Cogimos un vuelo con Air Asia de KL a Kuching, que es la ciudad de base para ir al PN de Bako, que al fin y al cabo era lo que de verdad nos interesaba... aunque de estas cosas que no te esperas y Kuching nos encanto. La bautizamos con el nombre de "la ciudad del buenrollismo" la gente era super riquinha, y sobre todo, la convivencia entre musulmanes, chinos e indios me parecio un ejemplo de armonia. Es verdad que cada comunidad no se mezcla demasiado, cada uno vive en su barrio, pero se respetan todos perfectamente.
Kuching es tambien la ciudad de los gatos, y sin embargo no se van gatos por ningun lado, pero mogollon de estatuas que a nosotros nos pareceran super cursis, parecen de parque de atracciones, con mucho dorado, pero cuando estas alli te parecen hasta entranhables.
En fin: cogimos un taxi desde el aeropuesto hasta el hotel. Al ser 4 personas, los taxis es verdad que salen mas a cuenta. Llegamos al hotel: un hotel que cogi en Booking (Hotel Gran Continental Kuching) porque tenia piscina y estaba bien de precio y unas fotos correctas, y cuando llegamos casi se nos cae el alma a los pies: nos parecio que estaba en el quinto pino (luego vimos que no era para tanto) y era de estos hoteles viejos, que vivieron su época dorada en los anhos 80. nos plantemos si ir a otro... pero habiamos pagado ya las 3 noches, y ibamos justos de pasta... Entramos, la piscina era de PLaymobil total, super pequenhita, y la habitacion: horror, moqueta y las ventanas no se podian abrir. Un vivero de acaros y Maya es asmatica... en fin. Peeeeeero, la gente era taaaan maja!!! el conserje enseguida conecto con las ninhas y nos dio mil consejos. Fuimos a dar una vuelta por la cuidad (hay un paseo a lo largo del rio que es extraordinario, con mil tiendecitas turisticas con artesania, dulces (tienen un bizcocho de mil colores tipico de alli) y telas locales. Por la noche, nos dimos unos masajes super buenos en un local en frente del hotel, cenamos en el hotel por el cansancio, y para la cama con un par de chutes de ventolin.
Al dia siguiente nos fuimos al puerto para coger el barco para Bako. Los del hotel nos guardaban las mochilas hasta el dia siguiente por la noche. Al llegar al puerto vimos un monton de carteles que decian que habia un cocodrilo suelto agresivo, y que hasta que lo pillasen, estaba prohibido banharse en Bako, bueeeeeno,



LLegamos al centro de informacion, que tiene un restaurante, y todavia no podiamos coger la habitacion. Como tienen consigna, dejamos alli las mochilas, nos dieron los mapas, comimos algo,y nos fuimos a hacer la primera excursion, la mas chula.


Llegamos al centro de informacion; cogimos nuestras habitaciones (dos habitaciones muy sencilas, que olian a humedad) peeeeero: estabas en el centro de un jardin paradisiaco, oyendo los ruidos de la selva, con los cerdos barbudos que vienen a tu puerta a pedirte comida, e inclluso una serpiente verde, preciosa, en una planta en la entrada de la casa, que segun el guia, se podia estar ahi quieta durante dos semanas si nadie la molestaba (y no ibamos a ser nosotros quienes la molestasen)

Como veo que me esty enrollando un monton, solo deciros que ir a Bako y no quedarse a dormir es una locura. Es cuando la gente se va cuando empiezan a bajar todos los monos narigudos. Vimos lemures voladores, monos, serpientes, toda clase de insectos (durante el tour nocturno que hicimos con guia, que fue increible, los 4 solos) y... un lince. Se que no os lamara tanto la atencion, porque los hay en Espanha, pero a mi se me llenaron los ojos de lagrimas de la emocion. Fue precioso, es como un felino pequenho, estaba pescando. Dormir con los ruidos de la jungla no tiene precio. Es todo muy rudimentario, pero de verdad que nosotros nos sentimos la gente mas afortunada del mundo por poder tener esa experiencia.

Por la mannhana, mi hija pequenha estaba desayunando en la terraza y vino un mono y le robo medio desayuno: mi hija no podia mas de la risa, y esa anécdota creo que fue lo primero que conto cuando volvio al colegio.
Esa manhana hicimos otra excursion por nuestra cuenta, esta vez en la otra direccion, y luego nos cogimos el barco y nos volvimos a Kuching.

paseamos por Kuching, y fuimos a cenar a un restaurante indio.
Al dia siguiente, fuimos a la reserva Semenggho por la manhana, en un taxi que nos esperaria alli mientras ibamos a la hora en la que les dejan el desayuno. Mmmmmm, a ver, fuimos, efectivamente vimos como bajaba una mama con su bebe, comieron. pero como explicaros: alli eramos 200 personas, todas haciendo fotos, todo calculadisimo... alli no habia nada de salvaje. Veniamos de estar en Bako, donde la naturaleza marcaba las reglas, y aquello nos decepciono un monton.... volvimos a Kuching en taxi y nos fuimos a otro Parque Natural : el Parque Nacional de Kubah