Llegamos a las 8 de la mañana a San Petersburgo y nueva odisea para encontrar taxi en la estación. Fuimos a una cola de taxis y el taxista nos dijo 1.500 rublos. Sabiamos que el hotel estaba cerca, asi que no aceptamos y empezaron a bajar.... 1200 , 1000.... (y parecía que eran legales... con su cartel de taxi...) nos fuimos y vino uno y nos pregunto cuanto... pedimos 600 y nos dijo 700, aceptamos por irnos de una vez.... nos señalo el coche, un coche particular.... y nos fuimos con el.
LLegamos al hotel, en la calle Rubinshteyna, una calle muy animada, llena de restaurantes y que salia a Nevsky. "Grey House". En realidad no es un hotel, sino un piso en un edificio hecho hotel.... Al principio cuesta un poco encontrarlo, ya que está en un callejón con varios portales y no indica nada.... has de ir mirando portal a portal y ya en el último hay un pequeño cartel junto al timbre. Al llegar la impresion es mala.... el portal es viejo y sucio y el ascensor lo mismo... pero el hotel en si esta genial. Todo totalmente nuevo, las habitaciones bonitas y el baño super moderno. La gente de recepcion muy amable... No tengo ninguna queja, todo perfecto, y encima la relación calidad precio estupenda! Además, aunque sea una calle de mucho jaleo, al estar en el callejón no se oye nada.
Cuando llegamos al hotel nos dijeron que hasta las 2 de la tarde no teniamos habitacion, asi que dejamos las maletas y nos fuimos de ruta. Comenzamos por el llamado "Barrio Dovstoievski", empezamos por la plaza del heno y despues paseamos siguiendo el canal Griboyedov hasta llegar a la iglesia de San Nicolas. Este recorrido es especialmente bonito, con sus múltiples puentes.... y mucha tranquilidad, fuera del bullicio de la zona más turística. De ahi a la plaza de los teatros para llegar siguiendo el rio Fontaka hasta San Issac.
Era pronto, pero como habíamos madrugado tanto decidimos ir a comer para así ir al hotel a darmos una ducha y recuperar fuerzas.... Comimos en cafe Zoom, un sitio lleno de gente local tomando el menú del dia.... aunque nosotras pedimos como siempre distintas cosas para compartir. Como ya era costumbre en Rusia, bueno, bonito y barato, otro acierto por unos 10 euros por cabeza. He de decir que todos estos sitios maravillosos no los encontramos por casualidad, llevábamos una lista de sitios recomendados, que la verdad funcionó a la perfección.
Lo dicho, nos fuimos a recuperarnos y despues de una ducha reparadora y un poco de descanso salimos otra vez, esta vez a la zona más monumental.
Salimos a Nevsky y nos dirigimos a la iglesia de la Sangre derramada. Espectacular, sobre todo porque el que esté a la orilla del canal la hace más llamativa aún. Lo malo es que está en restauración, con la cúpula más alta tapada, pero bueno, no quita para que sea una pasada. De ahi seguimos hacia la Plaza del Palacio. Otro chasco! Ese fin de semana habia una carrera popular (la sufrimos el domingo) y estaba toda la plaza llena de gradas y casetas.

Como llevábamos un dia largo decidimos ir ya a cenar, y nos acercamos a un georgiano al que queríamos ir.... pero era imposible. Era viernes, no habiamos contado con eso, y estaba todo lleno. Subimos por Nevsky y todo lleno... imposible. Al final terminamos en el mismo Japo que en Moscu, el Dvo Palochky, pero he de decir que les faltaban muchas cosas.... un poco desastre en en esta ocasión, aunque no cenamos mal y fue barato. De ahi, paseando por Nevsky al hotel. Por cierto, que la calle del hotel estaba repleta de gente, con muchísimos restaurantes, todos llenos.