25 Mayo
Hoy el día amaneció lloviendo bastante. Pero tuvimos suerte porque los planes de hoy se basaban en entrar a varios sitios y así estaríamos resguardados. Antes de irnos del B&B, pillamos 2 entradas para el balneario aprovechando que nos hacían un descuento de 1€ en cada una de ellas. Fue una con cabina y otra con taquilla. La primera visita sería la Basílica de San Esteban.
Es visita obligada en Budapest, y estuvimos un buen rato dentro viendo cada rincón. Lo que no hicimos fue subir a las torres para ver la panorámica. A la salida, vimos que había una oficina de cambio que restandole la tasa que te cobraban, te dejaban el cambio cercano a 310 florines por €.
Hoy el día amaneció lloviendo bastante. Pero tuvimos suerte porque los planes de hoy se basaban en entrar a varios sitios y así estaríamos resguardados. Antes de irnos del B&B, pillamos 2 entradas para el balneario aprovechando que nos hacían un descuento de 1€ en cada una de ellas. Fue una con cabina y otra con taquilla. La primera visita sería la Basílica de San Esteban.
Es visita obligada en Budapest, y estuvimos un buen rato dentro viendo cada rincón. Lo que no hicimos fue subir a las torres para ver la panorámica. A la salida, vimos que había una oficina de cambio que restandole la tasa que te cobraban, te dejaban el cambio cercano a 310 florines por €.
De paso, fuimos a saludar a nuestro "amigo" Policía gordete, que estaba de servicio. Seguía lloviendo y nos fuimos hacia la Gran Sinagoga de Budapest. Justo antes de llegar, para los muy futboleros, hay un gran mural en un parking cercano a la Sinagoga de una fecha mítica para los húngaros, cuando ganaron 3-6 a los creadores del fútbol (Inglaterra).
No había nada de cola para la compra de los tickets, compramos las 2 entradas (3000 florines cada una) y pasamos por un control de metales para acceder al monumento. Cada ciertas horas hay visitas guiadas según el idioma preferido. Para mí, es esencial hacer la visita guiada ya que te explican muchísimas cosas de la historia y de los sucesos acontecidos allí durante la ocupación nazi. Es brutal lo que escuchas durante la visita y no te lo quieres creer. Se encuentra también en el lateral un cementerio donde enterraron a los que murieron en el mismo guetto que se encontraba justo ahí. Y en la parte de atras se encuentra el Arbol de la Vida. Tuvimos userte y nuestra guía nos comentó que desde hace bien poco, se había empezado a dar unos mini conciertos de 15-20' en el edificio contiguo para dar a conocer la música folclórica judía. Y fue todo un acierto asistir. El museo judío que también se encuentra allí nos llamó menos la atención comparándolo con lo que habíamos visto ya. Antes de irnos, le preguntamos a nuestra guía si nos podía recomendar algún sitio para comer comida típica, y nos recomendó uno que estaba muy cercano a allí, el Gettó Gulyás (Wesselényi u. 18). Tuvimos que esperar un cuarto de hora a que nos dieran mesa porque estaba hasta los topes, y vimos que más de un turista que hizo la visita con nosotros también le hizo caso a nuestra guía. Pedimos venado en salsa y ternera en salsa con rollitos de tallarines con bacon. Si el venado estaba bueno, el otro plato estaba exquisito. Para terminar pedimos de postre, una especie de buñuelos de queso con salsa de almendras (recién hechos). Buenísimo también. Se puede pagar con tarjeta.
Con la barriga llena nos fuimos dando un paseo hasta nuestro B&B, pasando de nuevo por la avenida Andrassy, y viendo el edificio de la Opera en obras. Llegamos al B&B para coger los bañadores y toallas, y nos fuimos al balnerario en metro. En la entrada del balneario hay que tener en cuenta si tienes que comprar entrada o ya lo has hecho por Internet/hotel. Nada más entrar por la puerta de la entrada principal, si quieres comprar la entrada tienes 2 taquillas a ambos lados, pero si vas con tu vale por una entrada, tienes que irte a la derecha, junto a la taquilla de este lado para que te lo validen, y te dan directamente ahí las pulseritas.
El balneario es una pasada, ya se ha comentado por el foro una infinidad de veces. A nosotros nos vino de lujo, porque después de la semana que llevábamos andando sin parar, nos sirvió para relajarnos al máximo. ¡Si es que es muy duro ser turista! La tarde se nos pasó volando y nos hubiéramos quedado hasta el cierre pero queríamos aprovechar para dar una vuelta por el Castillo de Vajdahunyad y el Parque de los alrededores. ¡Cómo te atrapa la piscina exterior con sus 37º!
Ya adecentados, nos fuimos hacia el Castillo, y allí nos encontramos que estaba todo plagado de puestecillos, aunque la mayoría estaba ya cerrando. Una pena. Sí nos dio tiempo a pedir un par de cervezas para el paseo. La zona está muy guapa, con edificios muy chulos, todo rodeado por un bosque y con alguna laguna, además de varias estatuas, alguna de ellas muy tétrica (Anonymus Szobor). El paseo lo acabamos en la plaza de los Héroes, la cual estaba muy animada, sobre todo por 2 bicicletas de la cerveza que iban dando vueltas y cantando todos sus inquilinos.
El balneario es una pasada, ya se ha comentado por el foro una infinidad de veces. A nosotros nos vino de lujo, porque después de la semana que llevábamos andando sin parar, nos sirvió para relajarnos al máximo. ¡Si es que es muy duro ser turista! La tarde se nos pasó volando y nos hubiéramos quedado hasta el cierre pero queríamos aprovechar para dar una vuelta por el Castillo de Vajdahunyad y el Parque de los alrededores. ¡Cómo te atrapa la piscina exterior con sus 37º!
Ya adecentados, nos fuimos hacia el Castillo, y allí nos encontramos que estaba todo plagado de puestecillos, aunque la mayoría estaba ya cerrando. Una pena. Sí nos dio tiempo a pedir un par de cervezas para el paseo. La zona está muy guapa, con edificios muy chulos, todo rodeado por un bosque y con alguna laguna, además de varias estatuas, alguna de ellas muy tétrica (Anonymus Szobor). El paseo lo acabamos en la plaza de los Héroes, la cual estaba muy animada, sobre todo por 2 bicicletas de la cerveza que iban dando vueltas y cantando todos sus inquilinos.
La vuelta la hicimos andando hasta el B&B, y aquí dudamos entre quedarnos en la habitación (sin hambre y cansados) o dar la última vuelta nocturna, y claro, ganó la última. Nos fuimos de nuevo hacia la zona de los Ruin Bar. Esta vez nos fuimos a una zona de gravilla donde hay instaladas varias food truck (Kazinczy u. 18). Nos bebimos un par de cervezas y compartimos un Langos típico. La verdad que nos gustó la mezcla de la masa de churro con el queso y la crema agria. De ahí nos fuimos a uno de los pubs que eran en un jardín al aire libre. Nos tomamos otro par de cervezas y nos despedimos de la noche de Budapest. No había cuerpo para más.
¡Mañana nos despediríamos de la ciudad y de nuestras vacaciones!
¡Mañana nos despediríamos de la ciudad y de nuestras vacaciones!