave central. En la nave derecha hay una escultura en madera policromada de una Virgen sedente con el Niño, de principios del siglo XIV. También nos podemos encontrar dos figuras en madera, de 1900, un Ecce Homo y una piedad, que salen en la procesión anual de la reliquia de la Santa Sangre.
Una escalera monumental lleva a la capilla superior. La escalera es de estilo gótico tardío y renacentista, de los años 1529 y 1533. En el exterior está decorada con estatuas esculpidas en bronce dorado, una de ellas la de Teodorico de Alsacia, que mandó construir las capillas y del que la tradición dice que trajo de Tierra Santa la reliquia de la Santa Sangre.
La capilla superior fue construida originalmente también en estilo románico, como la inferior. Pero fue transformada a finales del siglo XV al estilo gótico. De la construcción románica original solo quedan los arcos de medio punto que dan acceso a una capilla lateral de la Santa Cruz. Durante el siglo XIX, varias fases de renovación le dieron el aspecto final neogótico que hoy se puede ver.
Tras el altar mayor hay un gran mural de 1905 que representa episodios relacionados con la santa reliquia. El propio altar mayor, dónde se celebra misa, está decorado con un bajorrelieve en alabastro de la última cena. Un púlpito muy original en forma de globo terráqueo (1728) se puede ver en la capilla principal, a la derecha.
En otra nave lateral hay un altar barroco (1751), de mármol blanco y preside la capilla de la santa reliquia. La reliquia se guarda en un tabernáculo de plata (1709) que representa el Agnus Dei.
La reliquia de la Santa Sangre es una ampolla de vidrio que contiene un trozo de tela empapado con sangre de Jesucristo. La tradición popular mantiene que la ampolla llegó a Brujas durante la Segunda Cruzada (1147 -1149), que la trajo Teodorico de Alsacia al volver de Jerusalén en esta cruzada.
Pero investigaciones posteriores no han encontrado evidencias de la presencia de la reliquia en Brujas antes de la década de 1250. Así que la segunda versión es que la misma vendría del saqueo de Constantinopla en 1204 durante la Cuarta Cruzada. Estudios recientes muestran que el cristal de la ampolla podría ser del siglo XI o XII.
Desde su llegada a Brujas la reliquia ha desempeñado un importante papel en la vida religiosa de la ciudad.
En la capilla se venera la reliquia de la Santa Sangre y se sea o no creyente es un acto de profunda espiritualidad y que se suele hacer con mucho respecto. Hasta ves japoneses en la fila con aspecto recogido para venerar la reliquia.
Es un paso muy simple, pero solemne. La reliquia se pone sobre un altar al que se accede por unos escalones y se sale por otros cuantos en la otra dirección. Si dejas un pequeño donativo te llevas un recuerdo. Hay una persona que preside el momento y los visitantes van pasando de uno en uno, entrando por un lado y saliendo por el otro.
Una acción solemne que lleva haciéndose 800 años, nada más y nada menos. Tan solo por eso merece un respeto.
La importancia de la reliquia en la vida religiosa de la ciudad deriva también en la Procesión de la Santa Sangre que se celebra anualmente el día de la Ascensión. El oficio religioso comenzó en 1303 y por su tradición e historia ha sido designado por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en 2009.
Fue instituida en 1303 para conmemorar la liberación de la ciudad de la tiranía francesa un año antes, gracias a los hérnoes nacionales Jan Breydel y Pieter de Coninck. Se hace una recreación histórica de la llegada del vial junto con dramatizaciones de pasajes bíblicos, pasando del Antiguo al Nuevo Testamento. Después se harán los desfiles medievales, con participantes ataviados con ropajes de la época y procesionar la Santa Reliquia en su pequeño trono.
La procesión de la Santa Sangre recrea el ambiente medieval de aquella época en un desfile al que acuden cada año miles de personas. Parte de la céntrica Grote Markt y la procesión recorrerá todas las calles del centro de Brujas en busca de otras iglesias de la ciudad. Irá haciendo paradas frente a la iglesia de Nuestra Señora, en la Catedral de San Salvador, pasa cerca de los canales…..
Estaría muy bien acudir a Brujas por el día de la Ascensión y ver todo este ambiente.
En uno de los lados de la plaza Burg, en concreto junto a la antigua Probostia, hay un pequeño parque poblado de árboles. No es normal encontrarnos en una plaza tan llena de edificios históricos un hueco con un parque. Este vacío es el que quedó cuando con la llegada de Napoleón y las tropas francesas en 1799 se destruyó la Catedral de san Donaciano o San Donato. Esta catedral llevaba en pie desde algo después en que el antiguo castillo de los condes de Flandes fuera levantado en el lugar que hoy ocupa el Ayuntamiento. En ella estaban enterrados, entre otros, Jan van Eyck y Juan Luis Vives, cuyos restos desaparecieron con la catedral.
En esta plazoleta arbolada hay una estatua curiosa, la estatua de los amantes. No es que sea una visita de primer orden, pero es agradable adentrarse en esta arboleda. Es un espacio muy tranquilo, por el que apenas pasa nadie. La estatua es de metal, con las figuras de un hombre y una mujer a punto de besarse y tomándose la mano. El hombre tiene la cara cubierta con una máscara como de carnaval y ella está envuelta como con un velo. El conjunto refleja movimientos armónicos. En la base de la escultura está escrita la palabra amor en varios idiomas. No está mal echarle un vistazo.
Hay unos restos del coro de la catedral desaparecida de San Donaciano que se encuentran dentro del hotel Crowne Plaza, justo al lado de este espacio arbolado. En 1982, con los trabajos de construcción de este hotel, se comenzaron a descubrir restos arqueológicos de aquella iglesia, restos de la sillería y las galerías del coro.
Nos acercamos al hotel a tomarnos un café y preguntamos por la visita a estos restos arqueológicos. Muy diligentemente nos contestaron que la sala donde se encuentra estaba ocupada en ése momento. Pregunté por una posible visita al día siguiente y me contestaron que también estaba ocupada. No sé si sería cierto o no. Lo más probable es que el hotel cuide la intimidad de sus huéspedes y tenga cierto cuidado en que aquello no se le llene de turistas queriendo visitar estos restos.
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